En Egipto se está llevando a cabo la 27ª Conferencia de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático (COP27) en que proponen que los países tomen medidas para eliminar la producción de gases nocivos al clima. Entre dichas propuestas están la reducción de la producción ganadera bovina y la disminución de la siembra de algunos alimentos, como el arroz y otros cultivos. Los especialistas que asisten al encuentro han mostrado los peligros de que la humanidad siga aumentando la emisión de gases que afectan al cambio climático sobre el nivel precise. Y han dado como ejemplo que el calentamiento global avanza más rápido en Europa frente al promedio mundial, y que allí, se superarán los umbrales críticos del ecosistema y afectarán a más personas produciendo trastornos de salud.
En los sectores productivos de nuestro país existe la preocupación de que el Gobierno, que tiene representantes en el encuentro, pueda llegar a suscribir en algún momento esos acuerdos y se afecte a la producción nacional, con las pérdidas económicas que podrían acarrear. Hasta ahora no existe una definición oficial en la materia, aunque sí opiniones de un ministro.
Las autoridades nacionales no deben aceptar ningún acuerdo ni firmar compromisos que afecten negativamente a la producción agropecuaria del país. El Paraguay no tiene los mismos riesgos que sufren otros países, porque su producción de gasoline de efecto invernadero es mínima. Tiene la ventaja de poder ampliar sus bosques y tomar otras medidas para contrarrestar el mal que están sufriendo algunas naciones de otros continentes.
El ministro de Agricultura y Ganadería, Moisés Bertoni, ha salido al paso para señalar que en el encuentro sobre el cambio climático de la ONU (COP 27) en Egipto nuestro país no suscribirá ningún acuerdo que pueda afectar a la producción ganadera nacional. Lo cual produce tranquilidad en los sectores afectados. Manifestó que el Paraguay tiene la posición firme de no suscribir ningún documento ambiental que ponga en riesgo el sistema productivo en el territorio nacional.
Explicó que el propósito de varios sectores en el mundo es reducir en un 30% la producción de metano, principalmente en el sector ganadero, y del arroz, lo que incidirá en la actividad agropecuaria nacional de ser parte del acuerdo, afectando al desarrollo económico del país.
“Primero, Paraguay es un país que no emite y no tiene gases de efecto invernadero, y no tiene sentido hacer un compromiso sobre un problema que no creamos nosotros. Paraguay emite 0,9% de gases de efecto invernadero. Por eso no vemos por qué tendríamos que unirnos, si prácticamente no estamos emitiendo”, aseveró el ministro. Con relación a los factores ambientales que acrecentaron el cambio climático, afirmó que los sectores ambientalistas quieren hacer responsable a Paraguay de un problema que no precisamente se originó en el país.
Las declaraciones de Bertoni son claras. Pero no se tiene conocimiento de la postura oficial del Poder Ejecutivo, si aceptará o no finalmente las imposiciones internacionales debido a las presiones que ejercen muchos gobiernos que tienen importantes convenios económicos con Paraguay, como los miembros de la Unión Europea. El Gobierno no debe transigir ante las exigencias que no le convienen al país, ya que no puede sacrificar su desarrollo económico por seguir la agenda de los países contaminantes. El Paraguay es soberano y no tiene por qué admitir decisiones que le perjudican.
Debe ir mucho más allá y activar una fuerte política que implique la detención de prácticas que significan la pérdida de bosques, con medidas que se cumplan efectivamente, aplicando castigos a los que depredan la naturaleza. Cosa que debe estar acompañada de una decidida campaña de reforestación con estímulos y propuestas que ayuden a disminuir la emisión de gases dañinos. Más de 140 países del mundo acordaron en el encuentro de Glasgow el año pasado detener la pérdida de bosques y la degradación de la tierra para el 2030. El Gobierno debe aplicar también políticas que apuntan a la adaptación de los cultivos al cambio climático y no a la disminución. Tiene que prepararse con medidas legales y económicas que ayuden a evitar trabas a las exportaciones nacionales y otras sanciones posibles que eventualmente podrían adoptar las naciones firmantes porque no suscribe los acuerdos que le quieren imponer.
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