Dinamarca es un interesante destino para hacer una ruta en coche por sus paisajes, sus buenas comunicaciones, sus bonitos pueblos, y, un punto muy importante, porque la mayor parte del turismo extranjero se concentra en visitar Copenhague y sus alrededores. Aunque hay quien vuela también a Billund (y más adelante os explicaremos porqué es especialmente interesante si viajas con niños), poca gente se aventura más allá de su preciosa capital. Nosotros lo hicimos y de esa experiencia nace este artículo con nuestra ruta en coche por Dinamarca.
Por supuesto, antes de emprender la ruta nos habíamos alojado varios días en Copenhague y habíamos estado viendo los puntos más interesantes de la ciudad (y encontrado algunos gratuitos). Después recogimos nuestro coche de alquiler en el centro de la ciudad y comenzamos esta ruta en coche por Dinamarca.
Antes de ir: consejos para una ruta en coche por Dinamarca
Para que prepares tu viaje con más información práctica y datos, basados en nuestro propio viaje, echa un vistazo a nuestro artículo con los mejores consejos para viajar a Dinamarca.
Como te estás planteando hacer una ruta en coche por Dinamarca y por eso vas a leer este artículo, tenemos otros dos de lectura recomendada. Este artículo con los mejores consejos para alquilar coche en Dinamarca y, antes de que salgas a la carretera, este artículo con nuestros mejores consejos para conducir por Dinamarca.
Además, puedes consultar aquí todos nuestros artículos sobre Dinamarca y también, más específico, puedes echar un vistazo aquí a todos nuestros artículos sobre Copenhague.
Día 1: Copenhague – Odense
A poco más de 100 km de la capital danesa cruzamos el enorme Puente Storebælt (Storebæltsbroen). Sus aproximadamente 17 km de extensión se dividen en tres tramos distintos, un primer puente, una carretera en una isla y un segundo puente.
Este puente es de peaje pero, si no se quiere recurrir al ferri, es la manera más rápida de pasar a Syddanmarkt, región de Dinamarca del Sur, y a la Isla de Funen en ella.
El coste de cruzarlo es de 250 DKK, pero en lugar de pagarlo en el peaje, lo habíamos pagado al alquilar el coche. Por 245 DKK ellos registran la matrícula en una base de datos (“Bro Bizz”) y al llegar pasamos por el carril “Ekspres”, señalizado en verde y donde una cámara lee la matrícula, la reconoce y abre automáticamente la barrera.
Nuestra primera parada fue el Castillo de Egeskov (Egeskov Slot) y su entorno, un paraíso para los aficionados a los coches, las motos y las colecciones curiosas. El edificio principal, el Castillo de Egeskov, es un precioso castillo del siglo XVI, con sus torres y al que no le falta ni su foso ni su puente de acceso.
Además de visitar el propio castillo, en torno a él hay mucho que ver, tanto para adultos como para niños. Cuenta con un museo de coches clásicos, un museo de motos, una colección de juguetes antiguos, un museo de carruajes i el primer museo de tenting en exteriores. Y un caza a reacción Saab F-35 “Drakken”.
Pero, además, está rodeado por varios tipos de jardines, tiene una zona de juegos infantiles y ¡hasta un laberinto!. El precio de la entrada es de 245 DKK para adultos (140 DKK para niños de 4 a 12 años) si queremos visitarlo todo. En el caso de que lo que no queramos sea entrar en el castillo, el precio es de 205 DKK para adultos (125 DKK para niños de 4 a 12 años).
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Obviamente, os recomiendo reservarle mucho tiempo a esta visita. Entre que nosotros llegamos a la taquilla y que nos fuéramos, pasaron más de tres horas y media.
De Egeskov salimos en dirección a Odense, con tiempo para dar un pequeño paseo por el pueblo, aunque le íbamos a dedicar todo el día siguiente. Nos alojamos en el City Hotel Nattergalen, a las puertas del centro de Odense, donde teníamos además parking privado.
