Los límites a la llegada de cruceros que ha propuesto el Ayuntamiento de València, a través de la Fundación Go to València, generan división de opiniones. Mientras la Federación de Asociaciones de Vecinos de València se ha posicionado a favor de poner management y límites al turismo de cruceros, la Federación de Hostelería de València, con Manuel Espinar al frente, pone el acento en el valor de los crucerista en la promoción de la ciudad.
«El turista de cruceros tiene un valor intangible que es su potencial como prescriptor de la ciudad bien para recomendarlo al llegar a sus países de origen o para querer volver para una estancia más larga», asegura Espinar. «Eso hay que valorarlo». El presidente de los hosteleros aboga por desestacionalizar la actividad y potenciar València como puerto base de salida de cruceros, ya que c»on eso también conseguiría que ese crucerista pasara al menos una o dos noches en la ciudad antes de salir».
Puerto base y desestacionalizar
La federación vecinal se muestra menos receptivo y «está a favor de las medidas que supongan una regulación y management de la actividad turística con un objetivo de avanzar en la sostenibilidad», apunta su presidenta, María José Broseta.
La vicealcaldesa y candidata socialista a la alcaldía de València, Sandra Gómez, insistió ayer su propuesta de limitar el número de cruceros que llegan al día a la ciudad en un intento de anticiparse así a los problemas que esta actividad ya está dejando en otras ciudades, como Barcelona, otra de las mecas de los cruceros, donde las plataformas vecinales se han rebelado contra este tipo de turismo de bajo coste.
Gómez , que ha incluido el límite de aforo de los cruceros en su programa electoral, aseguró ayer que «queremos seguir siendo capital del turismo inteligente, debemos tener un modelo turístico sostenible, que ordene y planifique las actividades que generan aglomeraciones y poco impacto económico en la ciudad».La propuesta de establecer límites al turismo de bajo impacto económico continúa la línea marcada por los socialistas de la ciudad de València con el recargo planteado para los apartamentos turísticos y los cruceros en la tasa turística aprobada en les Corts. «Se trata de actividades turísticas que generan un impacto económico muy limitado en la ciudad y que suponen un desequilibrio para el modelo turístico de calidad y sostenible social y medioambientalmente que se ha implantado con éxito en nuestra ciudad».
Turismo sostenible, no “low cost”
La propuesta contempla analizar la capacidad de recepción de visitantes que tiene la ciudad en relación con la actividad de los cruceros para fijar un tope y evitar que se produzcan concentraciones en algunos espacios concretos de la ciudad. «Esta medida, que implantaremos en colaboración con la Autoridad Portuaria, nos permitirá compatibilizar el bienestar de los residentes y la satisfacción del conjunto de turistas que nos visitan», añadió.
“Tenemos que compatibilizar el bienestar de los residentes y la satisfacción del conjunto de turistas que nos visitan”
«Hemos transformado el modelo ‘low cost’ del PP por un modelo sostenible y de calidad, pero debemos seguir avanzando y controlar el turismo de cruceros para evitar que genere una distorsión», añadió. «Para revalidar este modelo de éxito debemos de seguir implantando medidas que nos permitan mejorar la gestión de los flujos turísticos mediante el uso de tecnologías, la interacción con el turista o la ampliación de focos de atracción a nuevos espacios».
El nuevo presidente del Puerto de València, que impulsa una nueva terminal de cruceros con mayor capacidad y cercanía a la ciudad,Joan Calabuig, que la semana próxima tomará posesión de su cargo, ya se ha mostrado a favor de planificar la actividad de los cruceros en la ciudad, que el año pasado batió récord de cruceristas, con 300 barcos y 613.000 visitantes (200.000 más que en 2021).
” Fuentes www.levante-emv.com ”