Hace millones de años, el contacto del agua con la piedra caliza y dolomítica dio lugar a los lagos, cuevas, cascadas y bosques que ocupan la mayor parte de los Balcanes, un paraíso del karst. En Croacia, dejó su huella con una de las maravillas naturales más espectaculares del mundo: el Parque Nacional de los Lagos de Plitvice, donde el agua del río Korana salta entre la zona de los lagos superiores y los inferiores creando un precioso juego con la roca y la vegetación. En total son dieciséis los lagos visibles que ocupan el corazón del parque nacional croata, que se extiende a lo largo de 300 km2. Doce están en la zona superior y cuatro en la inferior, y se conectan entre sí a través de saltos de agua.
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