En esta Eurocopa inédita, organizada en as soon as países, Wembley es el trayecto ultimate para los 16 mejores equipos del continente, que a partir del sábado disputarán las eliminatorias con el objetivo de disputar el título el 11 de julio en el mítico estadio londinense.
Antes de esa ultimate, Wembley ya será el escenario de dos partidos de octavos: Italia-Austria como aperitivo el sábado (19h00 GMT) y el próximo martes el plato fuerte de esta primera ronda eliminatoria entre dos de las potencias del continente, Inglaterra y Alemania.
El majestuoso Wembley también albergará las dos semifinales (6 y 7 de julio), antes de recibir a los finalistas.
Pese a la preocupación por el avance de la pandemia en el Reino Unido, lo que llevó el pasado lunes al jefe del gobierno italiano Mario Draghi a pedir otra sede para estos encuentros, el gobierno británico ha aumentado la cantidad de público admitido para las semifinales y ultimate hasta los 60.000 (por 40.000 espectadores para los encuentros de octavos).
Un anuncio para acabar con los rumores de una posible deslocalización de los partidos a Budapest u otra ciudad europea.
El seleccionador italiano Roberto Mancini asegura que es un placer para él regresar a Wembley, un estadio en el que tiene malos recuerdos, como la ultimate e la Copa de Europa que perdió con la Sampdoria frente al Barcelona en 1992, pero también buenos, como la ultimate de la Copa de Inglaterra que ganó como entrenador del Manchester Metropolis hace una década.
Después de tres partidos brillantes en Roma, con tres victorias y sin encajar un solo gol, la ‘Nazionale’ quiere demostrar que se encuentra recuperada del fracaso que supuso su ausencia del Mundial-2018 y que quiere recuperar su tradicional papel de aspirante a títulos.
En octavos, Italia parte como favorita ante Austria, equipo juega por primera vez una ronda eliminatoria en un torneo continental y que no vence a su gran vecino del sur desde 1960 (13 partidos).
De vencer, Italia sumaría 31 partidos invicto, logrando la mejor racha de su historia.
Camino dantesco para Portugal
Los octavos de ultimate del torneo europeo comenzarán tres horas antes en Ámsterdam (16h00) con un duelo a priori igualado entre Gales y Dinamarca.
Será el primer partido que jueguen los daneses fuera del Parken de Copenhague, escenario en el que los aficionados del país nórdico han vivido una montaña emocional en la primera fase: desde el gran susto el primer día ante Finlandia por la parada cardíaca que sufrió en el césped su capitán y estrella Christian Eriksen, al éxtasis de la clasificación, lograda en el último partido frente a Rusia (4-1).
Las emociones no van a faltar a partir de ahora en una Eurocopa que en los próximos días vivirá el adiós prematuro de algunas de sus estrellas, como ya dijo adiós al polaco Robert Lewandowski, eliminado en la primera fase.
Será el caso, por ejemplo, del domingo en Sevilla, donde o la Bélgica de Romelu Lukaku, Eden Hazard y Kevin de Bruyne o la Portugal de Cristiano Ronaldo, Bernardo Silva y Bruno Fernandes quedará fuera.
Para poder viajar a Wembley e intentar conservar la corona lograda en 2016, Portugal deberá hacer frente a un camino dantesco: si gana a Bélgica, número 1 del rating FIFA, le esperaría teóricamente Italia en cuartos y una eventual semifinal frente a Francia o España.
Aunque para ello, la selección de Fernando Santos cuenta con Ronaldo, que pese a sus 36 años no para de alcanzar récords, el último el de goles con selecciones nacionales, alcanzando los 109 (marca que comparte con el iraní Ali Daei), tras el doblete marcado a Francia.
Pero para llegar a esa posible semifinal, Francia debería ganar a Suiza el lunes en Bucarest, mientras que España, que de momento no ha convencido pese al 5-0 a Eslovaquia en el último partido, tendrá que eliminar a Croacia el mismo día en Copenhague.
Inglaterra-Alemania como plato fuerte
Por el otro lado del cuadro, el camino parece menos dificultoso para una Holanda que saldó la primera fase con tres victorias y cuyo rival en octavos será la República Checa el domingo en Budapest.
La ‘Oranje’, ausente tanto de la última Eurocopa como del último Mundial, pueden proyectarse razonablemente a las semifinales, ya que el rival en cuartos sería el ganador del Gales-Dinamarca.
En semifinales esperaría, al menos teóricamente, el vencedor del duelo estrella de los octavos, un Inglaterra-Alemania un clásico del fútbol europeo.
Los ingleses recordarán la ultimate del Mundial-1966, ya en Wembley, que les dio su hasta ahora único título internacional tras una ultimate épica (4-2 en la prórroga) y polémica a la vez, con el famoso ‘gol fantasma’ de Geoff Hurst que, 55 años después, aún no se sabe si la pelota traspasó o no la línea de gol.
Los alemanes preferirán seguramente recordar la semifinal mundialista de 1990, en la que la ‘Mannschaft’ se clasificó en los penales para una ultimate que acabarían ganando a Argentina. De aquel partido quedó también la recordada frase del delantero inglés Gary Lineker: “El fútbol es simple: 22 jugadores corriendo detrás de un balón y al final siempre gana Alemania”.
Pero la historia podría reescribirse a partir del martes en Wembley.
” Fuentes www.diariodequeretaro.com.mx ”