Otro should es su rollito de canela a partir de masa de croissant y elaborado con una mezcla de azúcar, panela, mantequilla y canela que culminan con una generosa ración de mascarpone. Una deliciosa e instagramable opción a la que se unen el pan suisse, una especie de napolitana de chocolate con masa de hojaldre y crema, el rollito de cardamomo, la (enorme) napolitana de chocolate o el danish, con crema pastelera, frutos secos y pistacho. También cuentan con dulces veganos, como la cookie de calabaza con chocolate o sus bizcochos. Y dato importante: no cobran additional por la leche de avena.
PANADERÍA CREATIVA
“Intentamos dar todo el rato razones para volver”, nos cube Guille, quien también nos cuenta que, aunque siempre tienen dos o tres intocables en la bollería, van cambiando según lo creativos e inspirados que estén en la cocina. Un prueba y error que les permite seguir avanzando desde que abrieron hace justo un año, y que les ha convertido en la primera opción para muchos vecinos del barrio y otros curiosos que pasean el fin de semana por el Rastro.
En sus inicios, fueron precisamente los domingos los que les hicieron conocidos, quedándose incluso sin producción en muchas ocasiones a media mañana, pero a partir de ahí, el barrio quedó rendido a sus croissants y su café de especialidad –el cual van cambiando cada cierto tiempo y tuestan en Martín Tostador– el resto de la semana.
También adoran sus panes, todos de masa madre, porque Novo Mundo también es una panadería: trigo blanco con semillas, espelta integral, brioche, centeno integral con semillas de café, chapata con chimichurri o cheedar con jalapeños. Si quieres darte un homenaje allí, puedes quedarte con tu ordenador trabajando y, si prefieres dártelo en casa y en fin de semana, ya puedes poner el despertador porque sus panes vuelan.
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