Después del paseo nos paramos a cenar en “The Burger”, donde unos nachos, un par de hamburguesas con patatas fritas y ensaladas y dos refrescos (no sirven cerveza), nos salieron por 437 DKK, más propina.
Datos prácticos
Recorrido del día: Copenhague – Castillo de Egeskov – Odense
Kilómetros recorridos apx.: 205 km
Tiempo estimado (sin incluir visitas): 2 h 40 minutos
Día 2: Odense
Odense, la ciudad más grande de la verde Isla de Funen, es el lugar de nacimiento del famoso escritor infantil Hans Christian Andersen.
Por ello es imprescindible visitar el Museo Hans Christian Andersen que dista mucho de ser un museo tradicional. Ya su innovadora estructura exterior, en varios niveles y con zonas de descanso y ajardinadas, nos hace sospechar que el inside va a ser más que interesante.
Y así es, pues cuando nos pongamos los auriculares (gratuitos) y entremos en la primera sala descubrimos que estamos ante una experiencia interactiva y sensorial. Como si estuviéramos en un cuento, recorreremos varias salas con información sobre la vida del autor, más extensa y dramatizada es la que sonará en nuestros oídos, objetos de su propiedad y libros y manuscritos. Por supuesto, también entraremos en sus relatos, con divertidas experiencias para todos.
La entrada para adultos tiene un precio de 165 DKK, los niños hasta 17 años tienen entrada gratuita pero ha de adquirirse una de esa categoría igualmente. Además, con la entrada se tiene también acceso a la casa donde H.C. Andersen vivió en su infancia y a Møntergården, un muy interesante museo sobre Odense y Funen.
Møntergården es un doble museo sobre Odense y Funen, y ya hemos mencionado antes que la entrada es gratuita, en el mismo día, si habéis visitado el Museo Hans Christian Andersen.
Una parte muy interesante es el barrio dentro del recinto del museo, a donde se trasladaron casas de varias épocas y pertenecientes a daneses de distintos estamentos sociales. Puedes entrar en la mayoría de ellas y contemplar la decoración y los objetos de la vida cotidiana en siglos pasados.
Es altamente recomendable hacer la compra on-line con antelación, pues al ser un museo que está a sólo hora y media en tren de Copenhague, lo visitan no sólo turistas sino también daneses desde la capital y otras zonas.
Pero Odense es más que Hans Christian Andersen, aunque sea su principal atractivo, tenga varias estatuas y no una sino dos casas en las que vivió. Nosotros recorrimos Odense, entre museo y museo, durante un día completo y disfrutamos del ambiente de sus calles. Recomendable hacer una pausa y tomaros una cerveza en el Christian Firtal, echad un vistazo a la pizarra donde aparece el nombre, el tipo y la graduación para seleccionar la vuestra (cuestan desde 40 DKK).
Nos fuimos a cenar al Pizza Paraiso, una auténtica pizzería italiana con un dueño muy simpático y atento, que ejerce de recepcionista, cajero y cocinero. Tenéis pizzas desde 90/95 DKK y la pasta (cuatro opciones) tiene un precio único, 100 DKK. Llevad dinero en efectivo.
Datos prácticos
Recorrido del día: Odense
Kilómetros recorridos apx.: n.a.
Tiempo estimado (sin incluir visitas): n.a.
Día 3: Odense – Aarhus
Nuestro tercer día de ruta en coche incluía sólo un Punto A y un Punto B, la salida de Odense y la llegada a Aarhus, que lo veríamos esa tarde y a la mañana siguiente.
Bueno, eso no es del todo cierto, en realidad ese día habíamos previsto parar en Billund y visitar Legoland, el parque temático construido en torno a los populares bloques de construcción Lego. Sin embargo aún no period temporada alta, cuando el parque abre a diario, y coincidió que el día de la semana que iríamos de Odense a Aarhus estaría cerrado.
La solución, calendario en mano, es que lo veríamos al regresar camino de Copenhague, aunque iba a ser un día de muchos kilómetros.
Cuando llegamos a Aarhus, nos dirigimos directamente a nuestro alojamiento, el Danhostel Aarhus City.
