El sur de Francia, a tocar de la frontera española, alberga aldeas, pueblos y pequeñas ciudades con un rico patrimonio arquitectónico. Situadas a orillas del Mediterráneo, asomadas al Atlántico o en el corazón de los Pirineos, las localidades de esta selección maravillan con su legado medieval y sus tradiciones montañesas o pescadoras. Conviene dedicar un día a cada una para disfrutar con sus iglesias románicas, murallas, torreones y plazoletas rodeadas de casas con entramado de madera, y después explorar sus alrededores con vistas a montañas míticas o al profundo azul del mar.
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