Unos 1.200 militares y un millar de funcionarios serán desplegados a lo largo de los próximos días para cubrir los puestos vacantes por la huelga que tanto agentes de fronteras como conductores de ambulancias han convocado en Reino Unido.
En una decisión muy criticada desde algunos sectores, el Gobierno del conservador Rishi Sunak se ha visto obligado a recurrir a las tropas para evitar que la situación en los aeropuertos durante las fiestas de fin de año y de los enfermos graves que necesitan un traslado no derive en el caos absoluto. Sin embargo, el propio jefe del Estado Mayor de las Fuerzas Armadas británicas, el almirante Tony Radakin, ha cuestionado el uso del ejército como un “servicio de repuesto”.
En una entrevista hoy con el dominical “Sunday Times”, Radakin subrayó que los militares deben “concentrarse en su papel primario” y consideró que sería “peligroso” tratarlos como “último recurso” en situaciones como las huelgas que afronta el país.
Está previsto que unos 10.000 trabajadores de ambulancias paren el 21 y el 28 de diciembre para reivindicar mejoras salariales. Su paro se unirá al convocado por el sindicato de enfermeras, RCN, el 20 de diciembre, tras el cual el gremio ha dado un ultimátum de 48 horas al Gobierno para cerrar una solución, sin la cual se celebrarán nuevas huelgas.
Mientras, los agentes de la Fuerza de Fronteras interrumpirán su trabajo durante ocho días, del 23 al 31 de diciembre, lo que podría producir importantes alteraciones en los viajes durante Navidad. (efe)
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