Así, el Puerto de Barcelona plantea reanudar la actividad en junio, reduciendo el aforo de buques en los que caben 5.500 pasajeros a tan solo 600. Además de reducir el aforo a un 10% de la capacidad, para minimizar riesgos de contagio, barajan la posibilidad de que los cruceristas no puedan ver las ciudades a pie, sino desde un autobús. De esta manera evitarían la posibilidad de contagios en comercios o restaurantes.
Para comprobar si esta opción es viable, las compañías Costa Cruceros y MSC realizarán una prueba en el Puerto de Barcelona para asegurar que las condiciones y la seguridad de todos los pasajeros es exquisita. El resto de puertos esperan un poco a ver cómo se desarrolla la pandemia y lo que dicta el Gobierno.
Con algo de miedo y con pies de plomo los ciudadanos hacen sus reservas para zarpar en verano y esperan que de aquí a entonces las restricciones hayan disminuido. El sector necesita volver al trabajo lo antes posible ya que lleva un año de grandes pérdidas como consecuencia de la pandemia de coronavirus. Las compañías aseguran que llevarán medidas a cabo como reducir el aforo en el navío y en los espectáculos, la eliminación del buffet libre y pondrán potentes sistemas de ventilación.
Medidas de las compañías
Costa Cruceros comienza a organizar esos llamados grupos burbuja para garantizar la seguridad de los viajeros. Por toro lado, MSC facilitará a todos los pasajeros una pulsera electrónica que les permitirá abrir puertas sin tocarlas entre otras ventajas.
Aún así, durante estos primeros viajes las compañías no obtendrán beneficios. Sin embargo, ahora mismo lo importante es reactivar el sector e intentar volver a la normalidad lo antes posible. Para incentivar que la gente viaje en sus navíos han bajado los precios.
” Fuentes www.cordobabn.com ”