Es lo más parecido a la calle Mayor del narcotráfico. O al “salvaje Oeste”, según lo outline Juan Franco, el alcalde de La Línea de la Concepción (Cádiz). Donde antes se cultivaban maíz y tomates ahora hay chalets de lujo, eso sí, levantados sin permiso ni licencias en una zona protegida. A esa zona de El Zabal, en La Línea de la Concepción, la llaman ‘VillaNarco’.
Hace cuatro años había allí 19 edificaciones ilegales de gente de los clanes del tráfico de hachís. Hoy son ya más de 100, según los datos policiales que ha obtenido CASO ABIERTO, el canal de investigación y sucesos de Prensa Ibérica, que ha podido asomarse al inside de ‘VillaNarco’, sobrevolarlo en helicóptero y ver las imágenes obtenidas por drones.
Todos tienen casa
“Están todos allí, todas las organizaciones importantes tienen casa o guardería allí”, explican fuentes del GRECO de la Policía Nacional. En los casi 19 mil metros cuadrados de ‘VillaNarco’ tienen casa “gente de Los Pantoja, lugartenientes del Messi, del clan de los futbolistas, de Kiko el Fuerte…”, los nombres, a veces parecen fantasmas, a veces son leyenda, con los que la policía lucha cada día en el Estrecho de Gibraltar.
Las de ‘VillaNarco’ son calles estrechas y polvorientas con acceso directo por dos carriles casi desde la playa de la Atunara, donde se desembarca el hachís. Allí no hay legalmente suministro de agua ni de luz, tampoco licencia para construir. Todo es ilegal. Los quioscos de chuches son, en realidad, puntos de observación para “dar el agua” (avisar) cuando algún coche extraño, sospechoso de ser policía, entra en ‘VillaNarco’.
400 expedientes
Juan Franco, el alcalde de La Línea, matiza que en la zona de El Zabal hay “unas 1.300 viviendas ilegales. Pero no todas son del narco, también hay gente honrada”. Asegura que “tenemos 400 o 500 expedientes abiertos en el ayuntamiento por viviendas en la zona. No tengo personal para tramitar todos los expedientes que hay abiertos. Habrá que acabar haciendo un sistema para regularizar esas viviendas”.
Dentro de El Zabal está ‘VillaNarco’. No es difícil distinguir la zona. Los muros son muy altos. En palabras de Francisco Mena, de la Asociación contra la Droga: “ellos compran la finca y levantan muros. Cuando se abren las puertas automáticas, se ve que lo de dentro es un vergel”.
En la selva
Los vecinos de ‘VillaNarco’ no figuran en el padrón ni en el registro de la propiedad, la policía admite que no sabe con certeza quién vive en cada chalet. Solo cuando entran con orden judicial en busca de algún narco ven quiénes están dentro. Pero eso tampoco es sencillo, el domicilio oficialmente no existe y para pedir la orden al juez no pueden darle ni siquiera una dirección, solo las coordenadas geográficas de latitud y longitud, “como si fuéramos exploradores en la selva”, explican los policías. Varios de esos agentes del GRECO han acompañado a CASO ABIERTO en su visita por tierra y por aire a ‘VillaNarco’.
Dentro de la urbanización ilegal, los teléfonos móviles dejan de funcionar. Ocurre por los inhibidores que han instalado los clanes de traficantes. Cámaras de seguridad, también ilegales, vigilan las entradas y salidas, controladas por portones metálicos.
Desde el helicóptero se ve un gran pez Nemo labrado en el fondo de una piscina. Y un elefante gigante echando agua por la trompa
A nombre de mendigos
Muchas de las casas no son oficialmente propiedad de los traficantes. Indigentes y mendigos de La Línea reciben hasta mil euros al mes por mantenerlas a su nombre. Los policías han encontrado chalets de lujo a nombre de abuelas de 80 años. Dentro de algunos de ellos, cien mil euros ocultos en trapos de cocina. En casi todos los chalets, levantados por constructores de confianza, hay zulos: los hay en armarios, en sótanos, debajo de un jacuzzi, hasta dentro de la campana de la cocina.
Un vuelo en helicóptero ofrece las primeras pistas sobre cómo es ‘VillaNarco’ por dentro. Los vecinos, protegidos tras los muros, disfrutan de la vida loca. En el fondo de una piscina se distingue la silueta gigante del mismísimo pez Nemo, labrado en piedra, como si fuera un parque acuático. En otras hay toboganes, una cama elástica, castillos hinchables, un elefante enorme por cuya trompa sale agua fresca, y hasta la recreación de uno de los ambientes de Piratas del Caribe de Johnny Deep.
Desde el aire también se ven coches de lujo, un caballo al galope y un campo de césped synthetic. Algunos tienen incluso en el chalet la goma (como llaman a las lanchas que utilizan para traer el hachís de Marruecos) aparcada a la espera de salir a la mar.
