La recuperación de la actividad de las agencias de viaje desde que estallara la pandemia no está siendo fácil por ser un sector muy volátil al que le puede afectar de manera inmediata cualquier circunstancia externa. Bien es cierto que la evolución de las ventas este verano es superior a la de hace un año por la demanda de destinos nacionales, ya que todavía no se han alcanzado los niveles registrados en 2019 por la lenta reactivación de los viajes al extranjero.
La vicepresidenta de la Asociación de Empresarios de Agencias de Viajes (Abeav), Gema Alonso, precisa que las restricciones permanecen en algunos destinos demandados como es el caso de Japón, donde no se puede entrar si no es con un recorrido organizado. A ello suma el «miedo» que persiste entre los ciudadanos, reticentes a desplazarse otros países por la excesiva distancias con sus lugares de origen. «Egipto se ha vendido muy bien al ser seguro y no estar muy lejos de casa», subraya.
Las ventas al Caribe se mantiene «activas» en estos últimos años debido, principalmente, a los precios. En este sentido, Alonso asegura que el viaje puede resultar más barato que «un resort de la costa nacional de cuatro estrellas» debido al alza generalizada de las tarifas de los alojamientos, que en junio ya se habían incrementado en torno al 20%. Estas han seguido creciendo, según explica, porque «son dinámicas y suben en función de la demanda existente».
Los burgaleses parecen haber optado por los destinos nacionales, con especial interés por Cádiz o Huelva, aunque todas las costas «están siendo muy demandas». De hecho, la representante de la patronal de agencias independientes destaca la reactivación de la Costa Brava, principalmente Salou y Cambrils, que contaban con escasas reservas en anteriores campañas estivales.
De cara a los meses de septiembre y octubre, que suelen ser fuertes para el colectivo, Alonso prefiere no realizar previsiones debido a la volatilizad del sector y la inflación. «Si continúan subiendo los precios, lo primero que suprimen los ciudadanos son los gastos en ocio», remarca a la hora de explicar la incertidumbre que se vive en los negocios que, según sostiene, aún se encuentran entre un 15 y un 20% por debajo de los niveles de facturación del ejercicio 2019. A modo de ejemplo, afirma que «todavía seguimos haciendo presupuestos que después no se materializan».
Para alcanzarlos será necesaria la recuperación de los viajes internacionales porque «no podemos vivir solo del turismo nacional». Un objetivo que, a pesar de esa inquietud, el sector confía en poder lograr durante este otoño.
” Fuentes www.diariodeburgos.es ”