Una Argentina sin vacunas. De las millones de dosis prometidas por el presidente Alberto Fernández sólo llegó un puñado. Y de ese puñado, menos de la mitad fueron aplicadas, por una de las faltas de logísticas más dramáticas en la historia contemporánea. Si hay un momento en el que un presidente y todos sus funcionarios tienen que demostrar la mayor eficacia y eficiencia es este. Sin embargo, fiel a las torpezas históricas de los gobernantes del país que apelan a generar más impuestos cuando se quedan sin recursos o a restringir libertades con «corralitos», ahora la apuesta es un corralito al turismo – con más restricciones para viajar -, no porque sea el foco de contagios de coronavirus, sino porque hay poner a un enemigo en escena: los «ricos» (entre comillas resaltadas) y clase media que pueden viajar y llevan el virus.
La realidad está lejos de eso, pero el relato preferido de los gobiernos es poner a los que más tienen como villanos. No importa si -en este caso- los que viajan lo hacen por necesidad, trabajo, estudio, inversiones, salud, familia o, por qué no, un poco de turismo.l
El relato ya empezó a querer comparar las restricciones a los viajes con lo que sucede en Canadá o Australia. Si de verdad queremos compararnos con lo que hace Australia, tendríamos que empezar a hablar de que es uno de los países con mejor calidad de vida del planeta, gracias a su acceso a la educación, excelente movilidad y seguridad y casi 30 años de crecimiento de la economía. ¿Realmente queremos comparar las medidas que tomó Australia con la situación de Argentina?
Qué bueno que Alberto Fernández y su equipo miren a Oceania. Quizás, puedan empezar a tomar otras medidas similares, y convertirnos en uno de los mejores países del mundo, en lugar de asociarse con Rusia, China o Venezuela.
Pero en el caso del turismo, podrían imitar al estado de Nueva York u otros países, que solicitan a los viajeros un PCR al ingresar al estado, tres días de cuarentena y un segundo take a look at PCR al cuarto día.
Esa solución parece no estar en la agenda del presidente Alberto Fernández, ya que desarmaría su estrategia de responsabilizar al turismo de su política sanitaria y vacunatoria, que a este ritmo, llevará a tener a los argentinos vacunados para bien entrado 2022.
De esta forma habrá más restricciones para viajar, entre ellas y más importantes:
· Se reducirán aún más las frecuencias de las aerolíneas (ya hay inconvenientes para regresar al país).
· Se pedirá una cuarentena de entre 7 y 14 días (a definir) en hoteles de Buenos Aires (no se aclaró que pasará con los ciudadanos del inside del país).
· Se pedirá un segundo take a look at PCR al arribar a Argentina, que deberá pagar el viajero.
Los anuncios oficiales se darán a conocer esta semana, posiblemente el martes 23.
” Fuentes conocedores.com ”