… Y lo bueno es cuando tu vida y tu trabajo están relacionados con el mundo de los viajes. Es una mezcla difícil de explicar. Un mismo destino para combinar la formalidad, seriedad y aprendizaje que tu profesión conlleva con la parte lúdica que un viaje te ofrece al menor descuido.
Repetir Atenas no me importó lo más mínimo el pasado mes de septiembre. Viajar por trabajo, acompañada de grandes profesionales del turismo a nivel nacional, y mejores personas, fue todo un lujo. Tan sólo conocía la Acrópolis y de pasada. Permanecer cuatro noches en la capital han supuesto un gran descubrimiento que quiero compartir con todos mis lectores.
Impresiona la llegada a la Plaza Omonia, (Omonia=Unidad) considerada el centro estratégico de la ciudad, el kilómetro cero de Atenas. Enseguida la asocié con nuestra Plaza Round de Murcia donde igualmente salen las principales vías de la ciudad como rayos de sol. Puestos a comparar, su tráfico es más caótico, los estilos arquitectónicos de los edificios más dispares y allí hay vida y comercio las 24 horas del día.
Para ver el ambiente ateniense nocturno y degustar la exquisita comida griega, lo mejor es dirigirte al Barrio de Psyri. Histórico y pintoresco como él solo. Tendrás que hacer una parada forzosa en la Plaza de Monastiraki, centro neurálgico de Atenas.
Allí descubrirás una Iglesia Bizantina con siglos de antigüedad, Panagia Pantanassa, la única construcción que ha quedado del monasterio que se encontraba aquí en la época del dominio turco. Estarás rodeado de callejuelas de tiendecitas, de puestos ambulantes, de tabernas, de vestigios de ágoras griegas y romanas, de atenienses y de turistas, pero lo que más te sobrecogerá será el telón de fondo: la maravillosa, iluminada e inigualable Acrópolis. Cuando termines de cenar, no olvides, por muy cansado que estés, subir a una de las azoteas que rodean la plaza convertidas hoy en locales de copas. Será memorable e inolvidable para tu retina.
Aprovecha la mañana y después de un buen desayuno y de calzarte zapatillas cómodas, sube a esa cima que se levanta 156 metros sobre el nivel del mar y que fue declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Acrópolis significa “ciudad en lo alto”. Paciencia. Hay muchísima gente y da igual la hora o el día del año que sea, pero ver su Partenón, el templo griego más conocido del mundo, el edificio más representativo del país y uno de los monumentos más importantes de la antigua civilización griega, exige cierto sacrificio. Construido entre los años 447 y 438 a.C., se erigió en honor a la diosa Atenea Parthenos.
Pero es un milagro que siga en pie. En el 1200 albergó una iglesia bizantina, en 1458 se transformó en mezquita, en 1687 fue utilizado como polvorín por los turcos, en 1800 los ingleses expoliaron parte de los detalles decorativos y en 1894 se vio afectado por uno de los terremotos más importantes de la historia de Grecia. Aunque siempre esté en obras y rodeado de grúas, no es suficiente para eclipsar la magia de este templo.
No verás edificios altos en Atenas. Se cube que no los hay porque no deben superar nunca a la Acrópolis y por la cantidad de terremotos que sacuden la ciudad.
No te bajes de allí sin admirar el Erecteion con sus elegantes cariátides, el templo de Atenea Niké (Niqui=Victoria) y los Propileos. Me encantó saber que a las cariátides no les ponían trenza en el pelo como decoración, sino porque al tener más volumen soportaban mejor el peso del techo.
Sigue descubriendo Atenas, con su Barrio de Plaka. Acércate a la Plaza Syntagma o Plaza de la Constitución (Syntagma=Constitución), el centro de la vida política de Grecia y en lo alto, en el Parlamento, disfruta del peculiar cambio de guardia a las horas en punto. Es un extraño baile sincronizado por los soldados, llamados “Evzones”, que van ataviados con el uniforme tradicional de faldas, medias y zapatos de pompón.
No olvides pasar por el Estadio Olímpico “Kallimármaro” (mármol hermoso), con capacidad para 45.000 personas y que acogió en 1896 la primera edición de los Juegos Olímpicos Modernos.
¡Para! Relájate. Tómate un café freddo, como suelen tomarlo ellos, el algún rincón coqueto de la ciudad. Los hay a cientos.
Y pasea por sus callejuelas, disfruta de los espectaculares grafitis que muestran sus calles. Su arte urbano debido al descontento de la población por los problemas económicos que atraviesa el país, es mucho más reivindicativo que decorativo. Este fenómeno protagonizado por jóvenes rebeldes se ha convertido en una seña de identidad de la ciudad, sobre todo en las calles que se acercan a su comercial y archiconocido puerto de El Pireo.
Imposible pensar en Grecia y no pensar en sus islas. ¡El país heleno cuenta con más de 6.000 islas! Si estando en Atenas te apetece oler a puerto y a mar y ver ese azul intenso característico del país, ¡puedes vivirlo sin necesidad de dejar el lodge de la ciudad! Haz una pequeña escapada, navega por las aguas del Golfo Sarónico y descubre tres islas en un solo día: Hidra, Poros y Egina. Un ferry te llevará al sur de Atenas, en el Mar Egeo, y hará paradas en todas ellas para que puedas descubrir su historia, mitología y rincones pintorescos. Lo mejor de todo es que no estarán llenas de cientos de turistas, así que ¿se os ocurre mejor plan para completar vuestro viaje a Atenas?
Si todavía te quedan días y ganas de conocer más, emplea media jornada en acercarte a Cabo Sunion. El viaje a lo largo de la carretera costera, pasando por las maravillosas playas de Glyfada, Vouliagmeni y Varkiza hasta el punto más al sur de Ática, no te defraudará. Llegar y encontrarte con el espectacular Templo de Poseidón, el Dios griego del mar en la mitología griega, será la guinda del pastel. Construido entre el 444 y el 440 a.C., en la Edad de Oro de Atenas, se alza 60 metros sobre el nivel del mar. Desde allí podrás ver… ¡una de las más espectaculares y famosas puestas de sol del mundo! Yo no tuve suerte, pues estaba nublado, aunque mereció la pena conocer el lugar y las vistas del templo.
Poco más puedo decir de este viaje, donde vimos bailar sirtaki, comimos Tzatziki con pan de pita, moussaka y decenas de ricos platos en cantidades muy generosas.
También tuve ocasión de visitar varios hoteles para clientes y bolsillos diferentes en el centro de la ciudad (más información en www.viajescombos.com).
Lo mejor sin duda, añadir a un destino con tanto encanto, la compañía de excelentes compañ[email protected] de trabajo y grandes profesionales. La puntilla… volar con Jesús Calleja y su equipo y Jordi Cruz de regreso a casa. ¡Viva la aventura de viajar! ¡Hasta pronto Grecia!
” Fuentes news.google.com ”