Concretamente, las zonas de Cala Millor, Palma Nova-Magaluf y Santa Ponça, todas ellas claramente orientadas al mercado británico, acaparan tres de las últimas cinco posiciones en la estadística sobre reapertura de plazas que ha dado a conocer estos últimos días la Federación Empresarial Hotelera de Mallorca (FEHM).
Así, en Cala Millor han reanudado su actividad un complete de 37 de los 70 negocios hoteleros vinculados a la FEHM, es decir, menos de la mitad de la oferta, con un 47,04 por ciento en términos relativos. Comparable es el nivel de reapertura en Palma Nova-Magaluf, con 27 hoteles abiertos sobre un complete de 53, que supone el 46,21 por ciento de los alojamientos.
Bastante más descorazonadora todavía es la situación en Santa Ponça, también en el municipio de Calvià, con apenas 5 establecimientos a disposición de los turistas que llegan al núcleo. La planta completa abarca 24 negocios, y, en términos porcentuales, este nivel de reapertura tan solo alcanza el 26,42 por ciento, el segundo más bajo de Mallorca, solo por delante de Camp de Mar, en Andratx, con el 18,73 por ciento.
UN 63,29 POR CIENTO DE APERTURAS, EN MALLORCA
La evolución de la oferta de alojamientos en estas zonas marcadas por el protagonismo del turismo británico contrasta con las mejores dinámicas que se están registrando en otros destinos vacacionales de la isla. De hecho, según los datos proporcionados por la FEHM, el nivel de reaperturas de establecimientos hoteleros en Mallorca se sitúa ya en el 63,29 por ciento, muy por encima, de los porcentajes de núcleos como Palma Nova-Magaluf (46,21 por ciento) o Santa Ponça (26,42 por ciento).
Esta nueva actualización de los registros de inicio de la actividad de las plazas de alojamiento supone que otros 69 negocios hoteleros han abierto sus puertas desde que la última vez que la FEHM había puesto sus datos al día, una semana antes, con un 8,47 por ciento de incremento de la actividad. En estos momentos, un complete de 524 hoteles se hallan ya operativos en Mallorca, si bien, como ya se ha dicho, la desigualdad entre las diversas zonas resulta manifiesta.
SÓLLER, LA ZONA CON MÁS REACTIVACIÓN
Por un lado, está el caso de los destinos que rozan el cien por cien de apertura, a la cabeza de los cuales se halla Sóller (97,07 por ciento). Siguen, a continuación, en esta parte alta de la tabla, Cala Moreia (90,92 por ciento), Illetes (84,18 por ciento), Porto Colom (79,34 por ciento) y Platja de Muro (79,17 por ciento).
A su vez, Peguera (con 13 hoteles más abiertos), Platja de Palma (9), Palma-Cala Main (6), Can Picafort (6), Capdepera (5) y Pollença (también 5) son, junto a Platja de Muro (4 establecimientos), las zonas que han incorporado más altas durante esta última semana.
Entretanto, mientras con estos datos en la mano algunos destinos vacacionales de Mallorca respiran con cierto alivio gracias a la relativa reactivación de la demanda, en otros puntos de la isla la preocupación es máxima a causa de su dependencia respecto al turismo británico.
En este sentido, el presidente de la Asociación Hotelera de Palma Nova-Magaluf, Mauricio Carballeda, ha lamentado, en declaraciones a mallorcadiario.com, la decisión de Reino Unido de retrasar durante todavía más tiempo la desescalada de las medidas restrictivas, una circunstancia que, según reconoce, “está castigando de forma importante la viabilidad del sector” en esta zona del municipio de Calvià.
CARBALLEDA: “LA INCERTIDUMBRE ES ALARMANTE”
Carballeda ha reconocido que existe “una incertidumbre alarmante, porque no se sabe qué va a ocurrir en el futuro, ni siquiera dentro de unos días. Las noticias contradictorias se suceden una tras otra, y lo que hoy es de una manera mañana es de otra. En estas circunstancias, la sostenibilidad del sector resulta precaria”.
El representante de los hoteleros de Palma Nova-Magaluf ha detallado que el 50 por ciento de la ocupación de los establecimientos de la zona “se basa en el turismo procedente de Reino Unido, y, lógicamente, cuando estos clientes fallan, porque se les hace muy difícil venir, resulta complicado que los negocios puedan ser rentables”.