Sí, tiene “hostel” en el nombre pero los “hostels” hace años que dejaron de ser lugares con dormitorios de 12 o más camas en literas y baño compartido. Bueno, los hay que siguen ofreciendo eso, como el sitio en el que dormimos en Aarhus, pero este, y la mayoría, ofrecen también habitaciones dobles con baño privado, como la que nosotros elegimos.
Además, con un coste de 199 DKK por 24 horas, ofrecen aparcamiento cerca de la puerta, todo un “lujo” en centros de ciudades que son zona azul y en los que escasean las plazas libres.
Con un canal que separa el centro de Aarhus en dos, dejando al norte edificios como su Catedral (la mayor del país) o el Teatro (el mayor provincial de Dinamarca), Aarhus es una vibrante ciudad universitaria y una de las más antiguas de Dinamarca. Nos encantó el ambiente en bares y cafés, y las vistas, en torno a la orilla del canal y desde sus puentes (y eso que básicamente no dejó de llover en toda la tarde).
Aarhus es también una ciudad con un interesante puerto, donde las antiguas estructuras industriales han sido sustituidas (con una preciosa excepción, Toldboden, la aduana de finales del siglo XIX) por modernos edificios culturales, estatuas, miradores y paseos.
En un paseo por el puerto no os podéis perder Dokk1, un edificio de diseño innovador en el que se encuentra la Biblioteca de Aarhus, además de un centro de actividades culturales. Como curiosidad, entre otras muchas tiene una obra de arte “funcional” llamada “El Gong”, que está considerada la mayor campana tubular del mundo, con sus 7,5m de longitud y un peso de 3 toneladas.
Lo que la hace más especial aún es que está conectada con el Hospital Universitario de Aarhus. Cuando nace un niño, los padres pueden apretar un botón allí y se envía una señal que hace sonar el gong.
Por cierto, si te perdiste el Museo de Møntergården en Odense, puedes visitar Den Gamle By, un museo al aire libre con 75 casas y negocios históricos y auténticos. En esta recreación de la vida en Dinamarca desde el siglo XVIII, también encontrarás actores representando a personas de la época, con los que podrás interactuar.
Datos prácticos
Recorrido del día: Odense – Aarhus
Kilómetros recorridos apx.: 143 km
Tiempo estimado (sin incluir visitas): 1h 37 minutos
Día 4: Aarhus – Aalborg
Salimos de Aarhus en dirección a Aalborg, sin ningún punto de parada intermedio y con una lluvia que nos atacaba ocasionalmente. Nos íbamos de una ciudad con edificios vanguardistas, pequeño casco histórico y puerto costero a una ciudad con edificios vanguardistas, pequeño casco histórico y puerto inside, pero a poco más de 100 km del punto más septentrional de Dinamarca, donde se juntan dos mares y que queríamos visitar.
El New York Occasions identificó a Aalborg como una de las 10 ciudades del mundo a visitar en 2019, situándola en el puesto 8. Edificios innovadores, como el Utzon Heart del mismo Utzon responsable de la Ópera de Sidney o la Sala de Conciertos con su atrevida fachada multiforme mirando al fiordo, le dieron un giro muy siglo XXI a un antiguo puerto vikingo.
Pero no todo es modernidad, en el mapa os he señalado una pequeña calle con encanto, Hjelmerstald. En pleno centro y a pocos metros de una zona muy comercial, tiene todo el aire de un pequeño pueblo danés.
Acercaos también al Castillo de Aalborg, que, construido como manzana de casas de entramado de madera, no parece una fortaleza del siglo XVI.
¿Te apetece una cerveza en native peculiar y native? Acércate al Mallorca Bar y puedes acabar jugando una amigable partida a los dardos con perfectos desconocidos.
Si os interesa el arte callejero en forma de enormes murales en laterales de edificios, algo que siempre llama la atención, os he dejado en el mapa los más céntricos para que les podáis echar un vistazo.
