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El obispo salesiano de Timor Oriental, un país ubicado en una isla del Sudeste asiático, y premio Nobel de la Paz, Carlos Ximenes Belo, fue acusado de que abusó sexualmente de niños en los años 80 y 90; ante lo que el propio Vaticano reconoció que lo disciplinó en secreto hace dos años.
El reconocimiento del Vaticano se produjo después de que dos hombres confesaron que Belo los violó cuando tenían 14 y 15 años, aprovechándose de su posición de poder y de su prestigio ethical, según reportó la revista holandesa De Groene Amsterdammer.
Los hombres señalaron que creían que Belo había abusado sexualmente de otros niños en Timor Oriental, debido a que notaron que había gente que buscaba niños para llevarlos con él. De Groene Amsterdammer señaló que tenía evidencia al respecto.
El obispo Belo obtuvo reconocimiento internacional por sus esfuerzos para promover el respeto de los derechos humanos y la autodeterminación del pueblo de Timor Oriental durante la ocupación de Indonesia y recibió el premio Nobel de la Paz en 1996 por su búsqueda de una vía no violenta para la independencia de este país.
Según De Groene, los primeros cargos contra el obispo salesiano surgieron en 2002. Ese mismo año, Juan Pablo II, quien estaba al closing de su pontificado, aceptó la renuncia de Belo como administrador apostólico de Dili, en Timor Oriental, “de conformidad con el canon 401, párrafo 2 del Código de Derecho Canónico”.
“Se ruega encarecidamente a un obispo diocesano que se haya vuelto menos capaz de cumplir su oficio debido a enfermedad u otra causa grave que presente su renuncia a su cargo”, señala dicho lineamiento.
En 2003, Belo partió de Timor Oriental hacia Portugal. En junio de 2004 fue designado como “asistente de los sacerdotes” en Maputo, Mozambique, donde se dedicó a la enseñanza del catecismo. Luego, regresó a Portugal.
Según declaraciones del obispo Norberto Do Amaral, presidente de la Conferencia Episcopal de Timor Oriental, también informadas por De Groene, Belo está sujeto a restricciones de viaje impuestas por el Vaticano.
Sobre este último punto, el director de la Oficina de Prensa del Vaticano, Matteo Bruni, emitió un comunicado en el que señaló: “La Congregación para la Doctrina de la Fe se vio involucrada por primera vez en este caso en 2019. A la luz de las acusaciones que recibió sobre el comportamiento del obispo, en septiembre de 2020 la Congregación le impuso ciertas restricciones disciplinarias.
“Estos incluían limitaciones a sus movimientos y al ejercicio de su ministerio, la prohibición del contacto voluntario con menores, de entrevistas y contactos con Timor Oriental”. A lo que agregaron: “En noviembre de 2021 se modificaron y reforzaron estas medidas. En ambas ocasiones, las medidas fueron formalmente aceptadas por el obispo”.
Agencias de información señalan que hasta ahora no han obtenido un posicionamiento de parte del obispo galardonado con el Premio Nobel en 1996 al respecto de este caso.
Con información de Reuters y Vatican Information
” Fuentes www.radioformula.com.mx ”