CIUDAD DE MÉXICO (apro). – A partir de 2014 se registró en el municipio de Pesquería, Nuevo León, una explosión industrial de coreanos, al punto de que al lugar le comenzaron a llamar, en tono de burla, “Pescorea”.
El growth llegó a otras ciudades del área metropolitana de Monterrey, como Apodaca y San Pedro, formando comunidades coreanas con costumbres y cultura muy distintas a la de los neoleoneses e incluso, algunos no saben hablar español, informó BBC Mundo.
Por eso, el hijo de Juana María, una mujer que vende ajo negro, mandó a hacer un letrero para anunciar la venta de este condimento en los idiomas español y coreano, usando el traductor de Google.
“Antes de que llegaran los coreanos esto era desértico, no pasaba nada, ni las lagartijas querían pasar por aquí”, dijo Juana María, quien tiene su puesto de venta de ajo negro a las orillas de la carretera que comunica a Pesquería con Monterrey.
BBC Mundo viajó a Pesquería y encontró, además de Juana María, a una joven youtuber que tiene millones de seguidores al comparar, con humor, las diferencias culturales entre los coreanos y los neoloneses, como los comerciantes que aprovechan las sequence y la música coreana para vender sus productos o emprendedores coreanos que vieron en México la oportunidad de emprender su propio negocio.
“Personas como ellos han contribuido a que, en los últimos años, en el área metropolitana de Monterrey se note la influencia coreana en tiendas, restaurantes, escuelas, peluquerías, iglesias y puntos de encuentro donde estos migrantes construyen su nueva vida”, indicó BBC Mundo.
Estos coreanos empezaron a llegar a México en 2014, cuando se instaló la compañía automotriz Kia México. Después se instalaron constructoras, proveedoras de insumos y de ingeniería que ocuparon terrenos deshabitados y generaron miles de empleos.
Hay peluquerías, supermercados, restaurantes, agencias de viaje, academias de idioma coreano y de taekwondo, tiendas de cosméticos Okay-beauty y oficinas de abogados que tienen sus avisos en idioma coreano.
Hasta hay una iglesia evangélica para la comunidad coreana y una escuela para niños coreanos en el municipio de Guadalupe.
Para BBC Mundo este fenómeno responde a la influencia que han tenido películas como Parásito (Óscar a la mejor película 2020), las telenovelas coreanas y el Okay-Pop.
” Fuentes www.proceso.com.mx ”