Entre 2010 y 2016, policías de 23 países se reunían una vez al año en Suiza para analizar qué podían hacer contra los ‘Panteras rosas’. Para la Interpol, acabar con esta banda de ladrones capaz de saquear sin problema las joyerías más importantes del mundo era una prioridad. Pero no resultaba nada fácil. Porque un banco con un cartel de recién pintado era una de las pocas pistas que la banda dejaba tras cometer su delito.
Cuando los ‘Panteras rosas’ iban a robar una joyería, una de sus costumbres consistía en pintar los bancos de los alrededores del establecimiento para que nadie pudiera sentarse. Así se garantizaban que no hubiera testigos de sus asaltos. Este es solo uno de los trucos que empleaban estos escurridizos asaltantes sobre los que, hoy en día, se sabe muy poco.
La banda de los ‘Panteras rosas’ fue bautizada con este nombre por la Interpol por la película de Peter Sellers de 1963, de la que ahora se cumplen 60 años. De sus componentes se sabe que eran serbios, montenegrinos o croatas. Por las escasas detenciones practicadas hasta ahora se conoce que se trata de exmilitares balcánicos que, tras las guerras que arrasaron sus países, se reconvirtieron en ladrones de guante blanco. Conforman una banda caracterizada por la osadía, la imaginación y los golpes millonarios. Entre sus ‘victimas’, por ejemplo, se halla el ‘Condesa de Vendome’, uno de los collares más caros del mundo. Este ornamento compuesto por 116 diamantes de 125 kilates fue robado sin que los ‘Panteras rosas’ se despeinasen en 2004 en Japón. Está valorado en más de 30 millones de dólares y nunca se le ha vuelto a ver.
Sus primeros golpes se produjeron en Londres en 2000, cuando comenzaron a asaltar las joyerías Graff, una de las cadenas más exclusivas del mundo. Los ‘Panteras rosas’ entraban discretamente en los locales, encañonaban a trabajadores y clientes, se llevaban las joyas, y desaparecían en cuestión de segundos. Tras saquear unos cuantos establecimientos de lujo en los lugares más exclusivos de Europa -desde París a la Riviera-, en 2005 cometieron uno de sus asaltos más espectaculares: consiguieron robar varios millones de dólares en el aeropuerto de Schipol, en Ámsterdam. Asaltaron el avión en el que se trasladaba el dinero, se hicieron con la mercancía, la trasladaron a otro aparato y huyeron. En 2007 utilizaron dos ‘Audis’ para entrar en un centro comercial de Dubai mediante un ‘alunizaje’. Robaron tres millones de dólares en joyas y desaparecieron.
En 2005 cometieron uno de sus asaltos más espectaculares: consiguieron robar varios millones de dólares en el aeropuerto de Ámsterdam
Para entonces, a la banda le había encantado el apodo que le había puesto la Interpol, así que empezaron a acrecentar la leyenda. En algunos de sus robos iban vestidos de color rosa. En otras ocasiones, dejaban peluches de la Pantera rosa en los hoteles en los que se alojaban para que los encontrase la Policía cuando buscaban rastros de los asaltantes.
En 2010 comenzaron a producirse detenciones de miembros de la banda a lo largo de toda Europa. Sin embargo, los robos no cesaban, por lo que se comenzó a especular con el tamaño que podía tener este grupo. Las policías europeas, impotentes a la hora de acabar con la organización, aseguraron que podría contar con cerca de 800 miembros. No obstante, una de las sospechas más probables es que diferentes criminales, sin conexión entre sí, estuvieran cometiendo robos de joyerías que de forma automática se atribuían a los ‘Panteras rosas’.
Es el caso de uno de sus robos más mediáticos, el asalto a Kim Kardashian en 2016 en un hotel de París. El robo se atribuyó a ‘los Panteras rosas’, pero luego se demostró que ellos no estaban allí, y el jefe de la banda que cometió el robo, que era un narcisista, lo confirmó con un libro titulado ‘Yo secuestré a Kim’. En 2018 sí que aparecieron en el robo de una galería de arte de Chelsea, en Inglaterra, en el que se llevaron joyas valoradas en 40 millones de dólares. Los ‘Panteras rosas’ originales para entonces estaban separados y los pocos miembros conocidos lo eran por haber sido detenidos en alguna ocasión. Algunos de ellos, por ejemplo, fueron arrestados en Tenerife, donde controlaban una plantación de marihuana con los Ángeles del Infierno. La banda, poco a poco, se fue disolviendo en un mundo de leyendas e historias de película.
” Fuentes www.elcorreo.com ”