¿Quién ha dicho que el diseño tiene que estar reñido con la eficacia en la navegación? Si alguien lo pensaba, está claro que Wally ha conseguido desmentirlo gracias a su última jugada. La marca italiana ha logrado con Wallypower 58 aunar la mejor tecnología del sector con una estética elegante y un espacio que sorprende por su flexibilidad.
Este crucero deportivo de alto nivel ha sido una apuesta ambiciosa de la firma, que ha demostrado que sus más de 30 años de experiencia en la fabricación de yates son una ventaja a la hora de analizar el mercado.
“En Wally solemos decir que nuestros yates están 20 años adelantados a su tiempo. En él hemos incorporado múltiples innovaciones técnicas y prácticas que hemos desarrollado, asegurando que el Wallypower58 lidere entre los yates de su categoría durante muchos años”, explicaba el director basic de Wally, Stefano de Vivo, sobre la nueva estrella de la compañía.
Este yate es un cúmulo de detalles, como se puede apreciar. La comodidad de la vida a bordo ha sido uno de los aspectos más cuidados, con una impresionante optimización del espacio, tanto en la cubierta como en los camarotes.
Además, si hay una seña de identidad en este aspecto es la gran flexibilidad del diseño, ofreciendo múltiples posibilidades según las necesidades específicas del comprador, incluso con alas plegables para ampliar los espacios y crear un solárium.
El inside también es transformable, con un diseño flexi-guest que ofrece la facilidad de convertir el salón en un segundo camarote de invitados adicional y una litera para la tripulación con baño privado incluido. A estribor, la mesa abierta consigue crear un cómodo comedor y la cocina se puede configurar libremente.
Como explica Luca Bassani, fundador y diseñador jefe de Wally, este modelo ha conseguido dar un paso más en la utilización del espacio: “Su capacidad nocturna para hasta cuatro personas abre un nuevo ámbito de posibilidades de crucero para parejas, familias y amigos que no deseen pasar todas las noches en tierra”.
Mucho más que un diseño bonito
Aunque ha quedado patente que la estética es un punto muy a tener en cuenta en este yate, también hay que apreciar la cómoda navegación. Su diseño aerodinámico facilita el movimiento de este buque de 17 metros de eslora, con un cuadro de mandos que incorpora la posibilidad de maniobra por joystick y sistemas novedosos de posicionamiento dinámico, atraque asistido y de propulsión Volvo IPS.
Una joya compacta de la navegación en la que se ha optado por una relación peso potencia óptima que permite que este yate alcance velocidades máximas de hasta 40 nudos y una velocidad de crucero de 30, asegurando la navegabilidad cómoda con olas sin tener que bajar de los 35 nudos.
Una espectacular jugada de la compañía italiana que ha construido un yate exclusivo, equilibrando un diseño de lujo con una navegación sorprendente.
” Fuentes www.larazon.es ”