Es uno de los nichos de negocio turístico en el que la ciudad tiene puestas mayores expectativas, y está recuperándose con fuerza (como el conjunto del sector) una vez superadas las restricciones de la pandemia. Afectado también por el cambio de hábitos, el turismo de congresos repunta y suma citas en León, a pesar de que la gran infraestructura que debe concentrar la oferta más numerosa, el Palacio de Congresos, sigue siendo un espejismo y de que las empresas del sector reclaman desde hace tiempo la creación de una oficina especializada en la captación de encuentros profesionales a gran escala, para consolidar un área de negocio que no sólo reforzaría las cuentas del sector sino que pondría freno en buena parte al problema de la estacionalidad en las visitas de los viajeros.
Aún así, sólo en la primera mitad del año, y con los primeros meses aún afectados por las últimas olas de la pandemia, la capital leonesa ha recibido alrededor de 9.000 participantes en la casi treintena de congresos que se han celebrado.
Muchos de ellos numerosos, como el reciente de regantes a nivel nacional o el que se desarrolla estos días, de la Sociedad Española de Patología Digestiva. Cada uno de ellos con un millar de participantes. Antes, hasta marzo, según los datos del Ayuntamiento de León, se habían celebrado en la ciudad 25 congresos, con más de 7.000 participantes.
Mayor gasto
Este gran contingente de profesionales que ha acudido a León por motivos laborales ha dejado en la ciudad alrededor de 8,5 millones de euros, además de la facturación que supone la organización de los encuentros. Según los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE) que esta semana ratificó en León Violeta Mata, de la Federación Española de Municipios y Provincias (Femp), cada turista de congresos genera un gasto medio diario de algo más de 283 euros, frente a los 83 euros de media que se gasta a diario un turista de ocio. Y suelen permanecer en el destino del encuentro alrededor de tres días.
Desde la Federación Leonesa de Empresarios (Fele) Jerónimo Fernández ratifica esta fuerte reactivación del turismo de congresos en la ciudad, que ocupa buen número de habitaciones de los hoteles y «hace comidas y cenas, además de consumir también en los bares, en mayor medida que el turista de ocio».
Más allá, Fernández explica que uno de los grandes potenciales de este tipo de viajeros es que «tiene su actividad centrada en el aspecto profesional, y disfruta del ocio pero se queda con ganas de conocer con más calma la ciudad y la provincia. Así que a menudo regresa con su familia, y eso genera una actividad muy importante. Y, además, hacen una gran publicidad de una ciudad que consideran muy atractiva».
En cifras
Sólo en la primera mitad del año la ciudad ha acogido a más de 9.000 turistas de congresos
El empresario (presidente de la Federación de Agencias de Viaje de Castilla y León) destaca además que León es «una ciudad perfecta para organizar congresos de entre 200 y 400 personas, aunque se ha comprobado que puede acoger a colectivos mucho más numerosos, como hemos visto en las últimas semanas». Y reclama también que se materialice el Palacio de Congresos. «El precise de exposiciones no está adaptado, y tiene unos gastos de montaje y unas peores condiciones que limitan también la actividad de los congresos».
Un fenómeno world
A nivel internacional una cuarta parte de los turistas viaja por negocios, para reuniones, congresos, ferias o convenciones. Es el llamado turismo Mice (por las siglas en inglés), que genera un impacto económico creciente en las ciudades a las que acude. En España se calcula, con los vaivenes pandémicos, que unos 7.000 millones de euros anuales.
Dentro del país Madrid y Barcelona se llevan casi la mitad de estos encuentros profesionales, que sin embargo busca cada vez más la diversidad de destinos, facilitado por la mejora de las comunicaciones y el incremento de dotaciones para la celebración de este tipo de eventos.
Gasto medio
Estos viajeros gastan de media 283 euros al día, frente a los 83 que se deja un turista de ocio
Las asociaciones del sector reconocen que en lo que va de año se advierte una recuperación más fuerte de la esperada en el turismo de congresos, tanto en número como en asistentes. Y llaman a aprovechar en conjunto la marca España, así como a impulsar la colaboración entre administraciones, instituciones y sector privado para establecer alianzas que permitan la profesionalización de la industria de reuniones. Con el objetivo también de conseguir el máximo retorno para el territorio donde se celebran los encuentros. Y que posiciona y mejora la competitividad del destino.
Aunque durante los dos últimos años la pandemia impuso los encuentros no presenciales y disparó el uso de las nuevas tecnologías como alternativa, los profesionales destacan la necesidad de recuperar los encuentros presenciales. Por que los negocios se firman mejor físicamente, y el networking es uno de los grandes atractivos de este tipo de encuentros. Y porque viajar, aunque sea por motivos laborales, siempre es un aliciente.
” Fuentes www.diariodeleon.es ”