Lo que pasa en el crucero swinger se queda en el crucero swinger. Pero si el barco amarra en el Puerto de Buenos Aires, como en la mañana de este viernes, y desembarcan pasajeros con hambre de probar nuestro bife lomo o entrelazarse en una paso de Tango, hubo algunas filtraciones.
Si no fuese por esos comentarios, el amarre del Azamara Portsuit, tras su paso por Punta del Este, hubiese sido tan sigiloso como la práctica por la que embarcaron esos 564 pasajeros: el intercambio de parejas.
“Te puedo decir que es de lujo, que fue regenteado por la empresa, que también hace cruceros gays y para solos y solas. Alquilan el barco y lo traen. Obviamente, nosotros no preguntamos ‘¿Qué pasa adentro?’. Mientras no tengan antecedentes… pueden entrar. Nos enteramos acá que era un barco así. Por ustedes. Sabemos que todos son mayores de 21 años y que es un crucero sólo para swingers”, dijo a Clarín un importante administrativo de la terminal de cruceros Quinquela Martín.
Ni siquiera él tuvo acceso al playón interno donde, pasadas las 9, las parejas subieron a micros que los llevaron a recorrer la ciudad y a hacer los famosos excursions de día.
La mayoría eran estadounidenses y mexicanos, pero también había pocos argentinos y algunos alemanes. Se estima que este público es más joven que el que embarca en un crucero convencional, sub 60.
El primer crucero swinger que llega a la Ciudad, que en realidad es un buque “boutique” de la compañía noruego-estadounidense Azamara Membership Cruises, fue contratado en forma de chárter por la empresa estadounidense SDC (Search, Uncover y Join) que se encargó de toda la logística del viaje desde Estados Unidos.
Se embarcaron en Río de Janeiro para pasar fin de año frente a la costa de Brasil. Navegaron hacia el sur hasta Punta del Este, breve paso por Montevideo, y el destino last fue Buenos Aires, donde pasarán una noche antes de subir al avión de regreso.
En la página de SDC definen ser swinger como un comportamiento y una identidad. “Desde el punto de vista del comportamiento, significa que estás en una pareja, o sos una persona soltera, que vive una vida con múltiples parejas ocasionales”, explican.
En este caso, el deseo sobre agua se sentía desde el nombre del viaje: “Desire Rio NYE 2022”.
En su categoría está calificado con 5 estrellas y media, entre excelente y excepcional. No hay detalles sobre cuánto salió esta vez (varían los comentarios entre los 4.000 a los 10.000 dólares por persona), pero comprar un pasaje en basic (no temático) en 2023 arranca en 1.722 dólares.
El crucero que contrataron en este viaje fue de 8 noches y 9 días completos donde se les aseguró que explorarían “costas exóticas, echarán un vistazo a las celebraciones locales y disfrutarán de las comidas festivas”.
Para las cubiertas abiertas y las áreas de la piscina el uso de ropa es opcional. Se ofrecen Meet & Greets para ayudar a romper el hielo y conocer nuevas parejas, seminarios que “educan y te permiten explorar nuevas áreas del estilo de vida” y noches temáticas.
Pispeando a bordo
“Subieron los inspectores de Migraciones, pero llegaron hasta el lobby. El barco termina el recorrido hoy. Y el funcionamiento es el normal de un crucero. Tiene tres recaladas más acá (el recambio en la terminal Quinquela Martín) pero no sabemos si ahora suben familias o swingers”, detallaron a Clarín ahí mismo, desde la Administración Common de Puertos (AGP). Son quienes habilitan el ingreso a nuestras aguas y reservan el amarre.
“Es un crucero chico. Acá pueden tener 3 mil metros y este tiene ciento y pico. Son cruceros caros, de poca gente“, agregan, para dar a entender que “sólo el dato de color” es lo que alteró la jornada laboral.
Swingers en la Ciudad
“A las 12.30 van a almorzar a Puerto Madero y van a tener una tango lessons (clase de tango). Mucho más que eso no sé, porque no tenemos contacto con lo que pasa adentro del barco”, comentó a este diario Macarena, una de las guías de la agencia de turismo Furlong.
“Por acá no van a salir, eso seguro”, advirtió, con la remera roja de la compañía y un cartel impreso que decía el nombre del barco. Y se cumplió.
No se avistaron swingers saliendo por la Av. Ramón Castillo.
La excepción en “el afuera” fue un grupo, muy reducido, que desde otra salida tuvo que cruzar la avenida para subir a un micro. Y no quisieron dar declaraciones.
El clima period de ansiedad y de ganas de ver un Gran Hermano Swinger a través del relato de los protagonistas. No pasó. Pero cámaras y ojos, sin duda que había.
Además de la atenta mirada de periodistas, fotógrafos y móviles de televisión haciendo guardia (y de los taxistas y choferes que querían cobrar algún viaje en dólares) se sumaron varios cruceristas curiosos.
Preguntaban “¿Están por el crucero del Emir de Qatar?” o venían más informados: “Me dijeron que con nosotros llegaba el barco swinger, miré adentro pero no vi nada que me haga identificarlos“.
Una pareja de argentinos decía que esperaban a otra de alemanes de ese barco y que la habían conocido por las redes. Que los iban a llevar a pasear y a disfrutar del “swinging”. Pero desaparecieron después de la última entrevista.
También estaban los “cruceristas decepcionados”, por no ser foco de la nota. Como una madre y su hija que recién bajaban del MSC y querían contarle detalladamente a este diario lo bien que la pasaron, aunque no tengan nada que ver con las prácticas vinculares sexoafectivas que sucedían en el navío de al lado.
Es que otros dos cruceros, digamos, no temáticos, llegaron casi juntos. Los buses turísticos rojos de la Ciudad no paraban de entrar y salir del playón. Pero los swingers ya venían con excursions contratados.
Argentina, en una mañana y en la Ciudad, mostró la recuperación turística portuaria que arrancó en octubre. Se espera el arribo de más de 700 cruceros y el flujo de 700.000 turistas y 100.000 tripulantes.
También sigilosos, los swingers se irán de Argentina este 7 de enero.
AS
” Fuentes news.google.com ”