Un “código de conducta aplicable” es lo que el Comité Judicial del Senado pide para los jueces de la Corte Suprema. El senador de Illinois, Dick Durbin, quien preside el ente, aseguró que durante muchos años han pedido la creación de reglas de ética codificadas que logren prohibir comportamientos como el del juez Thomas.
El jueves 6 de abril, la organización de periodismo de investigación sin fines de lucro, ‘ProPublica’, dio a conocer que durante más de 20 años el juez de la Corte Suprema, Clarence Thomas, ha aceptado viajes de un multimillonario de Dallas, Harlan Crow.
El informe revela que Thomas habría partido de vacaciones en los yates de Crow por todo el mundo. Además, que supuestamente voló en su jet y que, comúnmente, pasa por lo menos una semana cada verano en el resort privado del magnate en Adirondacks, en el noreste del estado de Nueva York.
Los viajes no fueron informados a las autoridades por el juez y violan la ley que estipula que los magistrados y otros funcionarios federales revelen la mayoría de los regalos que reciben.
La Corte Suprema no respondió de inmediato a la solicitud de los legisladores.
Por su parte, Thomas no ha contestado a las preguntas de ‘ProPublica’ sobre los viajes, mientras que Crow le dijo a la organización de periodismo que el juez “nunca pidió nada” y que las veces que estuvieron de viaje juntos no le brindaron “una hospitalidad diferente” a la que le han dado a sus “muchos otros queridos amigos”.
“Tampoco nunca tratamos de influir en el juez Thomas en ningún tipo de asunto legal o político”, añadió el multimillonario para defenderse de las acusaciones.
Este viernes, Thomas declaró que no estaba obligado a revelar información de los viajes y argumentó que sus colegas de mayor nivel en el Tribunal Supremo y otros poderes judiciales le dijeron que “este tipo de hospitalidad personal de amigos personales cercanos, que no tienen negocios ante la Corte, no era algo de lo que se pueda denunciar”.
“Como amigos, (mi esposa y yo) nos hemos unido a ellos en una serie de viajes familiares durante más del cuarto de siglo que los hemos conocido”, señala Thomas en un comunicado.
Según la ley estadounidense, los magistrados del Alto Tribunal deben compartir un informe financiero anual, en el que enumeren los regalos que han recibido.
Sin embargo, hasta este punto, los expertos en ética han entregado puntos de vista contradictorios sobre si el juez Thomas estaba o no obligado a revelar los detalles de sus viajes en estas últimas dos décadas.
Para Rafael Peñalver, analista político y abogado constitucionalista de EE. UU., la Corte Suprema solo funciona por su propio prestigio.
“Los poderes de la Corte ni siquiera están enumerados por la Constitución y tampoco se requiere que tenga un código de ética (…) Pero aunque no haya un reglamento directo, sí hay una violación de la confianza que el pueblo estadounidense pone en los jueces del Supremo Tribunal”, sentenció para France 24.
Rafael Peñalver: ‘Al aceptar esos regalos, el juez Thomas violó la confianza del pueblo’
El senador de Maryland, Chris Van Hollen, dijo en un comunicado que la confianza de los estadounidenses en la Corte Suprema se está “hundiendo debido a este tipo de conducta”.
Mientras que el legislador en el Senado de Rhode Island, Sheldon Whitehouse, sentenció que el Tribunal Supremo “ha perdido su brújula ética”. Y añadió: “No es de extrañar que el pueblo estadounidense esté perdiendo la fe en la idea de que pueden obtener un trato justo ante el tribunal más alto de la nación, cuando ven a un juez de la Corte Suprema desobedeciendo abiertamente las reglas básicas de divulgación para hablar con multimillonarios en secreto”.
Para Peñalver, todavía es temprano para dar veredictos finales. “Hay que revisar si en realidad hubo algún tipo de violación (por parte de Thomas)”, argumenta.
“Específicamente los jueces de la Corte Suprema no deben declarar si se quedan en casa de amigos o si son invitados a almuerzos y como es una rama independiente del Gobierno norteamericano, las otras dos ramas no pueden imponer condiciones a la Corte Suprema, porque ésta se gobierna a sí misma”, explica el experto.
Precisamente en marzo, el poder judicial federal reforzó los requisitos de divulgación para todos los jueces. Sin embargo, en la nueva reglamentación siguen exentas de hacer públicas las casas de vacaciones personales que sean propiedad de amigos o conocidos cercanos.
El año pasado, surgieron preguntas sobre la ética de Thomas cuando se reveló que no se alejó de los casos electorales después de las elecciones de 2020, a pesar del hecho de que su esposa, una activista conservadora, se acercó a los legisladores y a la Casa Blanca de Trump para instar a desafiar los resultados de los comicios.
Con Reuters, AP y medios locales
” Fuentes amp.france24.com ”