En el Día Mundial del Turismo se celebra y exalta la capacidad que tiene esta industria de proteger la vida y la cultura del destino y, desde luego, de transformar al visitante y las condiciones del anfitrión. Viajar dejó de ser un acto de easy desplazamiento físico para convertirse en una actividad de enriquecimiento private. Los viajeros queremos volver mejores, llenos de experiencias, de entendimiento de las diferencias, de aceptación de las culturas. Queremos involucrarnos con la comunidad receptora, queremos aportar.
Colombia tiene una oportunidad única de ubicarse como una potencia world en turismo y dar un salto al desarrollo, a través de esta actividad que debe estar al servicio de la sostenibilidad y de las comunidades del país.
Hoy Colombia cuenta con un portafolio de experiencias amplio y si bien se sigue apoyando en los destinos tradicionales como Bogotá, Medellín o Cartagena, cuenta con una estrategia clara de promoción a través de seis grandes regiones turísticas que nos permite exponer en los mercados internacionales una oferta más robusta, variada e incluyente, con énfasis en naturaleza y cultura y que viabiliza el alto gasto.
La oferta colombiana se ha fortalecido con una nueva narrativa que se ha venido formando con los manuales para los guías de naturaleza y cultura o a través de la guía que sobre Mariposas Endémicas de Colombia lanzó ProColombia con el Museo de Historia Pure de Londres, en el marco de Colombia Nature Journey Mart 2022, la rueda de negocios de turismo de naturaleza que se llevó a cabo en Manizales el pasado 15 y 16 de septiembre, donde se lograron expectativas de negocio por más de 8,4 millones de dólares.
La posibilidad de hacer safaris en la Orinoquía colombiana o avistamiento de aves en zonas que anteriormente estaban en medio del conflicto armado; visitar las pictografías en la Serranía de La Lindosa, en Guaviare; admirar la majestuosidad de una pareja de cóndores en un glamping cerca a Villamaría, en Caldas; apoyar a las comunidades indígenas cercanas a los Cerros de Mavecure con su emprendimiento de productos derivados de las abejas sin aguijón, en Guainía; conectar con comunidades ancestrales en el Gran Caribe colombiano o en el Macizo colombiano; descubrir Ciudad Perdida en la Sierra Nevada de Santa Marta; admirar la herencia prehispánica en el Parque San Agustín o en Tierradentro; deleitarse con los cánticos de las parteras del Pacífico colombiano mientras se disfruta de un viche elaborado por las maestras afrocolombianas, son solo algunas de las experiencias únicas con las que cuenta el país, gracias a un sector empresarial que ha sabido respaldar a este objetivo con hoteles, tour operación y conectividad aérea.
Para 2023 vendrán nuevas experiencias como las que se harán en el Río Magdalena, que será el anfitrión de un crucero de río de lujo que operará desde Cartagena y Barranquilla hasta Mompox, inversión que revitalizará buena parte de la región del Bajo Magdalena.
La pandemia por el covid hizo que Colombia pasara del mejor año para el turismo en número de visitantes y divisas a una caída de más del 70% en estos dos renglones. Sin embargo, este doloroso paréntesis dio la oportunidad para mejorar la prestación de servicios turísticos y la conectividad aérea internacional.
Y los resultados ya se están dando: durante el primer semestre del 2022 con más de 2 millones 156 visitantes se recuperó un 88% de los que llegaron al país en 2019. Pero aún mejor, para el mismo período, Colombia ya está generando más divisas que las que se dieron en ese año referente con más de 3.207 millones de dólares, una recuperación del 101%.
El turismo convoca, mantiene acuerdos en medio de las diferencias y ha aprovechado económicamente las ventajas que ha traído y seguirá produciendo la paz. Con un componente adicional: tiene el poder de resignificar el pasado violento y transformarlo para incrementar el interés de visitantes e incluso de locales, para que se acerquen a la historia bajo una orientación educativa y de no repetición.
El turismo va por buen camino y tiene el reto de consolidarse como el renglón que más divisas genera en la economía nacional (hoy ya es el primero no minero-energético). Por ello, hay que dar un salto que permita fortalecer este propósito.
El Ministerio de Comercio, Industria y Turismo, el Fondo Nacional del Turismo y ProColombia estamos trabajando articulados en este propósito. El reto no es menor y por ello una política pública que asegure la gestión adecuada del destino hacia la sostenibilidad y el beneficio social y comunitario, la financiación que atienda este propósito, así como la promoción internacional que facilite la conectividad internacional y mantenga el interés de los viajeros foráneos hacia Colombia serán la clave. Un destino donde comprender, contemplar y conservar la diversidad y la biodiversidad sean las premisas del turismo que promovemos. Las premisas de Colombia: una potencia mundial de la vida.
* Vicepresidente de turismo en ProColombia
” Fuentes www.eltiempo.com ”