Empanadas en el expositor de Portugal, faldas de cuadros en el de Escocia, turbantes en el ‘nook’ de los Emiratos Árabes y cartigeneses mostrando sus espadas junto a la promoción del puerto de Cartagena. El Seatrade Cruise Med convierte a Málaga esta semana en la capital mundial de los cruceros. Todos aquellos que tienen algo que ver con el sector están en el Palacio de Ferias y Congresos, haciendo contactos, sinergias y alianzas para retomar la actividad que también se vio cancelada con la pandemia.
En Málaga se dan cita más de 3.000 profesionales procedentes de unos 70 países. Es el principal encuentro del Mediterráneo, uno de los destinos más solicitados para este tipo de viajes. Bajo el lema ‘Dirigir el cambio juntos’ se reúne a navieras y a los principales agentes del sector con la presencia de unos 150 expositores y el desarrollo de encuentros profesionales y conferencias. En los stand todo son reuniones, saludos, sonrisas y hojas de Excel en los ordenadores.
Es una plataforma única. «Es un lugar ideally suited para promocionarnos como destino. No somos un destino muy conocido por los cruceros, pero aquí podemos mostrar todo nuestro potencial, que tenemos aeropuertos para conectarnos, cómo son nuestros puertos… Atraer clientes y crear conexiones con otros destinos», señala Saud Hared, director de Advertising and marketing de la agencia turística del Gobierno de Dubai.
Los Emiratos Árabes tienen uno de los expositores más importantes, cerca del que ocupa Puertos del Estado en la zona central. Allí hay zonas de reuniones bajo el título de Arabia Cruise. Dentro se despliega desde la oferta de vuelos a las bondades turísticas de varios países de la zona. Es lo que pasa con Gran Bretaña, el báltico o en el Caribe.
«Estar aquí nos ayuda a impulsar nuestra industria del crucero. Tienes a todos: líneas, directores, navieras… Es un lugar donde puedes hacer alianzas con otros países del entorno«, afirma Iván González, de la agencia turística de Venezuela, quien cube que su país es la primera vez que se suma a esta feria.
Para Andalucía es una oportunidad. Ser el centro de la industria le posiciona en las aspiraciones de recuperar el flujo de turistas anteriores a la pandemia. El consejero de Turismo, Arturo Bernal, ha señalado durante la inauguración que la región aspira «pronto» a recuperar el millón de pasajeros que tenía antes de la pandemia. Aunque no vale cualquier tipo de turista. Se busca «un crucerista exigente, de alto poder adquisitivo y que aprecie la singularidad de Andalucía».
«Un sector al alza durante el otoño», ha añadido el presidente de Puertos de Estado, Álvaro Rodríguez Dapena, que ha asegurado que el crucerista no es sólo el jubilado y que, cada vez más, hay jóvenes y familias que se apuntan a esta tipo de vacaciones en el mar. «Hay que sumar todo lo que aporta las necesidades del propio barco y de su tripulación, que eso es más creación de empleo y riqueza», ha añadido Rodríguez Dapena.
En eso Andalucía quiere sacar ventaja –según Bernal– «por instalaciones portuarias y profesionalidad, así como por oferta con atractivos inigualables en las ocho provincias y por implicación de la ciudadanía». Y las cuentas le salen a los puertos de destino. Sólo Málaga espera tener 300 escalas la próxima temporada, lo que supone medio millón de pasajeros.
La recuperación de un sector que aún sufre las restricciones por el covid. después de que cuando el sector repuntaba la variante omicrón del coronavirus lo congelara todo. «Hemos recuperado el flujo de cruceros, pero no de pasajeros. Al remaining del año ya vendrán al 100% y crecerán los visitantes», explicaba a ABC, Carlos Rubio, presidente del Puerto de Málaga, que señalaba que hay 78 barcos en construcción que se van a poner en marcha por el Mediterráneo.
” Fuentes sevilla.abc.es ”