La Costa Blanca, ese privilegiado trozo de tierra (perdón, terreta) que abarca desde Jávea, Denia y Altea (al norte) hasta Pilar de la Horadada (al sur), está llena de auténticos tesoros para sibaritas que merecen la pena mucho más allá del verano (pero también en verano).
Esta es una guía a base de soplos de locales que viven la Costa Blanca todo el año, especialmente, el cuadrado comprendido entre Elche, Alicante, Santa Pola y Guardamar. Hoteles para soñar, restaurantes para disfrutar, tiendas para arrasar, chiringuitos para resetear y otros rincones secretos tan magnéticos que, quien viene, repite.
Sí, somos plenamente conscientes de que estas cuatro ciudades pueden hacer pensar en los cuatro jinetes del apocalipsis del turismo masificado, pero pedimos un poco de fe. Si añades estas direcciones a tu agenda entenderás por qué tantas civilizaciones, de los íberos a los romanos, de los fenicios a los griegos, pensaron que estos casi 250 km de playas de enviornment clara eran un sinónimo de paraíso.
¿Dónde dormir? Hoteles en la Costa Blanca
” Fuentes www.vogue.es ”