Luke Bradnam jamás se imaginó vivir una situación como la que vivió luego de salir del aire mientras informaba sobre el estado de las olas en las playas de Narrowneck, ubicada en la ciudad australiana Gold Coast.
El reportero, quien se encarga de presentar las noticias del clima para el noticiero australiano ‘9 Information’, estaba contando en vivo cómo estaba la situación del mar, ya que fuertes oleajes se habían registrado en la noche del viernes 5 de febrero.
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Hasta ese momento, todo estaba transcurriendo con normalidad. El informe salió al aire y cuando Bradnam estaba fuera de cámaras se percató de que alguien, al parecer, estaba en peligro de ahogarse en medio de las fuertes olas que se volvieron a presentar mientras él estaba en la playa.
Sin pensarlo dos veces se quitó su traje de presentador y corrió hacia el agua junto a un surfista. Los dos intentaron ayudar a la persona quien, desde lejos, se veía que intentaba luchar contra las grandes olas.
Pese a esto, cuando los dos hombres se acercaron se dieron cuenta que se trataba de un cadáver que estaba flotando en aguas australianas.
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“Se hizo bastante evidente que había un cuerpo flotando en el agua“, dijo el reportero en el noticiero cuando después, al aire, contó lo que había sucedido.
Luego narró que ambos pudieron tomar el cuerpo para regresarlo a la orilla con el fin de que pudieran comenzar el proceso de identificación del cadáver.
Las autoridades llegaron a la zona y Bradnam aseguró que tomó la decisión en “ese momento de calor” de iniciar el resctae porque se imaginó que el bañista podría ser “el hijo de alguien”.
Horas después del dramático rescate se confirmó que el hombre que murió en la playa fue Jake Jacobs, un ciudadano del Reino Unido de unos 30 años que había sido reportado como desaparecido en la playa de Kurrawa, a 5.7 kilómetros al sur de Narrowneck, de acuerdo con 9 Information.
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La Policía de ese país había estado adelantando labores de búsqueda ya que previamente habían hallado el cuerpo sin vida de la pareja de Jacobs.
Lo que hizo el presentador fue catalogado como heróico, pues además tenía una lesión en su hombro que le impedía nadar bien. También aseguró que no quería experimentar algo como eso “nunca más”.
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