Meliá Resorts Worldwide ha mantenido cerradas durante el primer trimestre de 2021 cerca de la mitad de sus habitaciones en comparación con el mismo período de 2020, con una ocupación del 19,7%, un 32,5% menos que en el año anterior, provocando a la cadena una caía de ingresos del -80% respecto al primer trimestre de 2019. La tercera ola de la pandemia, con rebrotes de diversas cepas y fortalecimiento de las restricciones en la mayoría de países, hizo que los resultados de este periodo se sitúen en línea con los del cuarto trimestre del año pasado, cerrando el primer trimestre del año con una pérdida neta de -130,9 millones de euros. La demanda se ha centrado casi exclusivamente en el mercado native, sin actividad en el segmento internacional, ni en el corporativo, ni MICE (congresos, reuniones e incentivos). No obstante, la cadena observa una positiva recuperación para este verano 2021.
Durante el lapso, Meliá Resorts Worldwide ha registrado ingresos de 76,3 millones de euros, cifra que supone una caída del 73,9% frente al mismo periodo de 2020, en el que la actividad fue regular hasta la declaración de pandemia a finales de marzo. El Ebitda negativo de -51,2 millones de euros que suponen un desplome del -460,4%, correspondiente al hundimiento de la demanda en los tres primeros meses del año.
En consecuencia, la compañía mantiene su plan de contingencia frente a la COVID-19 que contempla la gestión táctica de cierres, reaperturas y contención de los gastos operativos que logró reducir en un -54,2% respecto a 2020 y un -57,9% frente a 2019, al tiempo que continúa sus negociaciones con proveedores y propietarios de hoteles.
En el ámbito de las operaciones, Meliá tiene ya abierto el 100% de sus hoteles en Asia Pacífico, así como el 80% en América, y mantiene una previsión de apertura en España de 110 hoteles como mínimo para el mes de junio, (más del 70% del portfolio en el país). En la última semana el Grupo anticipó la apertura de algunos de sus grandes hoteles vacacionales en las Islas Baleares, como Meliá Calviá Seaside y Lodge de Mar Gran Meliá, en Mallorca; Meliá Cala Galdana y Sol Falcó, en Menorca y por, último, sus hoteles ME by Meliá y Sol Seaside Home en Ibiza.
Apuesta por canales directos
Durante la pandemia, Meliá ha reafirmado su apuesta por sus canales propios, Melia.com y MeliaPro.com, así como su programa de fidelidad, MeliaRewards, donde se han llegado a concentrar el 55% de las ventas centralizadas del primer trimestre. Ambos mostraron la mayor resiliencia a la disaster, seguidos por las agencias de viaje on-line (OTA) y los turopeadores.
Asimismo, Meliá ha impulsado durante esos meses la transformación digital integral de la compañía, avanzando simultáneamente en los procesos internos de la gestión, las compras, la gestión financiera, las reservas y la experiencia del cliente, así como en la reestructuración de su modelo operativo, con el fin de optimizarse para hacer frente a la extrema competitividad del nuevo entorno pos-COVID-19, en el que se prevén fuertes tensiones de precios.
Paralelamente, la compañía ha continuado impulsando su expansión, para extender su portfolio a través de diversas líneas, y reforzando especialmente su nuevo concepto “Affiliated by Meliá” que apunta a la incorporación de hoteles independientes.
En el ámbito financiero, con el objetivo de afianzar su posición de liquidez, ha refinanciado la totalidad de los vencimientos previstos para este ejercicio 2021 y está explorando vías alternativas para obtener liquidez y reducir deuda como la venta de activos en la que ya trabaja, por un importe de entre 150 a 200 millones de euros. Al cierre de marzo, la situación de liquidez (incluyendo la tesorería, así como las líneas de crédito no dispuestas) asciende aproximadamente a 230Mn de euros.
Aceleración digital
De cara a la period posCOVID-19, Meliá avanza en la digitalización de la estancia, con la incorporación de nuevos servicios en la APP o apostando por una experiencia touchless con el uso de códigos QR, bajo el marco de su programa Keep Secure With Meliá, que potencien una experiencia del cliente más digital y segura.
Paralelamente, ha incorporado nuevas tecnologías para facilitar la digitalización de procesos e impulsar la eficiencia de su plantilla, así como otras para permitirles gestionar tareas transaccionales de manera automática y en remoto, a través de la Robotización Automática de Procesos (RPA), una tecnología ya presente en el 30% de las áreas del grupo, con un whole de 30 robots de software program en funcionamiento.
La evolución del RevPAR fue todavía negativa en todas las divisiones: -67% en España, -69,3% en América, -67,6% en el conjunto de EMEA, -82,3% en Cuba y -51,3% en Asia Pacífico, si bien cabe diferenciar la situación de China, donde se comienza a recuperar la demanda (por el momento exclusivamente doméstica) y con algunas diferencias, Vietnam, del resto de países del Sudeste Asiático como Indonesia, Malasia, Tailandia y Myanmar. En el conjunto de Asia-Pacífico, la compañía mantiene la totalidad de sus hoteles operativos abiertos.
En España, con la mayoría de hoteles cerrados, el mayor negocio vacacional se concentró en las Islas Canarias, concretamente en el Gran Meliá Palacio de Isora, en Tenerife, mientras que en el segmento urbano, Madrid, Barcelona y Palma de Mallorca fueron las más perjudicadas por la paralización del segmento MICE.
Evolución de la demanda
Ante los indicadores, Meliá pronostica una recuperación constante a partir del mes de mayo, condicionada al avance en la vacunación y a las limitaciones a la movilidad. Agregan que, en las últimas semanas, la evolución en el volumen de reservas, tanto del mercado español para destinos vacacionales en España, y del mercado estadounidense para los destinos del Caribe, “invitan al optimismo, destacando el caso de México, donde el volumen alcanza ya los valores de 2019”.
En tal sentido, la cadena prevé abrir al menos un 70% del portafolio de cara al verano, priorizando el segmento vacacional, cuya evolución depende de la relajación de las restricciones en los principales mercados emisores como el Reino Unido y Alemania, fundamentalmente. “Los indicios apuntan a que en estos momentos España figuraría como de color ámbar en el semáforo COVID británico manteniendo la exigencia de pruebas PCR a los viajeros, con posibilidad de que las Islas Canarias y Baleares, por la ventaja de la insularidad, obtuvieran el color verde”.
Meliá destaca que las reservas del mercado español hacia destinos vacacionales españoles se han disparado un 76% en esas últimas cuatro semanas, animadas por la perspectiva del fin del Estado de Alarma y el levantamiento de restricciones entre comunidades autónomas, colocándose por encima del 50% de las reservas en el mismo periodo de 2019.
” Fuentes www.hosteltur.com ”