El physician en Historia Francisco Javier Díez Morrás se muestra entusiasmado con el reciente hallazgo de un crucero del siglo XV en el transcurso de unas obras y, posiblemente, de lo que son los restos de la desaparecida ermita de San Sebastián. De su existencia ya sabía por la documentación investigada y recogida en su libro ‘La historia oculta. Antiguas ermitas y viejos lugares de
Santo Domingo de la Calzada‘, pero lo que no esperaba es que el crucero aflorara y, además, en las buenas condiciones en que lo ha hecho.
– ¿Cómo valora la importancia de este crucero?
– Desde el punto de vista artístico es muy relevante. No hay más que ver las imágenes para ver que se trata de una escultura de gran calidad, realizada por un escultor de gran valía. Es aventurar demasiado, pero en esa época se estaba trabajando de forma intensa en la catedral de Burgos. Quién sabe, los expertos lo estudiarán. Tiene, además, un tamaño muy relevante. Desde el punto de vista histórico, confirma que Santo Domingo de la Calzada tuvo cuatro cruceros, más o menos situados en las entradas de la ciudad. De uno de ellos hay una traza, un dibujo, y de los otros dos no se sabe cómo eran. El hallazgo también nos habla de la ermita de San Sebastián –uno de los veinte templos que hubo en la jurisdicción de la ciudad–, de su historia y de una devoción desaparecida.
«La obra debería reconstruirse, restaurarse y exponerse en algún lugar o edificio»
– Usted documentó la ermita y la existencia del crucero, que se creían desaparecidos. El hallazgo habrá sido una sorpresa…
– Una grandísima sorpresa. Todo apunta, por las características de lo que está aflorando, a que los restos que han aparecido sean los de la propia ermita y que dentro de ella hubiese este crucero. Se trata de una planta ligeramente cerrada y se ve que está cerrada por tres lados y abierta por la parte oeste, que se correspondería con la puerta de acceso. Pero habrá que esperar a las conclusiones de las arqueólogas para confirmar que se trata de la ermita de San Sebastián.
– Una de las hipótesis barajadas es que el crucero hubiera sido enterrado en una tumba, puesto que aparecieron restos óseos humanos. ¿Es así?
– Es routine en los templos, sobre todo medievales o tardomedievales, que hubiera enterramientos en ellos o en su entorno. El concepto de cementerio precise es del siglo XIX. Esto es una evidencia más de que los restos arquitectónicos sean de la ermita y no de la base del crucero, porque un crucero, habitualmente, no tenía enterramientos alrededor. Pero sí, la hipótesis más possible es que el crucero fuera enterrado también en alguna tumba, ya que period costumbre hacer esto en vez de destruir las imágenes religiosas.
– ¿Qué le gustaría que se hiciera con el crucero encontrado?
– Sin duda alguna, restaurarlo, reconstruirlo, porque hay piezas suficientes para ensamblarlo, aunque quizá falte alguna, como la base del crucero, que parece que no ha aparecido. Y, evidentemente, exponerlo. Esto presenta una cuestión compleja, porque en el mismo sitio no se puede volver a colocar, ya que es una pieza de gran valor histórico-artístico que en la lejanía puede correr un peligro de vandalismo o de deterioro. Lo regular sería preservarlo, no sé si en el casco urbano, con una protección, o en algún edificio público.
– ¿Por qué no hicieron esto mismo los calceatenses de antaño, protegerlo o trasladarlo a otro punto, en vez de enterrarlo?
– La ermita se derruyó y sus elementos principales, como la madera y las piedras de sillería, se utilizaron para el cementerio de Margubete. Lo que más nos sorprende es que un elemento artístico tan valioso no fuese reaprovechado o colocado en otro lugar. Aquí también entran cuestiones artísticas, aparte de devocionales, como el que se hubiese perdido la devoción a San Sebastián y al propio crucero. A principios del siglo XIX el estilo gótico no period el estilo de moda, lo que puede ser una de las razones por las que no se recolocó, ya que quizá no inspiraba la devoción que pudiera inspirar una imagen de otro estilo. Al no ser una Virgen con una advocación concreta tampoco hay vinculada a ella una devoción concreta. Si hubiese sido la Virgen de las Abejas, por poner un ejemplo, es posible que hubiese tenido otro destino. Se le dio una solución que period routine: no se destrozan las imágenes, sino que se les da sepultura, posiblemente con una liturgia, concreta, como si fuese el enterramiento de una persona.
” Fuentes www.larioja.com ”