Por su delicada belleza y su elegante romanticismo, Bali ostenta la mayor concentración de viajeros en luna de miel por kilómetro cuadrado. Un destino que funciona como un imán para los recién casados, que a menudo permanecen en los exquisitos complejos de Jimbaran o Nusa Dua, entregados a los refinados servicios que definen el lujo asiático.
Sería un error, sin embargo, pensar que la estrella del archipiélago indonesio tiene sólo en los hoteles exclusivos una de sus grandes bazas. Bali es un maravilloso universo de arrozales, playas tropicales y rincones donde vivir una cultura única. Y por encima de todo, es un lugar cercano al cielo, como bien demuestra el hecho de ser apodada ‘la isla de los dioses’. Todo junto conforma un lugar que se asemeja a una sucursal del paraíso. El viaje soñado a este exótico rincón no debería perderse estos planes:
Recorrer los templos hinduistas
Es, podríamos decir, la actividad estrella. Porque en Bali el ritmo lo marca la espiritualidad, los ritos que emanan de la vida cotidiana. Y templos, ojo a este dato, hay tantos como habitantes en esta isla del tamaño de Cantabria donde la religión adopta la más amable versión del hinduismo. Imposible nombrar todos, aunque sí diremos que los más espectaculares están diseminados por la costa sur y dedicados a las deidades del mar: Tanah Lot y Ulu Watu son dos templos imprescindibles. Tampoco hay que perderse el complejo de Gunung Batur, en el este, ni el templo Ulun Danu, emplazado en la orilla del lago Bratan.
Devorar los campos de arroz
Son el paisaje característico de la isla y contemplarlos de cerca o en perspectiva es una experiencia fantástica. Los mejores están en la región de Ubud o en las carreteras que serpentean por Sidemen y Jatiluwih. En las curvas escalonadas de las laderas se puede contemplar a los agricultores con sombreros cónicos hundidos hasta las rodillas en el agua y perseguidos por familias de patos en busca de caracoles.
Entregarse al hedonismo
Claro, porque este debería ser el móvil de todo viaje. En Bali es posible disfrutar de unas vacaciones verdaderamente sibaritas. Y no sólo por la elevada calidad de sus hoteles (Ubud Hanging Gardens o Como Shambhala Property son la máxima expresión del lujo) y la exquisitez de sus restaurantes, sino también porque la isla está salpicada de exigentes spas y clínicas de tratamientos de bienestar con las técnicas más avanzadas.
Comprar en Denpasar o Ubud
Es un apartado que a veces pasa desapercibido y, sin embargo resulta fabuloso. Bali depara muchas sorpresas en lo relacionado con la decoración, el mobiliario y la joyería. Famoso en todo el mundo, el diseño balinés da lugar a preciados souvenirs que hacen las delicias de los visitantes en la capital o en la ciudad más turística, donde vive un gran número de artistas que ofrecen productos fantásticos.
Acudir al Pageant de las Artes
Se celebra anualmente en la capital, Denpasar, y dura aproximadamente un mes, entre mediados de los meses de junio y julio. Se trata del principal evento cultural de la isla y ofrece la ocasión perfecta para asistir a los espectáculos de música de gamelán (un instrumento típico) y las características danzas balinesas. Además de exhibiciones, teatro de sombras chinas, cine y poesía, las calles están plagadas de puestos de comida y tenderetes de artesanía native en un ambiente alegre y festivo.
” Fuentes news.google.com ”