El sector fue uno de los más golpeados con la imposición de la cuarentena, pero la afluencia de socios mejoró este año. Escenario y perspectiva
Al igual que ha ocurrido con todas las actividades que implicaban el encuentro presencial, los gimnasios están entre los segmentos que recibieron de lleno el golpe de la pandemia, la implementación de la cuarentena, y el desplome de la economía. El combo resultó deadly para el rubro: según fuentes del segmento, sólo en el último año bajó la persiana casi el 20 por ciento de los establecimientos. Previo a la pandemia, el nicho estaba conformado por más de 6.000 sitios de entrenamiento distribuidos en todo el país.
Con escaso o, en muchos casos, directamente nulo acceso al crédito, muchos emprendimientos no alcanzaron a ver la luz del ultimate del aislamiento obligatorio. Sin embargo, tras la salida el camino tampoco fue de rosas para los sobrevivientes: con el rebrote de Covid-19 de principios de enero volvió a mermar la afluencia de público y restableció la incertidumbre entre los actores de ese ámbito.
Por fortuna, la baja en la demanda resultó ser breve y desde mediados del primer mes de 2021 a esta parte los gimnasios están recuperando socios más allá de la vigencia de pautas que, como en el caso del aforo del 30 por ciento, limitan la ocupación en los salones.
Las compañías del sector ahora enfrentan el desafío de obtener la continuidad del programa Ahora 12, que vence el 31 de marzo y viene acercándole oxígeno financiero a toda la actividad. El programa en cuestión permite que los gimnasios adelanten ingresos y, desde esa posibilidad, cercena el drama del mayor endeudamiento.
En paralelo, los gimnasios reclaman ser considerados auxiliares de salud, algo lógico en virtud del servicio que prestan, en lugar de seguir catalogados como lugares de entretenimiento. La modificación también les permitiría a las compañías acceder a otras formas de financiamiento en un año que arrancó con la quita de los ATP oficiales, una opción que ayudaba a cubrir el 50 por ciento de cada sueldo.
“Los siete meses cerrados en Capital Federal fueron dramáticos para los gimnasios. Con la reapertura de fines de octubre y principios de noviembre empezamos a notar una vuelta paulatina de los socios. Sobre todo por parte de los más jóvenes. Eso marcó un primer crecimiento tras el lapso complicado de la cuarentena”, dijo a iProfesional Raúl Wainraich, director comercial de Megatlón.
“Luego vino la situación del pequeño rebrote de enero eso volvió a frenar drásticamente el regreso que se venía notando. Después del 15 de ese mes, por fortuna, se reinició la vuelta. Hoy el promedio de actividad y afluencia varía según la zona de la Ciudad. En el microcentro puede ocurrir que algunos gimnasios estén hoy con el 20 por ciento de sus socios, mientras que en otros barrios el porcentaje suba a 60”, afirmó.
Según el entrevistado, la efectividad del protocolo implementado por los actores de la actividad, que incluye desde el aforo mencionado hasta la sanitización permanente de los espacios, pasando por el distanciamiento, el uso obligatorio de barbijo y la reserva de turnos, entre otras medidas, viene dando los mejores resultados.
“No hemos tenido un solo caso de contagio de Covid-19 dentro de un gimnasio. Y esto siendo que, en nuestro caso, desde la vuela llevamos acumulados 1,5 millones de entrenamientos. Tenemos implementada la trazabilidad de las actividades que realizan los socios, qué tipo de actividades efectúan, los espacios que utilizan. Hasta ahora la efectividad ha sido total”, enfatizó.
Desde mediados de enero a esta parte el retorno de los socios viene consolidándose como tendencia.
Adaptarse a la nueva etapa
Wainraich sostuvo que el escenario de viajes acotado por las disposiciones vigentes para viajar, que redundó en una menor migración de porteños durante los meses de verano, permitió al sector mejorar sus números durante el primer bimestre.
“En nuestro caso, incluso tuvimos un mejor febrero en comparación con enero. Algo que nunca pasaba. Que la gente no haya viajado tanto fuera de Capital Federal claro que colaboró. También el inicio de clases, que reordenó la rutina familiar y restableció los espacios de tiempo para que madres y padres puedan volver a entrenar“, expresó.
El directivo mencionó al programa Ahora 12 como una de las herramientas que acercó cierto alivio a las empresas del rubro. “Fue fundamental como alternativa de financiación. De esa forma se sobrellevaron mejor los momentos de escasez financiera. Con el adelanto de ingresos se pudo afrontar los gastos de, por ejemplo, implementar el protocolo necesario para la vuelta de la actividad”, señaló.
“Este año será muy duro porque ya no tenemos la opción de los ATP para afrontar parte del pago de los sueldos y no se sabe qué pasará con los REPRO en términos de continuidad. Por eso esperamos que Ahora 12 sea renovado tras el vencimiento que ocurrirá a fines de este mes”, agregó. Wainraich también expuso que el sector espera que los organismos estatales consideren a los gimnasios como actores de la salud.
A fin de mes vence el programa Ahora 12, herramienta que aportó alivio a los gimnasios.
“La cámara que integra a los gimnasios está trabajando con los organismos en ese sentido. Somos un sector en crisis y estamos atentos a lo que pueda ocurrir con el escenario de contagios. Si ocurre lo que se menciona como segunda ola y se decide un nuevo freno general, el soporte financiero que necesitará el sector será enorme para que no ocurran cierres”, dijo.
Megatlon, junto a Fiter, su línea de operación “low cost”, suma 41 centros de entrenamientos distribuidos entre Buenos Aires, el conurbano bonaerense, Rosario y Córdoba. La compañía, que se prepara para iniciar las obras de desarrollo de su primer gimnasio Fiter en Montevideo, Uruguay, brinda trabajo directo a más de 1.500 personas en la Argentina.
” Fuentes www.iprofesional.com ”