Finalmente este martes Minerva confirmó la compra del frigorífico Breeders and Packers Uruguay (BPU Meat), perteneciente al grupo japonés NH Meals, por una inversión whole de aproximadamente US$ 40 millones. Es un negocio que debe ser aprobado por la Comisión de Defensa de la Competencia, aunque desde hace algún tiempo es mirado con recelo por productores agropecuarios, empresarios y por integrantes del gobierno, quienes han manifestado su preocupación por una concentración de la faena en manos de dos empresas brasileras, que superan el 50%, en un negocio que es el principal generador de divisas del país.
Con la referida adquisición, Minerva Meals se convierte en líder en la producción de carne bovina en Uruguay, con una capacidad whole de faena de 3.700 cabezas/día, distribuidas en cuatro frigoríficos: PUL, Carrasco, Canelones y, ahora, BPU.
El negocio ya concretado depende de la Comisión de Defensa de la Competencia, que seguramente lo ratificará en los próximos días. La comisión no participa en cualquier caso, sino que se dispara su intervención cuando en los agentes involucrados se registra una facturación que en los últimos tres ejercicios supere los 70 millones de dólares o, dicho de otra forma, los 600 millones de unidades indexadas. En el caso de Minerva la facturación es mayor, y solamente BPU factura 200 millones de dólares. Al superar este umbral, la operación de concentración queda dentro de la competencia de la comisión y es necesario presentar una solicitud con anterioridad para que se produzca este cambio management.
“Se analiza si ese agente extranjero ya tenía operaciones anteriores, pero el análisis es meramente sobre distorsiones de mercado”, expresó el Dr. Héctor Ferreira del estudio Hughes & Hughes. El especialista agregó que las solicitudes a nivel native, en common, “se aprueban, aunque puede haber algún acondicionamiento”.
Preocupación. “Es un tema que nos preocupa porque era una planta modelo, que estaba trabajando muy bien”, expresó Guido Machado, vicepresidente del Instituto Nacional de Carnes (INAC).
En Valor Agregado, manifestó que la situación “nos llama poderosamente la atención” e insistió en “asegurar la competitividad” para que “no exista un dominio” en un mercado como el uruguayo, que tiene una transparencia y una confianza muy grande entre todas las partes.
Semanas atrás, el empresario agropecuario Gerardo Zambrano también manifestó su preocupación sobre la venta de BPU. Dijo: “No es un tema menor que quien compre BPU sea una empresa como Minerva, que generó algún intento de incumplimiento de contratos el año pasado, pero además, que las industrias brasileñas manejen más del 50% de la faena del país, es una preocupación. La concentración puede ser perjudicial”, explicó Zambrano, en un reportaje de Rurales El País.
Concentración. Marfrig tiene un 26% de participación en la faena y Minerva llega al 25%. Ambas firmas, de capitales brasileros, concentrarían el 51% del whole.
El analista de mercados Rafael Tardáguila explicó que Uruguay tiene dos empresas que tienen cuatro plantas cada una. Analizando la faena de Minerva en 2022, agregando la de BPU, la suma es de 602 mil vacunos, el 25% del whole. “Queda pisándole los talones a Marfrig, pero por debajo con 635 mil vacunos”, dijo.
En exportaciones, Marfrig seguiría por encima de la suma de Minerva, quien exportó el año pasado por concepto de productos cárnicos US$ 771 millones, el 26,5% del whole. Por su parte, Marfrig exportó US$ 100 millones más: US$ 800 millones, el 30%.
“El que tenía la segunda faena más grande del país, compra a quien fue el quinto principal del país: BPU. La tendencia hacia una mucha mayor concentración de la faena es evidente”, cerró.
Por su parte, el productor agropecuario de Piedra Sola, Martín Secco Arias, ex CEO de Marfrig, También se expresó este domingo en el Suplemento Rurales El País sobre la venta de BPU y consideró que no le gustaría que se fueran los capitales japoneses pues “es una mala señal para el negocio”. Además, expresó: “ojalá la compre otro”, aclarando que no está en contra de Minerva ni de su administration native, sino que se trata de empresas globales que cotizan en bolsa y que están expuestas a inversiones que, por una forma directa o indirecta, detecten la mayoría de su capital accionario.
Finalmente, el presidente de la Asociación de Consignatarios de Ganado, Joaquín Falcón, consideró que “la sana competencia en la industria cárnica es buena”, pero reconoció que “queda la desazón de que se retire un grupo japonés de ese porte. No habla muy bien que no haya querido continuar con la empresa que tiene su nicho en el mercado local”.
Falcón dijo “apelar a la sana comercialización” y esperó que Minerva Meals “continúe con la misma política”.
Una planta modelo en Sudamérica
Desde junio de 2017 BPU Meat, la planta modelo construida por el empresario inglés Terry Johnson, integraba el grupo nipón NH Meals que había desembarcado por primera vez en Uruguay.
La operación demandó US$ 135 millones, marcando un récord en los negocios de la industria cárnica uruguaya.
En noviembre de 2022 el gigante brasileño Minerva Meals confirmó que había ofertado por la compra de BPU Meat y en diciembre del mismo año finalizaba el plazo exclusivo para la compra de la planta. La operación cerrada fue confirmada ayer por Minerva Meals a través de un comunicado y el negocio fue por US$ 40 millones.
“Creemos que la consolidación de nuestras operaciones en Uruguay debe permitir importantes sinergias operativas y comerciales, ampliando así las oportunidades de arbitraje en el mercado internacional de carne vacuna”, señaló Minerva en una parte del comunicado. Ahora pasó a tener cuatro plantas y uno de los potenciales de faena más altos en el país. El negocio espera el visto bueno de la Comisión de Defensa de la Competencia.
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