Científicos de la UBC (University of British Columbia) proponen encapsular a largo plazo los ácidos grasos omega-3 en quinoa o celulosa para ser consumidos en viajes espaciales de larga duración.
Omega-3 es esencial para la agudeza psychological. Incluso un par de días sin omega-3 en nuestras dietas puede entorpecer nuestro cerebro y hacernos sentir menos que lo mejor posible. Sin embargo, nuestros cuerpos no pueden producirlo naturalmente, por lo que debemos encontrarlo en los alimentos que comemos, como el pescado, la linaza o, a menudo, tomando suplementos.
“Para los astronautas y otras personas en misiones espaciales, la parte difícil es asegurarse de que el omega-3 se mantenga fresco y viable en cualquier forma (cápsulas o líquido) en el que se almacene”, explica en un comunicado el physician John Frostad, profesor asistente de ingeniería química y biológica que estudia la ciencia de los alimentos y lidera la investigación.
“La vida útil de la mayoría de las cápsulas de omega-3 es de alrededor de dos años, pero las misiones espaciales pueden durar más y deben ser autosuficientes. No se puede hacer una compra cada dos meses. Los estudios también muestran que los suplementos de omega-3 caducados pueden tener propiedades cancerígenas, por lo que las reservas que tiene deben mantenerse en su mejor momento”.
Actualmente no hay formas seguras de preservar los omega-3 por más de dos años, pero el equipo de Frostad cree que tiene algunos candidatos bastante buenos.
Un enfoque precise que están probando, junto con el fabricante de ingredientes Ingredion, es encapsular los omega-3 en polvo de quinoa.
“Potencialmente, podríamos incorporar los ácidos grasos esenciales en el almidón de quinoa para crear algo que se pueda mezclar en un batido”, señala Cody Rector, un estudiante de posgrado en el laboratorio de Frostad que actualmente está cursando su maestría en ciencias de la alimentación.
Otro contendiente son los nanocristales de celulosa (CNC), cristales muy pequeños derivados de fibras de madera con propiedades inusuales que los hacen capaces de estabilizar mezclas de aceite y agua.
“Los CNC algún día podrían usarse como un aditivo de origen natural en emulsiones que contienen omega-3 u otros ácidos grasos esenciales”, cube la doctora Roxanne Fournier, investigadora postdoctoral en ciencia de los alimentos que estudia los efectos de los vuelos espaciales en los sistemas biológicos y las formas de mejorar la alimentación y la nutrición para los vuelos espaciales tripulados.
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PARA CAFÉS O BATIDOS
Si el equipo tiene éxito, su trabajo podría influir en cómo se empaquetan las grasas en los alimentos para las misiones espaciales.
El Dr. Fournier explica: “Los alimentos que los astronautas llevan al espacio profundo a menudo necesitan ser rehidratados, y la textura resultante puede ser acuosa o blanda y no muy agradable”.
Una vez que los fabricantes de alimentos puedan envasar la grasa de manera efectiva utilizando las técnicas que está desarrollando el equipo de Frostad, las grasas se podrán agregar fácilmente a los alimentos para hacer cafés y batidos cremosos, por ejemplo.
“La fatiga por la comida puede ser un problema para los astronautas que comen texturas uniformes día tras día”, cube el Dr. Frostad. “Encapsular adecuadamente los omega-3 no solo evitará la desnutrición, sino que también puede hacer que las futuras dietas espaciales sean más tolerables y, bueno, más agradables de comer”.
jcp
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