En la actualidad, la industria de alimentos procesados está experimentando un auge sin precedentes a nivel mundial. Según un reciente análisis realizado por la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo (UNCTAD) y la Organización Mundial de la Salud (OMS), se ha evidenciado un crecimiento significativo en el comercio de estos productos en los últimos años.
Uno de los hallazgos más sorprendentes de este estudio es la creciente demanda de alimentos procesados en los países en desarrollo. Tradicionalmente, se creía que este tipo de productos eran consumidos principalmente en países desarrollados, pero las cifras muestran que cada vez más personas en países en desarrollo están optando por alimentos procesados.
Este cambio en las preferencias de consumo está impactando no solo en la economía mundial, sino también en la salud de las poblaciones. Los alimentos procesados suelen ser altos en sodio, azúcares y grasas saturadas, lo que puede contribuir al aumento de enfermedades como la obesidad, la diabetes y las enfermedades cardiovasculares.
A pesar de estos riesgos para la salud, la popularidad de los alimentos procesados sigue en aumento. Factores como la conveniencia, el marketing agresivo y la disponibilidad en áreas remotas están impulsando su consumo a nivel global.
Para los amantes de la gastronomía y los viajes, esta tendencia puede ser una oportunidad para descubrir nuevos sabores y experiencias culinarias. Muchos destinos turísticos están incorporando en sus menús locales una fusión de tradiciones culinarias con influencias de alimentos procesados, creando platos únicos y deliciosos que reflejan la diversidad cultural y gastronómica del lugar.
Sin embargo, es importante ser conscientes de la calidad nutricional de los alimentos que consumimos, incluso cuando estamos de viaje. Optar por alimentos frescos y locales puede no solo contribuir a nuestra salud, sino también a la sostenibilidad de las comunidades y el medio ambiente.
En definitiva, el crecimiento del comercio de alimentos procesados es una tendencia que no podemos ignorar. Como consumidores y viajeros, tenemos la responsabilidad de tomar decisiones informadas que nos permitan disfrutar de la diversidad gastronómica mundial de manera saludable y consciente. ¡Buen provecho y buen viaje!
” Sources unctad.org ”