Después de un período sin actividad a causa de la pandemia por COVID-19, en octubre pasado, el crucero MS FRAM recaló en el puerto de Coquimbo dando inicio a la temporada 2022-23.
“Es súper auspicioso porque nos posiciona como destino internacional y genera posibilidades para dinamizar la economía alrededor del turismo. Esperamos que sea un aliciente para toda la época”, afirmó en la oportunidad, la gerente de Barrio del Mar, María Antonieta Zúñiga.
Desde ese momento, continuó llegando este tipo de naves hasta la capital provincial. Es así como según información dada a conocer por Terminal Puerto Coquimbo (TPC) a Diario El Día, a la fecha se han atendido 16 barcos, con un complete de 9.648 pasajeros y 6.086 tripulantes, totalizando 16.097 personas.
“Durante el período anterior, recibimos un solo crucero debido a la lenta reactivación de la industria por el coronavirus. Su arribo no solo es un impulso a un área específica de la actividad, sino que también activa diferentes servicios públicos que reciben a los turistas y tripulantes de las embarcaciones, tales como PDI (Policía de Investigaciones), Aduanas, Carabineros y el SAG (Servicio Agrícola y Ganadero), entre otros. Además de toda una cadena de proveedores de prestaciones que acompañan a sus pasajeros, puesto que cada ‘crucerista destina unos 100 dólares en el lugar de su detención”, señaló la directora regional del Servicio Nacional de Turismo (SERNATUR), Angélica Funes.
Así pues, agregó que los turistas recorren distintos puntos de la conurbación durante las horas que tienen prevista su estancia en el puerto. Así, en Coquimbo, visitan el Fuerte Lambert, la Cruz del Tercer Milenio, la Avenida Costanera, el sector de Guayacán, el Cementerio Inglés y La Herradura; en tanto, en La Serena, conocen La Recova, el Faro Monumental, el Museo Arqueológico, la Avenida del Mar y por último, los ejes de las calles Cordovez y Pedro Pablo Muñoz en su casco histórico.
“Generalmente los viajes en los cruceros se agendan con al menos uno o dos años de anticipación y cada temporada trae un mínimo de 16 naves. El 30% de los turistas de estos barcos de lujo consume productos turísticos de la zona, principalmente vinos, pisco y artesanías en base a lapislázuli. Incluso, parte de la tripulación que trabaja en los cruceros también produce gasto”, manifestó la directora regional del SERNATUR.
Por cierto, complementó que el mercado es potente para la comuna puerto, por cuanto se generan divisas cada 60 minutos, ya que son pasajeros que no están más de cinco a seis horas en el destino. Una vez arribados, los turistas realizan programas de viajes que tienen contratados con anterioridad, con tour operadores locales que los llevan incluso a los valles de Elqui y Limarí.
“El puerto de Coquimbo se encuentra inscrito en dos rutas. La primera es la oferta de destinos de cruceros ‘Costa Oeste’, que nace en Miami, Estados Unidos, cruza el Canal de Panamá para acceder al Pacífico y se detiene por una serie de puertos antes de llegar al Callao en Perú, el último puerto antes de ingresar a Chile. El otro circuito es ‘Cono Sur’ que corre por el Atlántico en diferentes terminales, antes de llegar a Ushuaia y acceder a territorio nacional por Punta Arenas”, sostuvo Funes.
En tanto, junto con destacar su aporte a la dinamización financiera native, la seremi de Economía, Fomento y Turismo, Pía Castillo, aseguró que la recalada de este tipo de naves es el punto de partida de una cadena de desarrollo económico regional.
“La que incluye servicios de gastronomía, turismo y astroturismo, transporte, entre otros servicios. Es por ello que vemos con mucho optimismo esta temporada, que permite generar estabilidad económica para buena parte del año a diversos tour operadores y da pie a puestos laborales en materia de transporte, guías turísticos, traductores y muchos otros empleos, ayudando a la reactivación económica zonal”, finalizó.
El alcalde de Coquimbo, Alí Manouchehri, afirmó que como municipalidad trabajaron en conjunto con los emprendedores turísticos, con el comercio y también con su dirección de seguridad pública para entregar seguridad a los visitantes que llegaron en las distintas embarcaciones y pudieron disfrutar de los centros turísticos, pasear por la ciudad y conocer con tranquilidad.
“Sin duda fue una gran temporada, pero al hacer un balance debemos reconocer que falta trabajo por hacer para no solo aumentar la cantidad de cruceros que arriban al puerto de Coquimbo, sino que también para mejorar la infraestructura y así, las experiencias para los visitantes y que estos barcos de lujo puedan detenerse por más tiempo en nuestra región. Todo esto en un trabajo público y privado”, dijo.
” Fuentes www.diarioeldia.cl ”