Su belleza, la diversidad y singularidad de especies animales y vegetales que alberga, además de su origen volcánico, hicieron de ese territorio de más de 200 islas e islotes un lugar único, declarado el primer Patrimonio Pure de la Humanidad.
El archipiélago, conocido también como Islas Encantadas, se ubica aproximadamente a 970 kilómetros de las costas de Ecuador y constituyó paraje de visita e investigación del naturalista Charles Darwin, quien desarrolló su teoría de la evolución con observaciones de la vida silvestre en las islas.
Iguanas marinas y de tierra, tortugas gigantes, piqueros de patas azules, leones marinos, pingüinos, los pinzones de Darwin y el halcón de Galápagos son algunas de las especies autóctonas de ese paraíso, considerado uno de los mejores destinos turísticos del mundo.
En la parte continental de esa nación andina se encuentra la capital, Quito, catalogada como Patrimonio Cultural de la Humanidad.
La llamada ‘Carita de Dios’ se yergue entre montañas y volcanes, y acoge uno de los centros históricos mejor conservados de América Latina y el mayor de la región sur.
Con una arquitectura que conjuga el arte barroco con el de indígenas locales, 40 iglesias y capillas, así como 16 conventos y monasterios de las órdenes católicas más importantes distinguen esa parte de la ciudad.
Entre sus edificaciones más emblemáticas están el Palacio de Carondelet, sede de la Presidencia de la república, la Plaza de la Independencia, la Catedral Metropolitana de Quito, el Convento de San Francisco, la Basílica del Voto Nacional y la Iglesia de la Compañía de Jesús.
Ubicada sobre la línea del Ecuador y atravesada por Los Andes, la urbe también se conoce como la ‘Luz de América’, denominación dada por el cineasta Diego Arteaga.
La Virgen del Panecillo, única de su tipo con alas, y el proyecto del Metro, modo de transporte más moderno del país, previsto para los primeros meses del próximo año, son otros rasgos distintivos.
Quito es además cuna de la Capilla del Hombre, complejo monumental en homenaje al ser humano, sus dolores y anhelos, construido por el ‘Pintor de Iberoamérica’, Oswaldo Guayasamín, mientras que otro de sus sellos, sin lugar a dudas, lo constituye la Ciudad Mitad del Mundo, donde se encuentra marcada la línea equinoccial, la cual divide los hemisferios Norte y Sur.
(Tomado de Orbe)
” Fuentes www.prensa-latina.cu ”