No lo había mencionado aún, pero si buscas alojamiento céntrico, amplio y moderno en Aalborg, échale un vistazo al MilleBo – Like Home Studio Apartment aquí. Ahora mismo cuesta sólo 101€ para dos personas pasar una noche en octubre en este amplio, cómodo y bonito apartamento con una capacidad máxima de 4 personas (tiene dos dormitorios con cama doble y un sofá cama).
Cerca de él hay un aparcamiento público (de pago), pero os he indicado otros dos aparcamientos en el mapa, los más convenientes para visitar el centro de Aalborg, por si os alojáis en otro sitio.
Aalborg es una ciudad muy compacta, si te alojas en el centro histórico sólo usarás el coche al llegar, al irte o si, como nosotros, exploras los alrededores.
Datos prácticos
Recorrido del día: Aarhus – Aalborg
Kilómetros recorridos apx.: 120 km
Tiempo estimado (sin incluir visitas): 1h 30 minutos
Día 5: Alrededores de Aalborg
Aalborg fue nuestro base para explorar el norte más al norte de Dinamarca. En nuestro quinto día de ruta, teníamos varias paradas muy interesantes que os contaremos ahora.
La primera, un majestuoso faro abandonado que fue trasladado varios metros para evitar que cayera a un precipicio, el Faro de Rubjerg Knude (Rubjerg Knude Fyr)
¡Muy importante!
No pongáis en Google Maps “Rubjerg Knude Fyr” ni Faro de Rubjerg Knude, porque os dará indicaciones para llegar a un camino privado que termina en una granja a unos cientos de metros del faro (luego os cube que caminéis, insisto, por propiedad privada). La señora de la granja que nos corrigió el rumbo es muy paciente con los que llegamos con el coche hasta la entrada, pero intentemos evitarle esa molestia.
Lo correcto, y así os lo he puesto en el mapa, es trazar la ruta hacia el Parkeringsplads. Desde allí, hay aproximadamente un cuarto de hora caminando hasta el faro.
Se construyó en 1900 y se levantaba 23 m sobre el terreno, pero las arenas de la duna viva que lo rodeaba llegaron a crecer tanto que tapaban su luz. Además, con una erosión que le roba a los acantilados unos 2 m cada año, el faro corría el peligro de acabar en el mar.
Y así fue como se decidió “levantarlo” de sus cimientos, subirlo a una especie de patines sobre carriles y, a una velocidad de 12 metros por hora, trasladarlo 70m hacia el inside, donde se calcula que estará seguro tres décadas más.
El faro, no funcional, está abierto al público y se pude entrar y subir hasta lo más alto del mismo, las vistas – y la sensación de abandono casi post-apocaliptico – merecen la pena.
Desde allí nos dirigimos hacia Grenen, la punta norte de Dinamarca. La zona está protegida por su riqueza pure, sus dunas, su vegetación y su fauna, además de que cuenta con los restos de varios búnkeres de la II Guerra Mundial. Aquí a principios de los años 40 llegaron a construirse 22 búnkeres permanentes y otras 23 instalaciones reforzadas, parte de la defensa de una estación de radar de la Armada Alemana.
Desde el aparcamiento, nos dimos un paseo entre dunas y restos de fortificaciones por el Arenal de Skagen. En esa ocasión no vimos ninguna foca, pero suelen ser visitantes frecuentes, así como otros animales marinos y pájaros.
Pero que los humanos visitan aquí es, además de lo anterior, un fenómeno de la naturaleza. A pocos metros de la punta de enviornment de Grenen, se juntan dos mares, Skagerrak (parte del Mar del Norte) y Katlegatt, el mar que baña a la vez las costas de Dinamarca y Suecia y que limita al sur con el Báltico.
El encuentro no es amistoso, a easy vista se aprecia la lucha de las olas de uno por imponerse sobre el otro. El espectáculo es único, pero también peligroso, de modo que aquí está prohibido bañarse.
