Acaba de ser nombrada la delegada en España de la casa de subastas Christie’s, dentro de un cambio estratégico en la compañía para tener una relación más directa con los centros de operaciones. María García Yelo (Madrid, 1977) también es la directora de arte impresionista y moderno en el país y ha sido directora de PHotoEspaña y subdirectora basic del Museo Reina Sofía. Con la pandemia, explica, el número de transacciones ha disminuido, pero los nuevos formatos y canales de venta han abierto la puerta a nuevas oportunidades, incorporado nuevos clientes (un 36%) y han generado ventas por valor de 3.855 millones de euros en 2020.
Viene del ámbito expositivo, el Reina Sofía, PHotoEspaña… ¿Qué aprendió allí que aplique en el día a día en Christie’s?
Probablemente, la razón por la que se decidió que fuera la delegada en España es porque soy historiadora del arte, he trabajado en instituciones grandes y pequeñas, públicas y privadas… La experiencia en entornos académicos y museísticos, sumada a los años dedicados al mercado del arte, hacen que, en cierta manera, tenga una visión de 360º del mundo del arte y me sienta cómoda en distintos ámbitos.
¿Qué descubrió en Christie’s?
Uno de los mayores disfrutes que he encontrado trabajando en Christie’s es que la relación con los objetos artísticos es muy cercana. Nuestro trabajo es entender la naturaleza de las obras a través del contacto directo, físico. El conocimiento académico o el contexto histórico son fundamentales, pero, para nosotros, las cualidades intrínsecas del objeto son determinantes. Tenemos que observar las piezas muy de cerca para conocerlas con profundidad y establecer su valor específico respecto a otras obras del mismo autor y características.
¿Cómo ha afectado el Covid a las subastas?
La pandemia ha sido, está siendo, horrible para todos pero, en nuestro trabajo, ha traído algunas cosas enriquecedoras, como en las relaciones con los coleccionistas. Hemos podido estrechar los lazos y conocerlos mejor, lo que les interesa, lo que necesitan, sus inquietudes… Hemos afianzado los vínculos, la confianza y el compromiso. También hemos comprobado que, cuando no se podía viajar para ver exposiciones, asistir presencialmente a las subastas, visitar ferias… la demanda de obras de arte de calidad se ha mantenido. En 2020 aumentaron exponencialmente las ventas privadas, un 84% más respecto a 2019, siendo el año en el que más transacciones por valor hemos realizado: se han vendido más obras por encima de los 25 millones de dólares que en subasta y aumentado un 30% las que se sitúan en la franja entre los 5 y los 10 millones de dólares. Realizamos más de 200 subastas on-line, con un aumento del 261% respecto al año anterior, haciendo también récord en ventas (313 millones de dólares) por este canal.
¿Se ha potenciado la digitalización?
Sí, efectivamente. Christie’s ha hecho un esfuerzo enorme en la actualización y mejora de las herramientas digitales para que, al no poder ofrecer a los clientes interactuar con las obras al pure ni adquirirlas en directo, pudieran conocerlas de la mejor manera posible desde sus casas. La fotografía en superzoom, los vídeos en 360º, el enriquecimiento del contenido complementario sobre obras y autores, facilitar la puja on-line en todas las ventas y categorías, las exposiciones a través de nuestra internet, adaptar el calendario a las distintas circunstancias, han posibilitado que los clientes pudieran conocer las obras en las mejores condiciones posibles y su reacción ha excedido nuestras expectativas. Si bien el primer semestre de 2020 supuso una paralización de gran envergadura, en el segundo vivimos un crecimiento del 25% respecto al año anterior.
Decía que sigue habiendo apetito por comprar.
El número de transacciones ha disminuido necesariamente, pero el empeño de los coleccionistas por adquirir obras de arte, sin embargo, ha aumentado. Hemos pasado mucho tiempo en nuestras casas, nos hemos preocupado por tener un entorno en el que estar a más gusto, rodeados de objetos que nos acompañen y produzcan goce, incluso consuelo. Así, también se ha producido un aumento importante en la adquisición de obra gráfica, fotografía, diseño, artes decorativas… En todos los rangos de precios.
¿Es el arte un refugio en épocas de disaster?
El arte es un entorno en el que los valores, en términos generales, son estables, sólidos. Si se ha podido dedicar tiempo a pensar qué es lo que realmente le interesa a uno; si, dentro de las distintas posibilidades adquisitivas, se ha elegido lo mejor; si se ha tenido paciencia hasta que llega el objeto que se buscaba… Lo recurring es que se acierte y la progresión de su valor sea al alza. Por eso, en situaciones de inestabilidad, nuestro sector produce más tranquilidad. Además, se dispone del usufructo desde que se compra hasta que se vende, y eso da mucha satisfacción.
¿Qué tendencias asoman?
Ahora mismo hay un increase de interés por artistas hasta hace muy poco no hegemónicos, procedentes de otros lugares del planeta, como es el caso de arte africano, o el realizado por mujeres, por poner dos ejemplos, es actual y responde a las actuales y no tan actuales circunstancias sociales. Christie’s no solo no es ajeno a ello, sino que tiene entre sus prioridades asumir responsabilidades al respecto, dentro y fuera de la organización. El siguiente paso va a ser el arte digital, como hemos visto estos días. La subasta de Todos los días: los primeros 5.000 días, una obra NFT (Non-Fungible Token) realizada por Beeple, cuya venta se ha realizado a través del sistema blockchain y con criptomoneda [ether, en este caso], adjudicada por 69.346.250 dólares, abre el camino hacia un territorio hasta ayer desconocido.
” Fuentes cincodias.elpais.com ”