Actualmente, según los datos de la FEHM, hay 27 hoteles de Palma Nova-Magaluf que han abierto sus puertas sobre una oferta complete de 53 (46,21 por ciento). A este respecto, Mauricio Carballeda ha apuntado que estos alojamientos, a pesar de haber reiniciado la actividad tras largos meses de cierre a causa de la disaster sanitaria, “arrastran el problema de la baja ocupación, y en cuanto a los hoteles que todavía no han tomado la decisión de abrir, se mantienen a la expectativa, a ver cómo evoluciona la situación. El problema es que pronto estaremos en julio, no parece probable que los visitantes británicos puedan venir antes de agosto, y, con estas previsiones, la temporada turística se acortará tanto que resulta dudoso que valga la pena reanudar la actividad en aquellos establecimientos que aún no están operativos”.
RESERVAS Y CANCELACIONES, MUY A ÚLTIMA HORA
Una de las características del precise escenario de la industria vacacional es el cambio de comportamiento de los clientes en relación a las reservas. En esta línea, Carballeda ha explicado que “resulta cada vez más habitual que las reservas y las cancelaciones se efectúen muy a última hora. Es posible que a principios de semana un hotel tramite un número destacado de reservas, pero a medida que van transcurriendo los días, y las restricciones se mantienen inalterables, van multiplicándose las anulaciones. Es un contexto sumamente muy caótico, y es comprensible que los responsables de un hotel prefieran tener muy claras las cosas antes de abrir”.
De hecho, según el presidente de los hoteleros de Palma Nova-Magaluf, el objetivo del sector, esta temporada, “ya no es ganar dinero, sino, al menos, no perderlo. Para reanudar la actividad resulta imprescindible que el esfuerzo de contratar de nuevo a los trabajadores, sacar del ERTE a los empleados que se mantienen en esta situación, contactar con los proveedores y habilitar los alojamientos para recibir a los clientes, no suponga que los gastos van a ser superiores a los ingresos”.
ALTERNATIVAS AL MERCADO BRITÁNICO
Ahora bien, ¿existen alternativas viables al mercado británico en una zona como Palma Nova-Magaluf? Mauricio Carballeda es partidario de “seguir caminando en este sentido”, pero admite que “no es fácil sustituir a un colectivo de usuarios que representa la mitad de tu demanda, de un día para otro. En la zona se están dando pasos en esta línea, y nos hemos abierto a otros mercados, como el francés, el escandinavo, el polaco, el ruso y, por supuesto, el español. Algo se ha avanzado en este terreno, pero no es suficiente para compensar la descomunal pérdida del turismo británico. Eso es evidente”.
Otra opción podría pasar por la prolongación de la temporada, que en los principales destinos vacacionales de Calvià se circunscribe, fundamentalmente, a julio y agosto. Carballeda cree que no hay que descartar esta posibilidad, y apela a la necesidad de “potenciar la promoción de otras ofertas más allá del sol y la playa, como el turismo deportivo, el senderista o el gastronómico. Esta estrategia resultaría crucial para que la temporada pudiera alargarse, al menos, hasta octubre, y que el coste de abrir los hoteles con la campaña ya iniciada no sea inasumible”.
MEJORES DATOS EN ILLETES, PEGUERA Y PORTALS NOUS
Junto a Palma Nova-Magaluf, Santa Ponça es la otra gran zona turística de Calvià que está pagando con creces las consecuencias del retraso en la llegada de los clientes británicos. De hecho, sus números son incluso peores, con tan solo 5 establecimientos abiertos sobre una oferta world de 24, que, en términos relativos, supone un 26,42 por ciento.
En cambio, sin dejar Calvià, tanto Illetes como Peguera, donde el turismo originario de Reino Unido no acapara tanto protagonismo, presentan datos de reapertura de alojamientos mucho más plausibles: concretamente, el 84,18 por ciento de la planta en Illetes, y del 50,51 por ciento en Peguera, donde 37 establecimientos de los 60 existentes se hallan ya operativos. En cuanto a Portals Nous, el 58,53 por ciento de los alojamientos han abierto sus puertas, según los datos de la FEHM.
En cualquier caso, las dificultades que en zonas como Palma Nova-Magaluf está generando la demora del turismo británico no solo afectan a los hoteles, sino también, y de forma muy lacerante, a la oferta complementaria. Un gran número de tiendas y comercios continúan cerrados y la consecuencia directa, como ha comentado Mauricio Carballeda, es que “si los turistas que llegan se encuentran con un panorama muy depreciado a nivel de oferta comercial, esto constituye otro grave inconveniente para reactivar nuestro destino”.
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” Fuentes www.mallorcadiario.com ”