El Faro de Skagen, al que nos acercamos después, protegía a los barcos del traicionero Arrecife de Skagen. Prolongándose hasta 4km mar adentro, las tormentas alteran su trazado de modo que lo hacían peligroso para el tráfico marítimo. Hoy alberga un pequeño museo, una cafetería y un Centro de Aves Migratorias.
De él nos fuimos a un tenting, pero sólo porque dejamos el coche a la entrada (period mayo y aún había poca gente, sino el parking correcto está indicado en el mapa), lo atravesamos y llegamos a otra zona de búnkeres junto al mar.
En esta hay un antiguo emplazamiento artillero en el que se “puede” entrar. Aunque no hay mucho que ver, es una sensación curiosa saber que hace 80 años los ojos que miraban al mar lo hacían para dirigir el fuego de los cañones. De hecho, la sensación aumenta si ponéis el mapa en modo “Satélite”, pues en esta zona se aprecian las geométricas líneas de las rocas ubicadas en el agua para protegerlos de ataques.
Con una última mirada hacia las dunas y un mar tan furioso como bonito, emprendimos camino de regreso a Aalborg.
Datos prácticos
Recorrido del día: Aalborg – Faro de Rubjerg Knude – (gasolinera Skagen Landevej, 91, Hjørring) – Grenen – Faro de Skagen – Búnkeres de Skagen – Aalborg
Kilómetros recorridos apx.: 252 km
Tiempo estimado (sin incluir visitas): 3h 25 minutos
Día 6: Aalborg – Roskilde
Tras cinco días recorriendo Dinamarca hacia el oeste y norte, el sexto día la ruta period de regreso, pero aún nos quedaban varias cosas que ver. Eso sí, este día sólo había una parada prevista, pero sabía que nos iba a llevar varias horas: Legoland Billund.
Efectivamente, nos pasamos más de dos horas y media en Legoland, un parque temático que gira en torno a Lego, las pequeñas piezas de construcción para niños. Con ellas se han hecho barcos y casas, bomberos y médicos, trenes y aeropuertos y todo lo que uno se pueda imaginar (sí, también naves de Star Wars.
En Legoland hay atracciones a las que subirse o en las que navegar, y todas, todas, están diseñadas como si se hubieran fabricado con piezas de Lego. Este parque se inauguró en 1968, en la misma localidad, Billund, donde se levantó la primera fábrica de Lego.
Pero probablemente la más fascinante atracción de Legoland Billund no es una en la que te puedas montar, sólo ver, y es Miniland. 20.000.000 de piezas de Lego se han usado para construir una zona en la que se reproducen en miniatura edificios, barrios, pueblos y ciudades, con trenes y barcos en funcionamiento.
Creedme, sólo con eso ya está amortizado el viaje.
Por cierto, la entrada a Legoland es gratuita para los niños menores de 2 años. Los niños desde los 3 años y los adultos pagan 429 DKK. El ticket del aparcamiento cuesta 60 DKK.
Y si queréis disfrutar de la entrada y el ambiente al máximo, de entre todos las opciones de alojamiento en Billund, resulta que tenéis tres hoteles Legoland para pasar la noche al lado mismo.
Son el Legoland Holiday Village (donde puedes elegir entre dormir en el motel, en una cabaña, en uno de sus tipis o en tu propia tienda o caravana), el Hotel Legoland (que incluso tiene una entrada privada al parque), y el Legoland Castle Hotel (con una temática de castillo de cuento, desde el edificio hasta el inside y las habitaciones).
La verdad es que se nos pasó volando el tiempo y retrasamos la salida tanto que, al llegar a Roskilde, paramos a la entrada de la ciudad a cenar en el Golden Gate Burger porque a esas horas prácticamente no quedaban restaurantes abiertos.
Datos prácticos
Recorrido del día: Aalborg – Legoland (Billund) – Roskilde
Kilómetros recorridos apx.: 442 Km
Tiempo estimado (sin incluir visitas): 5 horas
Día 7: Roskilde – Helsingor
Roskilde tiene un atractivo principal, su Museo de Barcos Vikingos, pero hay que que darle un voto a acercarse al centro y contemplar los preciosos edificios en la Plaza Stændertorvet.
