“Nadie se va a quedar atrás en esta crisis sanitaria”. Así lo ha asegurado en reiteradas ocasiones el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, que se comprometió a la movilización histórica de recursos públicos para cumplir su palabra. También la ministra de Industria, Comercio y Turismo, Reyes Maroto, prometió un plan de rescate para las empresas del sector turístico (Las agencias responden a Reyes Maroto: “Estamos arruinados y endeudados”).
Lamentablemente, con el paso del tiempo ha quedado demostrado que se trataba de mensajes vacíos de contenido, al menos en lo que concierne a las pequeñas y medianas empresas vinculadas al turismo. Sirva de ejemplo el caso de las agencias de viajes, una rama compuesta (antes de la disaster del Covid-19) por 9.500 puntos de venta (con más de 60.000 empleados) y que mueve cada año la nada desdeñable cifra de 20.000 millones de euros.
El sector de agencias, donde predominan las pymes, va camino de hacer 12 meses hundido en la más absoluta miseria, siendo con gran diferencia el más castigado por la pandemia. Los datos no mienten: más de la mitad de sus empleados están en ERTE, su volumen de negocio ha sufrido un desplome del 90% y los cierres de empresas aceleran a medida que se prolonga el bloqueo.
Sin nada que vender, los empresarios del sector ven como desesperación como los planes de apoyo del Gobierno central se limitan a la prolongación de los ERTE, con una cláusula de mantenimiento de empleo inasumible, y la concesión de créditos con el aval del ICO, que no dejan de ser préstamos que tendrán que devolver. Para más inri, las pequeñas y medianas empresas ven con impotencia como se les excluye del Fondo de Apoyo a la Solvencia de Empresas Estratégicas, un programa elitista al que solo pueden acceder un puñado de grandes grupos (Air Europa: el Gobierno está obligado a desvelar las condiciones del rescate).
Incluso el senior advisor del Grupo Inversor Hesperia y expresidente del El Corte Inglés, Jesús Nuño de la Rosa, ha bajado al barro, alzando la voz contra la situación de abandono que sufren estas empresas. En una entrevista concedida a Gente Viajera, de Onda Cero, ha advertido que “las agencias necesitan una intervención clara y urgente” porque “no aguantan más”.
Pese a que las grandes organizaciones empresariales han hecho lo que estaba en sus manos para presionar al Gobierno, ya se empieza a dar por hecho que éste no saldrá al rescate de las valiosas agencias de viajes. Por lo tanto, tendrán que conformarse con los planes de apoyo autonómicos, allí donde existan, para resistir una aún larga travesía por el desierto (Recopilación de las ayudas dirigidas a agencias por comunidades).
” Fuentes www.preferente.com ”