México.- Durante la pandemia de Covid-19, las restricciones a la circulación de los migrantes y refugiados que se ven obligados a desplazarse por necesidad, han sufrido un duro impacto.
De acuerdo con el reciente informe La COVID-19 y el Estado de la Movilidad Mundial en 2020, de la Organización Internacional para las Migraciones, durante el primer año de pandemia hubo más de 111 mil restricciones de viaje y cierres de fronteras en todo el mundo que alcanzaron su mayor punto en diciembre del 2020.
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Según apuntó la Organización de las Naciones Unidas para la migración, estas medidas han frustrado la capacidad de muchas personas de optar por la migración como una herramienta para escapar de los conflictos, el colapso económico, los desastres medioambientales y otras disaster.
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¿Qué cube el informe?
De acuerdo con el informe La COVID-19 y el Estado de la Movilidad Mundial en 2020, de la Organización Internacional para las Migraciones y el Instituto de Política Migratoria (MPI), se identificaron tres cambios en la movilidad transfronteriza que podrían llegar a persistir en los años por delante. Uno de ellos según detalla, son mayores relaciones de dependencia y explotación.
Al respecto, explica que las restricciones al movimiento han aumentado la dependencia de muchos migrantes a los intermediarios o facilitadores, que van desde agencias de empleo hasta traficantes.
Incluso, especifica que mientras que las restricciones a los viajes cambian con gran rapidez, ha aumentado la demanda de los servicios de los traficantes entre las personas desesperadas por escapar de la violencia, de los desastres naturales y de las privaciones económicas, o para poder retornar a sus hogares.
Los traficantes, añade el informe, han buscado rutas aun más peligrosas y aumentado los precios de sus servicios, exponiendo a los migrantes y refugiados a un riesgo mayor de sufrir explotación o ser víctimas de trata.
Otros de los cambios que podrían persistir, son mayores vulnerabilidades socioeconómicas y la ampliación de la brecha entre quiénes pueden desplazarse y quiénes no. Sobre este último, explica al respecto que la pandemia ha limitado profundamente las perspectivas de movilidad de algunos grupos que deben desplazarse por necesidad, incluyendo a refugiados y trabajadores migrantes, mientas que ha tenido poco efecto sobre quienes viajan por negocios u otros viajeros con los recursos y la oportunidad de cruzar fronteras por trabajo, familia o turismo.
Añade que esta brecha será posiblemente aun mayor si los viajes comienzan a favorecer a quienes ya han sido vacunados o testeados o si la dependencia de los registros sanitarios digitales hace que la capacidad de una persona para viajar dependa del acceso a la digitalidad o al nivel de alfabetización.
“Ha pasado más de un año desde el inicio de la pandemia y sigue habiendo una pregunta abierta en cuanto al rol que los cierres de frontera, restricciones a los viajes y requerimientos sanitarios para los viajes deben tener en la respuesta para el manejo de la pandemia”, dijo el Presidente del MPI Andrew Selee, en un comunicado.
Andrew Selee añadió que mientras aparecen nuevas cepas del virus, los gobiernos enfrentan el desafío de desarrollar estrategias para la mitigación de riesgos que vayan mucho más allá de las herramientas del cierre de fronteras y de las prohibiciones a los viajes.
Consideró que las autoridades, deben a su vez evitar las respuestas unilaterales y trabajar junto a otros gobiernos y organizaciones internacionales para desarrollar políticas fronterizas sanitarias bien planificadas.
Un año de cambios
La movilidad en 2020, fue dividida en tres fases de acuerdo con el informe La COVID-19 y el Estado de la Movilidad Mundial en 2020, de la Organización Internacional para las Migraciones y el Instituto de Política Migratoria (MPI).
La primera es de Enero a Mayo, con los confinamientos a la movilidad. En esta parte, el estudio señala que fase los países presentaron una buena cantidad de medidas de confinamiento nacional, otras restricciones a los viajes y requerimientos de viaje. A finales de marzo del 2020, los gobiernos habían emitido o ampliado 43 mil 400 medidas para viajes.
“Movimientos de toda clase fueron limitados dramáticamente. Por ejemplo, la cantidad de pasajeros en vuelos internacionales en abril y mayo disminuyó en un 92 por ciento en comparación con los mismos meses en 2019,” apunta el estudio.
La segunda fase que reconoce el estudio, es de Junio a Septiembre, que implicó la reapertura.
Explica que este período logró una reactivación escalonada de algunos puntos de acceso, especialmente en los aeropuertos y las prohibiciones para viajes fueron reemplazadas por medidas sanitarias, entre ellas los certificados de pruebas de Covid19.
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La última fase que destaca, es de Octubre a diciembre, cuando se dieron respuestas a nuevos brotes y mutaciones del virus. En el resto del año, señala que el panorama fue mixto puesto que los países buscaron reemplazar las restricciones a los viajes con requerimientos sanitarios.
“Algunos países, incluyendo Chile, México y los Emiratos Árabes Unidos, incluso se abrieron al turismo. Los certificados sanitarios se han convertido en la medida sanitaria más común para poder viajar,” destacó.
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” Fuentes www.debate.com.mx ”