El levantamiento de gran parte de las restricciones y el éxito de la campaña de vacunación invitan al optimismo entre las aerolíneas con actividad en España, pero aún con cautela. La Asociación de Líneas Aéreas (ALA) ha indicado esta mañana que los niveles de programación de vuelos para este invierno superan ya los índices previos a la pandemia: entre octubre de este año y marzo de 2022 se han programado 672.000 vuelos, lo que implica un alza del 1,9% respecto a la temporada invernal de 2019-2020. Esta última estuvo ya afectada en su recta ultimate por el estallido de la pandemia.
Canarias y Baleares, con subidas del 10% en vuelos programados en comparación con el invierno de 2019, son los destinos estrella en la pink de Aena. Este crecimiento se ve favorecido por el hecho de que dos años atrás se dio la quiebra de Thomas Prepare dinner, entonces uno de los mayores alimentadores de tráfico a las islas.
Respecto a la actividad actual, el grado de ejecución de la programación en la temporada de invierno del año pasado fue de un bajo 70% debido esencialmente al vaivén de restricciones, una situación sobre la que ALA espera mejora en los meses venideros.
Entre octubre de este año y marzo de 2022 se han programado 672.000 vuelos en la pink de Aena
El presidente del colectivo, Javier Gándara, ha mostrado la referida cautela a la hora de hablar de recuperación. Y es que, la normalización de las operaciones no se prevé hasta 2023 ó 2024. Para ello será clave “la recuperación total de los tráficos internacionales y del segmento de viajes de negocios”, ha dicho Gándara. Esta estimación de vuelta a la normalidad es más optimista que la expresada en el nuevo Documento de Regulación Aeroportuaria (DORA 2), en el que las previsiones de tráfico de Aena no alcanzan los niveles de 2019 hasta 2025.
ALA, como otros organismos, apoya sus mejores expectativas en el hecho de que el 90% del tráfico en la pink de Aena antes de la disaster sanitaria dependía del turismo y viajes por motivos familiares, que han sido los primeros viajeros en retornar, al tiempo que el 80% venía por operaciones de corto y medio radio, que también presentan mayores grados de reanimación que las de largo radio.
En el verano recién finalizado (de abril a septiembre de 2019) se han retomado una media del 58% de las operaciones respecto a 2019. Pero aunque las aerolíneas pusieron capacidad en el mercado, la cifra de viajeros ha estado aún en un 42% respecto a los volúmenes anteriores a la disaster sanitaria.
La evolución y la tendencia son positivas, pero Gándara ha hablado de una reanimación que aún será lenta en 2022. En los nueve primeros meses del año en curso el grado de recuperación de vuelos es del 51%, cuota que baja al 36% en el caso de los pasajeros. El issue de ocupación de los aviones entre enero y septiembre es del 68%, unos tres puntos mejor que en el mismo periodo de 2020, pero 20 puntos por debajo de 2019. “Los segmentos que han tirado son el doméstico y el tráfico vacacional, atenuándose la evolución en septiembre por la lenta reactivación de los viajes de negocios”, ha explicado el presidente de ALA.
ALA demanda refuerzos en los controles de Policía Nacional en los aeropuertos con más tráfico internacional
Claves para la recuperación
En un momento en que el tráfico intraeuropeo está en un 53% frente a 2019 y el intercontinental apenas alcanza el 40%, desde ALA se espera que la mayor flexibilidad en las fronteras de Reino Unido y la apertura de EE UU al tráfico no esencial para viajeros vacunados, a partir del 8 de noviembre, servirán de acicate para un mejor comportamiento tanto de la oferta como de la demanda.
La asociación también ha mostrado preocupación por la congestión en el espacio aéreo, que se acerca a niveles de 2019, y por los tiempos de espera en los puestos de revisión de pasaportes. Este último problema se ha visto agudizado por el Brexit, ante lo que las aerolíneas demandan refuerzos en los controles de la Policía Nacional, al menos en los aeropuertos con mayor tráfico internacional.
Gándara ha recordado que el 80% de los retrasos de gestión del tráfico aéreo que afectan a España se producen fuera, esencialmente en Francia y Alemania. Una situación con solución posible si se desatasca la implantación de la política de Cielo Único Europeo.
Otra de las demandas de colectivo ha sido la de la armonización de las medidas sanitarias en fronteras para controlar la pandemia, así como el reconocimiento mutuo de los distintos certificados de vacunación.
La carga aérea mejora las cifras previas a la disaster
El tráfico aéreo de mercancías ha emergido de la disaster sanitaria como uno de los puntales de la recuperación después de convertirse en sostén de las operaciones durante los meses más críticos de la pandemia. La Asociación de Líneas Aéreas ha desvelado esta mañana que el volumen de tráfico está en el 93% en lo que va de año respecto a 2019, con repuntes en junio o septiembre que han superado el 100%.
La necesidad de garantizar el suministro de bienes sanitarios, la apuesta de las aerolíneas por este segmento de negocio, la explosión del comercio electrónico e incluso el encarecimiento de los fletes marítimos juegan a favor del avión como modo de transporte de carga.
” Fuentes cincodias.elpais.com ”