Allí se celebra el mercado semanal y otros mercadillos, a la vista del antiguo ayuntamiento y del antiguo hospital, ambos convertidos en Centro Cívico.
Y no dejéis de visitar su famosa catedral, que además de ser llamativa por las espirales de sus torres, en ella reposan varios reyes y reinas daneses.
Pero volviendo al Museo de Barcos Vikingos, no sólo cuentan con el mayor barco vikingo del mundo, con una longitud de 37 m sino que están expuestos cinco barcos rescatados del fondo del fiordo. En el museo no sólo podemos aprender más sobre los vikingos, sino también sobre la relación de los daneses con el mar y subirnos a la recreación de dos barcos.
Aunque si de subirte a un barco hablamos, en el exterior del museo hay un astillero, donde se replican herramientas y técnicas de construcción vikingas, y un muelle, donde están amarrados cinco barcos vikingos allí construidos. En verano, se ofrecen paseos como tripulante (es decir, tendréis que remar) a bordo de ellos por el fiordo.
Puedes irte en tren a Roskilde (unos 30 minutos desde Copenhague) y hacer la visita por libre o también apuntarte a una visita guiada en español por el Museo Vikingo de Roskilde. Y recuerda que la entrada es gratis con la Copenhagen Card.
Al mediodía volvimos a subirnos al coche para ir a conocer uno de los castillos más bonitos de Dinamarca, el Castillo de Frederiksborg.
Tenéis más información práctica en nuestro artículo sobre cómo visitar el Castillo de Frederiksborg, pero os adelanto que es – probablemente – el castillo más bonito de Dinamarca, por dentro y por fuera. Construido en el siglo XVII sobre tres islotes de un lago, es el mayor edificio de estilo renacentista que podemos encontrar en los países nórdicos.
Fue residencia actual durante varios siglos, pero desde 1878 es la sede del Museo de Historia Nacional de Dinamarca, por lo que a las valiosas piezas del castillo (en su función de residencia actual), se han sumado miles de obras que reunen la historia danesa de los últimos 500 años. Por ello, reservad al menos 2 – 3 horas para visitar el castillo y sus jardines.
Para nuestra siguiente parada, sabíamos que tendríamos menos tiempo porque no podríamos entrar en el Palacio de Fredensborg. Lo sabíamos con adelantado porque este palacio (o castillo, aparentemente la palabra danesa “slot” puede significar ambas cosas), sí que sigue siendo residencia de los monarcas daneses en primavera y otoño.
Sólo existe un breve periodo de tiempo en el que se puede visitar Fredensborg Slot, y es el mes de julio, cuando la familia actual se encuentra en su residencia de verano principal, el Palacio de Marselisborg, en Aarhus. Pero el resto del año sí que se pueden recorrer los jardines que rodean al palacio, disfrutar de sus varias zonas y estatuas e incluso hacer un picnic.
Después de disfrutar nosotros también de un paseo por los jardines, volvimos a subirnos al coche hacia el destino donde dormiríamos las dos próximas noches, Helsingør.
Helsingør, también llamada Elsinore, es una ciudad portuaria al norte de la Región Capital de Dinamarca. A menos de 3 km en línea recta de ella se encuentra la costa de Suecia, y la ciudad de Helsingborg.
Las dos atracciones principales de Helsingør son el Castillo de Kronborg y el Museo Marítimo de Dinamarca, visitas que habíamos marcado en nuestra agenda para el día siguiente.
Datos prácticos
Recorrido del día: Roskilde – Castillo de Frederiksborg – Palacio de Fredensborg – Helsingør
Kilómetros recorridos apx.: 70 km
Tiempo estimado (sin incluir visitas): 1h 20 minutos
Día 8: Helsingør
Habíamos llegado a Helsingør al atardecer del día anterior, así que nos dio algo de tiempo para localizar un aparcamiento gratuito, cerca de los dos sitios que íbamos a visitar hoy. Bueno, tres porque “pasear por el centro” period la tercera visita, y este se encontraba apenas a 600 m de donde dejamos el coche.
