María Knaapen, directora de la agencia de viajes S-Cape Spain. La holandesa María Knaapen ha demostrado que si uno tiene una buena concept y una buena conexión a Web puede montar su empresa casi en cualquier sitio. Ella empezó a colaborar, desde Sotres, con una agencia holandesa que organizaba viajes a los Picos. Ahora, con oficina en Arenas de Cabrales, forma parte de una purple europea de agencias asociadas que mueven a much de turistas al año en viajes de naturaleza autoguiados. Desde Arenas gestionan todo el mercado de España y Portugal.
La holandesa María Knaapen dirige en Arenas de Cabrales la oficina en España de S-Cape Journey, una purple de agencias turísticas federadas de ámbito europeo. Su especialidad son los viajes turísticos autoguiados donde mandan los recorridos por la naturaleza, en bicicleta o caminando. Mueve a turistas por la comarca de los Picos, pero también por otros muchos destinos en España y Portugal. Así se crea y se sostiene una empresa que, desde Arenas, factura 3,5 millones de euros anuales.
“Vine a Cabrales en 1991 como estudiante de Antropología. Vine porque me gusta la tierra, porque me gusta caminar. Como antropóloga me interesaba descubrir nuevos destinos, buscar las personas y la cultura local. Me quedé en 1994 porque conocí aquí a un chico, que es mi marido actual y es de Sotres. Luego, como no tenía mucho trabajo, me presenté a una agencia de Holanda que se dedicaba a viajes de senderismo y de ciclismo. Justo en ese momento querían ampliar mucho el producto de senderismo en toda España, así que empecé a trabajar con ellos para el diseño de rutas y también hice de guía con ellos”.
“Luego, cada vez me pedían más y más viajes en otros destinos. Entonces yo iba allí y desarrollaba productos, rutas, según las pautas que ellos fijaban. Estuve haciendo esto, primero solamente para esta agencia holandesa, y desde el 2015 nos hicimos independientes en el sentido de que adoptamos una marca, un logo. Tenemos oficinas en seis países. Somos seis agencias afines. Tenemos una oficina en Francia, que también está en un pueblo, como la de Inglaterra; también tenemos oficinas en Italia, en Grecia y en Holanda. Cada uno es independiente. Estamos asociados en el sentido de que compartimos gastos, sistemas de reservas, marketing… Si no, para una pequeña empresa eso es complicado”.
“Tenemos en total 185 destinos en toda Europa. Durante la pandemia, la facturación cayó un 85% por el desplome del turismo extranjero, pero ahora mismo el volumen de negocio lo estamos recuperando. Nuestras cifras de facturación, en la oficina de Arenas de Cabrales, rondaban 3,5 millones de euros al año con unos 6.500 clientes anuales que hacen como una media de viaje de una semana o 10 días. Antes de la pandemia éramos 10 personas trabajando aquí en la oficina, pero no todos estaban a tiempo completo. Si lo mides en puestos de 40 horas por así decirlo, el “full time employment”, tenía 8 personas y media trabajando. Somos todo mujeres. Parece ser que los hombres no aguantaron (se ríe). También tenemos hombres, pero son en trabajos eventuales. Son todo mujeres que tienen una formación más bien alta en el sentido de que tienen nivel analítico, de gestión, idiomas…. Nos ocupamos de los viajes en España y Portugal. La Península tiene muchas zonas climatológicas, así que yo tengo clientes viajando todo el año. Siempre se está moviendo la rueda, siempre estamos activos”.
“Nuestro producto es el viaje autoguiado. Por ejemplo, el destino Picos. Tenemos un viaje de 8 días en el cual le tenemos preparados al cliente descripciones de rutas que pueden hacer todos los días. Tienes rutas y mapas, toda la documentación en papel. Aunque también lo pueden seguir en una aplicación en el móvil. El cliente va siguiendo esas rutas, que a veces son circulares y a veces son lineales, hasta el siguiente hotel y nosotros nos encargamos del traslado del equipaje, de toda la logística. Para ofrecer ese producto, primero tienes que ir allí, conocerlo y caminarlo. Nosotros hemos recorrido y caminado todas las rutas en bici que vendemos. Luego, cuando un cliente nos lo pide, yo contrato todos los hoteles, los taxistas, todos los servicios que hay que contratar”.
“El concepto de viaje autoguiado es novedoso, ya lo fue cuando empezamos en los años noventa, pero sigue siendo poco conocido. La sostenibilidad, que ahora está muy de moda, ya la practicábamos nosotros en los noventa. La agencia con la que trabajé siempre quería trabajar con pequeños hoteles de carácter familiar, se preocupaba de que no generarse plásticos, de que no tuviera muchas cosas de usar y tirar. El tipo de turismo que tenemos ha ido a más los últimos diez años. Basta solamente por mirar por la ventana y ver la gente que viene a Picos, que vienen incluso cuando llueve. Antes no caminaban si llovía, era impensable que alguien hiciera una ruta cuando no hacía sol. Ahora eso ya es normal. Y la pandemia también ha ayudado en esto. La gente quiere salir y caminar. Y andar en bici. Y yo creo que eso es bueno para todos. Mientras se pueda gestionar bien y no se masifiquen las zonas rurales la experiencia es positiva”.
“Cuando empecé, descubrí que no hacía falta estar en un sitio concreto para poder trabajar. Sí se puede trabajar desde cualquier sitio teniendo una buena conexión. Cuando oigo que en las villas, en el medio rural, no se puede emprender, piensas que es tontería. ¿Que no se puede? Depende. Hay que pelearlo. Buscar un producto que no dependa de las comunicaciones físicas o de cosas que falten en el medio rural. Yo puedo hacerlo porque mi producto no está físicamente aquí. Si tengo un problema, contacto con los proveedores, puedo gestionarlo desde aquí. Yo empecé en Sotres y en 1992 o 1993 se estrenó un tipo de línea de teléfono con la que yo ya podía mandar faxes y emails cuando la oficina en Florencia todavía no podía hacerlo. He tenido suerte en ese sentido. Aquella línea era una condición suficiente para que te llegase la reserva y pudieras gestionarla. Desde que estoy aquí en Arenas, desde que tenemos la nueva oficina, que hará ahora como 10 años, tuvimos que pedir para que nos dieran mejores líneas. Era un problema. No podíamos estar con 10 personas a la vez online porque tardaba una eternidad. Pero ahora, desde que hay fibra, ya está mucho mejor”.
“Aquí estamos muy bien, muy tranquilos. Yo creo que si estuviera en Oviedo tendría más problemas. Aquí, hombre, no tengo un montón de gente que quiera trabajar para mí y si tengo un puesto nuevo disponible tengo que estar preguntando, buscando a través del boca a boca. Pero creo que ha sido bastante ventajoso estar aquí. Eso sí, trabajamos mucho. Lo tenemos, pero curramos muchísimo. Le decía a mis socios holandeses que yo no iba a mudarme a Madrid o Barcelona, que por mucho que quisieran ampliar yo me iba a quedar aquí. Estoy relativamente libre en lo que hago y los horarios los pongo yo. Estoy feliz aquí y no pierdo tiempo en autobuses ni en aeropuertos”.
” Fuentes www.lne.es ”