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Los viajes con mamá logran muchos de los objetivos característicos de los mejores regalos: así como admiten meses de anticipación y planeación, también pueden ser convenientemente espontáneos; claro, dificilmente serán la opción más económica, pero sí se pueden adaptar a diferentes presupuestos, y, por si fuera poco, son increíblemente personalizables a los intereses de cada viajera. Pero, ¿lo más importante? Detrás de los paisajes deslumbrantes, las lujosas cenas, las aventuras en la naturaleza y los retiros diseñados para recargar energías, se esconde un mundo de recuerdos que sobreviven mucho tiempo después de nuestro regreso a casa.
Para muchas personas, su madre es su primera compañera de viaje. Desde las vacaciones familiares de la infancia, las madres han estado allí en cada paso del camino. Y a medida que envejecemos, viajar con nuestras madres puede adquirir un significado completamente nuevo. Ya sea un viaje por carretera a través del país o una escapada de fin de semana a una ciudad cercana, viajar con tu mamá puede ser una oportunidad para conectarse a un nivel más profundo y descubrir cosas nuevas juntos.
Lejos de las rutinas y responsabilidades de la vida cotidiana, un viaje pone al descubierto nuevos aspectos de nuestras personalidades que quizás nunca supimos que estaban ahí. Puede ser que mamá sea más aventurera de lo que pensabas o, posiblemente, esconda un talento oculto para la fotografía… o simplemente le encanta bailar bajo las estrellas. Al salir de sus zonas de confort y explorar nuevos lugares, también pueden descubrir nuevas facetas de su personalidad.
Por supuesto, viajar con tu madre no siempre es fácil. Puede haber desacuerdos y conflictos en el camino, como con cualquier compañero de viaje. Pero estos desafíos también pueden ser oportunidades para profundizar su relación y aprender más el uno del otro. A través del compromiso, la comunicación y la paciencia, puede construir un vínculo más fuerte y resistente que le será útil en todos los aspectos de la vida.
Reconectar con la naturaleza
Pasar tiempo en la naturaleza puede ser una forma rejuvenecedora y pacífica de renovar tu relación con tu mamá. Considere visitar uno de los muchos parques nacionales de Norteamérica, ya sean algunos de los colosales espacios naturales de México –de los grandes volcanes a las luminosas playas– o los legendarios Parques Nacionales de Estados Unidos, como Yosemite o Zion, donde pueden caminar y acampar en paisajes milenarios.
Cambio de dirección
El Día de las Madres es el pretexto perfecto para reservar esa estadía en el lujoso hotel que quieres conocer. ¿Un fin de semana en un Pueblo Mágico? ¿O, qué tal una semana en un todo-incluido frente al mar? Incluso un par de noches en un hotel en tu misma ciudad pueden ser la manera perfecta de pasar un tiempo juntos y dejarse consentir por un equipo de expertos dedicados a su relajación.
Nuevos horizontes
Un crucero lo tiene todo: mientras que ofrece la oportunidad de explorar nuevos destinos, también es ideal para relajarse en un entorno lujoso y el tiempo navegando permite disfrutar de un tiempo de calidad juntos. De itinerarios en Europa a aventuras en algunas de las rutas más remotas del planeta, como la Antártida y el Pasaje Interior de Alaska, que ofrece impresionantes vistas de glaciares, fiordos y vida silvestre, los viajes en crucero ofrecen algo para cada familia.
Compartir el camino
Sin embargo, si se trata de conectar con tu madre con largos lapsos de tiempo dedicados a platicar mientras el paisaje se transforma a cada kilómetro de viaje, nada supera a un road trip de varios días que conecte diferentes destinos y experiencias que les permitan sintetizar años de aventura en una misma escapada distendida. Además, los viajes en carretera les permitirán improvisar y adaptar el viaje a su antojo.
Renovar el armario
Si al regalo de viajar quieres agregarle algunos otros presentes, una excursión a uno de los legendarios centros comerciales de ciudades como Los Ángeles, Las Vegas y Miami, o un recorrido por las tiendas de artesanías y galerías de arte de destinos como Oaxaca y San Cristóbal de las Casas, ofrecen todo lo necesario para un viaje de compras que cumpla todos los antojos de mamá.
Habilidades de familia
Aprender algo nuevo juntos también puede ser algo divertido y gratificante, que les ofrezca la oportunidad de vincularse a través de un interés compartido y la voluntad de superar desafíos en equipo. Un curso de buceo en el Caribe mexicano, una clase de cocina en la Toscana o aprender a surfear en Maui pueden ser experiencias que fortalezcan los vínculos familiares, convirtiéndose en memorias en común.
Oportunidad para renacer
Para la mamá que necesita descansar y recargar energía, un retiro de bienestar puede ser una excelente manera de concentrarse en su salud, tanto física como mental y espiritual. De un resort en Nayarit a una temporada en las montañas de Chiapas, a un retiro de yoga en las playas de Bali o un festival de yoga en el Gran Cañón, mamá también puede aprovechar las vacaciones para reconectar consigo misma y el mundo alrededor.
” Fuentes www.escapadah.com ”