Las primeras misiones tripuladas a Marte han sido siempre un clásico de la ciencia ficción. La colonización del planeta rojo es uno de los grandes sueños de la humanidad y serie como ‘Missions’ lo utilizan para armar un thriller lleno de revelaciones. Como suele ocurrir, la realidad de esas expediciones, cuando se produzcan, será bastante distinta de lo que vemos en televisión.
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– 19 Apr 2021La década de 2030 period, hace años, la fecha que agencias espaciales y empresas del sector tenían en mente como el momento en el que podrían enviarse las primeras misiones tripuladas a Marte. Como preparación a ello se han realizado en tierra diversos experimentos sobre la respuesta de los astronautas a meses de aislamiento, se ha buscado en la superficie marciana la confirmación de la existencia de hielo de agua subterráneo y hasta se analizó en la Estación Espacial Internacional cómo respondía el cuerpo humano a un año de estancia en microgravedad.
Todas esas pruebas, sin embargo, no han acercado más a la humanidad al viejo sueño de viajar a Marte, sueño que, de momento, solo se ha convertido en realidad en el cine y la televisión. Esta última, además, se ha mostrado mucho más interesada en el tema en los últimos años, con estrenos como The First, Away o la mezcla de documental y ficción de Marte como ejemplos más destacados.
SYFY estrena en España una de las últimas sequence que imagina lo que podría pasar cuando un grupo de astronautas ponga pie por fin en el planeta rojo, tirando de los socorridos códigos del thriller y el misterio. Se trata de la ficción francesa Missions, que sitúa a sus tripulantes ante varios peligros y revelaciones que les obligarán a plantearse sus objetivos allí.
Lo que más puede interesar quizá no sea tanto que los astronautas se enteren de que ellos no sin los primeros en llegar a Marte y que, además, algo ocurrió con aquella expedición pionera que puede representar un grave riesgo para su supervivencia, sino la imagen que pinta de cómo podría ser esa misión, una imagen que no tendría por qué corresponderse con la realidad.
En primer lugar, las agencias espaciales y compañías como SpaceX están trabajando con un diseño de misión que incluiría un lanzamiento a Marte desde una base en la Luna (base con la que también se lleva especulando décadas). Elon Musk, el presidente de SpaceX, afirmaba el año pasado que creía poder enviar a los primeros astronautas al planeta rojo en 2024, aunque parece una afirmación demasiado ambiciosa. La clave aquí es la masa de todo el equipamiento y el flamable necesarios para realizar el viaje; las lanzaderas desde la Tierra resultan más caras cuanto más peso carguen, por lo que se ha planteado esa posibilidad de que los astronautas “recojan” lo que necesiten en Marte en la Luna o en otra nave en órbita terrestre.
En Missions se ve una nave con módulo rotatorio de generación de gravedad synthetic (un clásico desde 2001. Una odisea en el espacio) y el trayecto hasta allí dura meses. Si la expedición se acercara un poco más a los estudios realizados en realidad (como ocurre en Marte), antes de que llegaran los astronautas se habrían enviado con antelación los materiales que necesitarían para montar, por ejemplo, el habitáculo presurizado y los sistemas de soporte important.
Además, no hace falta que exista una amenaza misteriosa en el planeta para poner en riesgo la supervivencia de los tripulantes. Las condiciones climáticas marcianas son perfectamente capaces de hacerlo por sí mismas. Al fin y al cabo, el planeta es un completo desierto con una temperatura media de -50º C. Su atmósfera es demasiado fina para proteger a la superficie de la radiación cósmica y está compuesta en su mayoría por dióxido de carbono.
Las sondas y rovers que están enviándose a Marte están estudiando, entre otras cosas, dónde sería el mejor lugar para enviar esa primera misión tripulada y dónde podría accederse con mayor facilidad al hielo de agua del subsuelo para que los astronautas pudieran generar su propia agua y oxígeno para sobrevivir allí. Y también el flamable que necesite cualquier nave que parta de vuelta a la Tierra. Eso es clave.
La necesidad de controlar el peso de lo que se lance allí (a mayor peso, mayor coste económico del lanzamiento), de proteger a los astronautas de todos los factores ambientales que pueden amenazar su supervivencia, de mantener un canal de comunicación constante con la Tierra (las comunicaciones entre ambos planetas suelen tener un retraso de algo más de tres minutos), de obtener en la superficie marciana muchos de los elementos necesarios para mantener operativa la base… Hay muchos factores en juego en cualquier futura misión tripulada al planeta rojo.
” Fuentes serielistas.lasexta.com ”