El truco de los guiris
Una mujer policía especialista en luchar contra el blanqueo de dinero no olvida algunas de sus “visitas” a ‘VillaNarco’: “Hemos encontrado ropa carísima con la etiqueta puesta, recuerdo 50 patucos de bebé de Hugo Boss, cajas enteras de Chanel por el suelo, fundas de teléfono móvil Louis Vouitton de 500 euros… Piezas de oro, un reloj Omega de cien mil euros…”.
Para saltarse las limitaciones legales que vigilan los gastos de más de 3.000 euros con tarjetas de crédito, los narcos y sus mujeres utilizan a guiris en zonas lujosas de la Costa del Sol. Ellos pagan con su tarjeta (no tienen ese límite authorized) y luego los narcos les devuelven el dinero con alguna propina.
Terrenos a mil euros
En 2018, una operación de la Guardia Civil descubrió que había 19 edificaciones de narcos en la zona. “Se intentó perseguirlos por un delito contra la ordenación del territorio, pero es un trámite lento y tienen penas muy leves. Es muy difícil que se ordene derribar una casa”, explica una policía especialista en el caso.
Hoy, cuatro años después de aquella primera operación, ya hay más de cien chalets levantados y habitados en ‘VillaNarco’. “Aquí los narcos han sido superpromotores de vivienda”, añade esta policía. “Compraban, por ejemplo, 2.000 metros cuadrados de una finca rústica. La dividen luego en cuatro o en cinco y la ponen a nombre de una sociedad. Se pagan 2.500 euros en efectivo por cada parte y el resto en dinero negro”. Todavía hay en algún portal de web anuncios en los que se ofrecen terrenos oficialmente por mil euros en ‘VillaNarco’.
Cien mil euros en agua
Las investigaciones de la Policía Nacional tratan de seguir el rastro del dinero y de imputarlos por blanqueo. A los narcos y a sus mujeres, que también disfrutan de lo que ganan sus maridos. Algunos de ellos frecuentaban un gimnasio llamado Bull en el cercano polígono de El Zabal. El gimnasio no tenía ni siquiera licencia y fue cerrado tras una operación policial. Tenían “las mejores máquinas de musculación del mundo”, recuerda un agente que participó en la operación. Cuando les pidieron justificación de sus ingresos, aseguraron que los clientes habían consumido botellines de agua por valor de cien mil euros.
Esa ingeniería financiera suele derrotar a la burocracia y a los trámites legales, también a las investigaciones del ayuntamiento. “Cuando llegamos a saber quién está detrás de una de esas viviendas, aparecen varias sociedades nuevas como propietarias que acaban de adquirir el terreno y tenemos que empezar de cero”, se queja el alcalde.
Gente con raíces
Los narcos de La Línea han levantado ‘VillaNarco’ sobre su ciudad porque tienen orgullo de sus raíces. No se van lejos, ni siquiera a Marbella, cuando hacen fortuna. Se quedan en su terreno. El alcalde ha visto de todo: “Algunos han ganado mucho dinero, se hicieron una casa en Sotogrande (urbanización de lujo en la provincia de Cádiz), pero luego vuelven aquí. Echan de menos pasear por el barrio de San Bernardo. En Sotogrande no están a gusto con sus chándales de Versace”.
Algunas veces, eso sí, hacen viajes de lujo en los que son vigilados. Lo explica uno de los policías que les sigue los pasos: “Les gusta mucho ir a Ibiza. Es un sitio donde pueden ostentar sin problemas, mostrar lujos, y además hacen contactos para lo suyo, les da caché. Beben Möet Chandon, cierran reservados de discotecas para ellos y se juegan una pasta en casinos. Luego, cuelgan fotos en sus redes sociales”.
Los “Jumanjis”
Porque los narcos de La Línea no se esconden. Presumen. Dan el cante, no pasan desapercibidos, les llaman Jumanjis, y ellos lo saben. Entre ellos, también hay clases. “Los del escalón alto llevan chándales de Versace; los del escalón bajo, chándales falsificados de Versace”, explica un policía. Compran buenos coches. Se hacen fotos con grandes piezas de marisco, con futbolistas famosos, en el estadio del Actual Madrid durante un partido de la Champions.
Sus mujeres se hacen lo que en La Línea llaman un triple o un ‘Kardashian’ (operaciones estéticas de labios, pechos y glúteos).
Narco rap
Ficción y realidad se mezclan en La Línea. Esta primavera, por primera vez, la policía ha detectado el primer narco rap genuino. El rapero Haze fue la estrella de la fiesta de la primera comunión de uno de los hijos de ‘El Chaqueta’, líder de otro de los clanes de la droga en la zona.
Haze y otra artista, La Húngara, lanzaron una canción juntos: “Soy inocente”, posiblemente el primer narco rap español del Estrecho. “Virgencita del Carmen pido piedad pa un presidiario… Me cago en los muertos del comisario, de Aduanas… de los putos funcionarios… En el talego, en Botafuegos (cárcel de Algeciras) los puntos (gente que avisa a los narcos de por dónde patrullan los policías) están calientes”.
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” Fuentes www.epe.es ”