Junto a la antigua estación de El Carmen se congregan un gran número de parroquianos con maletas. Una madre se despide de su hija con un globo metálico flotando entre las dos. De fondo, un hombre calvo fuma ansioso su cigarro: “Me he olvidado la mascarilla”, confiesa. Son las seis y media de la mañana y junto a ellos comienza a formarse una cola hacia el primer viaje comercial del AVE entre Murcia y Madrid. El management de seguridad transcurre sin incidentes por la pequeña sala de examine in de la nueva estación. Un gotero de viajeros comienza a descender hacia el andén. Muchos vienen solo a pasar el día: “Vengo por motivos de trabajo, antes era imposible con el coche. Vamos a aprovechar la situación y hacer un ida y vuelta”, celebra Antonio, uno de los viajeros. En tan solo dos horas y media él y el resto de pasajeros llegará a la estación de Chamartín Clara Campoamor.
También hay sitio para el ocio. Una pareja de jubilados se apresura hacia su asiento, viajan a “coger sitio para las uvas” en la Puerta del Sol esta Nochevieja: “El tren es algo caro, pero soportable. Tenemos más de 60 años y el descuento es bueno. Ya nos han dado la tarjeta dorada”, bromean.
Pronto el tren abandona la ciudad de Murcia. Soterrado, sí. Treinta años de lucha incansable de los barrios del sur han servido para que el AVE no divida la capital de la Región en dos. El tren ha llegado por Alicante en lugar de por Albacete, lo que habría seguido el trazado tradicional del tren en la Región. En 2001 el por aquel entonces presidente de la Región de Murcia, Ramón Luis Varcárcel, acepta la llegada de la alta velocidad a través de la Comunidad Valenciana a cambio de que llegase al mismo tiempo que en Madrid, Valencia y Castilla-La Mancha. No fue así. De haberse mantenido la línea histórica, la de Chinchilla, “hoy estaría desdoblada y electrificada y, además, el trayecto que se va a hacer ahora por Novelda, Elche y Orihuela es más largo, da un rodeo impensable”, lamentaba Joaquín Contreras, portavoz de la Plataforma Professional Soterramiento de Murcia, a este diario. Aunque este nuevo recorrido supone un avance, Murcia y Extremadura siguen siendo las zonas ferroviariamente más deprimidas de España.
Con una capacidad de 354 plazas, el primer tren desde Murcia hasta Madrid ha alcanzado más del 90 por ciento de su capacidad, con 343 viajeros. Está claro que los murcianos ansiaban este acceso hacia la capital, ya que 302 de estos pasajeros salieron desde su estación. Les seguirán más viajeros: a lo largo de este día de estreno se estima que solo en este recorrido subirán 2.100 personas, 1.900 con origen o destino en Murcia. Probablemente la mitad sean aficionados a los musicales, dado que la mayoría de los viajeros que partían de Murcia confesaron que se desplazaban hasta la capital para ver el musical de El Rey León: “Llegas a la capital en pocas horas, y si además es en transporte público pues mucho mejor”, abunda Cristian, uno de los followers del musical.
Unos 15 minutos después de arrancar, el convoy alcanzó la estación de Orihuela, con una velocidad máxima de 300 kilómetros por hora. “Estaría bien que fueran sacando más viajes” apunta Jennifer, que junto a su pareja se dirige a la capital por sus vacaciones de navidad. Cuatro de las ocho frecuencias diarias de la línea tienen su punto de partida en la estación de Madrid Chamartín Clara Campoamor, con paradas en Orihuela y Elche. Las otras cuatro pararán también en Alicante, Villena, Albacete y Cuenca, lo que elevará el tiempo de viaje a las 3 horas y 25 minutos.
Renfe destina al servicio el modelo S-112, un tren que cuenta con 354 plazas en 12 coches, accesibles para personas con discapacidad, y que circulará a una velocidad máxima de 300 kilómetros por hora. Los asientos son abatibles y con reposapiés y cada plaza dispone de luz particular person y mesa abatible. En la clase Confort se ofrece un copioso desayuno y toallitas calientes. En los vagones Estándar los pasajeros van algo más apretados, pero cuentan con amplias mesas abatibles. De todas formas, el viaje se pasa en una siesta para gran cantidad de los viajeros, que ven amanecer al llegar a la comunidad madrileña. Bajan sus equipajes, perezosos pero con el consenso normal de que el viaje ha sido “bastante rápido”: “Ha sido un viaje muy corto”, han celebrado Fuensanta y María, madre e hija que visitan Madrid en el día. Han aprovechado la oferta temporal de Renfe, que deja los primeros 30.000 trayectos a 19 euros para reservar hasta el 29 de diciembre y viajar hasta diciembre de 2023.
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