Empezamos visitando el Castillo de Kronborg, que tiene el apodo de “El Castillo de Hamlet”, ya que Shakespeare se inspiró en este para crear el Castillo de Elsinore, donde transcurre esta obra. Podéis entrar gratis con la Copenhagen Card, que además os ofrece transporte gratuito desde Copenhague (está a sólo 45 minutos en tren).
He de decir que el Castillo de Kronborg es más bonito por fuera que por dentro, en mi private opinión. Hay que tener en cuenta que el castillo fue casi destruido en un incendio en 1629, que unos años después los suecos lo saquearon y que en 1785 dejó de ser residencia actual, para convertirse en cuartel del Ejército de Dinamarca.
En 1923 perdió esa función, se sometió a una profunda renovación y finalmente abrió sus puertas al público en 1938.
A pocos metros del castillo, se encuentra el interesante Museo Marítimo de Dinamarca (M/S Museet for Søfart), un espacio que cuenta la relación de los daneses con el mar a lo largo de los siglos. Nos pareció una visita muy entretenido y nos llamó la atención la unique forma de presentar un periodo dramático, los hundimientos de barcos mercantes durante la II Guerra Mundial.
Además de tener muchos espacios para que los niños jueguen y se diviertan, una característica unique de este museo marítimo es que se encuentra precisamente en un antiguo dique seco del puerto. De esta manera, el 99% del mismo es subterráneo, construido en torno al dique, que se mantiene vacío al aire libre y donde se encuentra la terraza de la cafetería en uno de sus extremos.
Daos un paseo por el centro de Helsingør, es una ciudad muy compacta y aún mantiene el aire de su riqueza pasada, fruto del comercio marítimo y de los impuestos cobrados a los barcos que atravesaban el estrecho.
Ah, y en el puerto no dejéis de acercaros al “Sirenito”, el moderno hermano mayor de la estatua de la Sirenita en Copenhague. Su nombre es “Han” (significa “él”) y está construido de acero brillante, de manera que se refleja el cielo, el mar y al espectador (si queréis una comparación cinematográfica, me recuerda al T-1000 de “Terminator 2: El Día del Juicio”).
Datos prácticos
Recorrido del día: Helsingør
Kilómetros recorridos apx.: n. a.
Tiempo estimado (sin incluir visitas): n. a.
Día 9: Helsingor – Aeropuerto de Copenhague
Nuestro último día en Dinamarca lo empleamos en llenar el depósito del coche en Helsingør y de allí conducir hasta el Aeropuerto de Copenhague, de donde despegamos en dirección a Madrid.
La distancia es de sólo 67 km así que unos 50 minutos después, cuando dejamos en el coche en el parking donde están las oficinas de las empresas de alquiler de coche, la aguja no se había separado del “Lleno”.
A pocos metros del parking hay una parada del autobús gratuito que os acerca hasta la terminal. Son sólo unos 800 m / 10 minutos de distancia, como referencia por si el autobús no está a la vista o queréis ir caminando.
Datos prácticos
Recorrido del día: Helsingør – Aeropuerto de Copenhague
Kilómetros recorridos apx.: 67 km.
Tiempo estimado (sin incluir visitas): 50 minutos
Mapa de nuestra ruta en coche por Dinamarca
Todos los lugares que mencionamos en este artículo, y algunos que no pero que son interesantes y hemos visitado, los tenéis en este mapa de qué ver en Dinamarca.
Los encontraréis como capas individuales, llamadas “Ruta en coche día…” y así tendréis día I, día II, and so forth.
En el mapa, veréis que la misma capa se usa para los últimos dos días de ruta. Llamada “Ruta en coche día VII/VIII”, obedece a haber alcanzado el número máximo de capas que permite Google Maps.
Una cosa importante, no sigáis nuestra ruta al pie de la letra. Adaptadla a vuestros propios gustos e intereses, o acortarla si tenéis menos días disponibles para viajar.
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” Fuentes www.viajablog.com ”