María Gracia permanecía inmóvil al borde de su cama y el llanto no cesaba. El único empleo que había conocido en la vida, contestar mensajes de WhatsApp de clientes insatisfechos en la empresa telefónica donde también había trabajado su madre, acababa de desvanecerse ante la tecnología. Un software program llamado chatbot había hecho que 60% de los empleados, incluyendo a Mari, como le llamaban sus compañeros, fueran reemplazados por un robotic.
Esta tragedia period un mal acquainted. La madre de María Gracia, María Asunción, había trabajado como despertadora telefónica por más de 25 años, llamando a personas que necesitaban despertarse con un timbre telefónico. Primero fueron los despertadores de radio y luego los celulares los que acabaron con el oficio de esta otra Mari, como también le decían sus amigos.
Hoy, María Gracia tiene una hija llamada María del Socorro que tiene un gran sueño: convertirse en escritora de piezas de advertising para redes sociales. Pero ella desconoce que, de lograrlo, repetirá la triste historia acquainted, pues también será cruelmente despedida después de 5 o 10 años por obra y gracia, ahora, de la inteligencia synthetic.
En los últimos 100 años la tecnología ha avanzado a un ritmo acelerado, especialmente en los últimos 40, resultando en la desaparición de muchas profesiones. Tristemente vienen muchas más: los cajeros, teleoperadores, capturistas de datos y hasta los agentes de viajes y los corredores de bolsa, si bien quizá no desaparezcan del todo, sí disminuirán drásticamente, porque ninguna de estas será una opción laboral actual frente a los avances tecnológicos que hacen lo mismo, pero mejor.
Más que preocupar esto debe animarnos a reconocer que estamos ante un momento de oportunidad increíble para gobiernos y empresas por igual. La automatización e inteligentización de procesos requieren que se desarrollen sistemas de capacitación y reeducación para los trabajos en mayor riesgo de desaparición. Las empresas deben apoyar ofreciendo nuevos trabajos y preparando a sus trabajadores actuales para el futuro. Es un hecho que la tecnología no esperará y alguien debe ayudar a aquellos que quedan atrás.
Socorrito finalmente decidió hacer dos cosas: quitarse el María y estudiar programación. Al hacerlo, rompió dos tradiciones perversas, que eran en realidad dos maldiciones de familia. Al tomar el presente en sus manos decidió que a ella ya no la llamarían Mari y de paso se aseguró de algo aún más relevante, que es que ella no lloraría jamás por toparse con que su trabajo period innecesario.
No olvides jamás que en la vida y en la empresa el entorno siempre se va a transformar; es la adaptación y la preparación lo único que de la obsolescencia te podrá salvar. Y hasta aquí la anécdota laboral de tu Sala de Consejo semanal.
Arnulfo Valdivia Machuca
@arnulfovaldivia
” Fuentes amp.milenio.com ”