“Desconectar, relajarse, saborear, aprender y relacionarse con la población local” son algunos de los propósitos que inspiran la lista anual de Lonely Planet, reconocida editora de guías turísticas, para elaborar cada año su famosa lista de destinos para viajar, “Best in Travel 2023″, repleta de recomendaciones a tener en cuenta para la próxima temporada.
Y lo hace con un listado dividido en cinco apartados para que cada cual los consulte dependiendo de lo que uno quiera encontrar o experimentar.
Desde la desconocida Albania a los colores de Jamaica, pasando por los sabores exquisitos de la cocina limeña, las comunidades indígenas de Alaska, Sídney o la Guayana, convertida en la nueva estrella del ecoturismo en Sudamérica.
MEJORES DESTINOS GASTRONÓMICOS
Junto a la región italiana de Umbria, cercana a la Toscana, pero mucho más tranquila, y su capital Perugia, y lugares tan distantes como Kuala Lumpur (Malasia), Fukouka (Japón) y Sudáfrica, Lonely Planet recomienda no perderse dos capitales iberoamericanas: Lima (Perú) y Montevideo (Uruguay), ciudades que destacan en el ranking de los mejores destinos gastronómicos para este 2023, convertidas ya en las dos grandes capitales gastronómicas de Sudamérica.
Lima está consolidada desde hace años como una de las ciudades donde mejor se come en América Latina, una distinción que se suma a los numerosos atractivos de sus monumentos y de su historia. Famosas son sus cebicherías y su cóctel “pisco sour”… hasta el punto de que ha creado una corriente de viajeros que llega allí específicamente atraídos por sus restaurantes y sus famosos cooks. En el casco histórico está uno de los mayores barrios chinos de Sudamérica y allí se desarrolla la gastronomía chifa, fusión de las cocinas cantonesa y peruanas, con pequeños restaurantes donde degustarlo.
La capital uruguaya, Montevideo, es otro destino gastronómico de Sudamérica, famoso por sus viñedos de variedades de uva como tannat o albariño, con las que se elabora una especie de sangría de vino blanco que llaman clericó.
Uruguay es también tierra de buenas carnes y, sobre todo, un destino tranquilo y relajante que invita a recorrer sus 650 kilómetros de costa, a saborear marisco fresco en ciudades como Colonia. El punto cosmopolita lo pone Punta del Este, con sus grandes casas residenciales y sus sofisticados restaurantes. Experiencias gastronómicas imprescindibles en este país son probar el “chivito”, el típico sándwich relleno o disfrutar de un buen asado.
PARA AVENTUREROS
A disfrutar de una aventura única a bordo de un tren nada como el que une Estambúl y Sofía, es decir el que une Oriente con Occidente, en 11 horas, le siguen, siempre según esta publicación, la provincia canadiense de Nueva Escocia, destino prácticamente desconocido; Zambia con sus cascadas, lagos y parques naturales únicos en el mundo, un destino menos masificado y perfecto para disfrutar de un safari, también Australia Occidental aparece por ser uno de los lugares menos poblados del planeta al igual que una zona poco conocida de Grecia, la península de Calcídica, un lugar excellent para desconectar del mundo, un paraíso mediterráneo (esperemos que lo siga siendo después de esta revelación) como la isla de Malta.
En este apartado está Colombia, un país que necesita pocos motivos para ser escogido como uno de los mejores destinos del planeta. Solo en áreas naturales protegidas, Colombia posee 59 recogidas en su purple de Parques Nacionales Naturales. Y es que sus indiscutibles maravillas naturales, sus impresionantes ciudades coloniales y su riqueza cultural pueden ser un magnífico reclamo para animarnos a recorrer este exuberante país. Desde la belleza de las playas de Tayrona hasta los picos del parque nacional pure Los Nevados, constituyen una visita obligada para los amantes de la naturaleza.
Colombia es poseedor de algunos de los ecosistemas más diversos del mundo, 26 de estas áreas también están habitadas por comunidades indígenas y afrocolombianas. No hay que perderse Santa Marta, una bonita ciudad del Caribe, y adentrarse en Tayrona, con playas que baten un selvático telón de fondo, desde donde arranca la Sierra Nevada de Santa Marta, la cadena montañosa costera más alta del mundo.
No faltan en la zona yacimientos arqueológicos interesantes, como Pueblito, que fue en otros tiempos un bullicioso poblado tairona, y el yacimiento de Ciudad Perdida, un asentamiento de piedra en terrazas.
Otra experiencia completamente diferente es viajar hasta el eje cafetero, y allí hacer senderismo por el valle de Cocora, exuberante y tropical zona montañosa que forma parte del extenso parque nacional pure de Los Nevados.
Jamaica es uno de los destinos más populares y tradicionales del Caribe y que presume de ser el lugar perfecto para relajarse. Su nombre taino -Xaymaca- significa “Tierra de bosques y agua”, una evocación perfecta de sus playas de enviornment blanca, sus montañas cubiertas de vegetación o las cascadas y ríos que abundan por todas partes.
Otra isla caribeña, Dominica, conocida como la “Isla de la Naturaleza” ha sido hasta ahora una de las islas más desconocidas y menos visitada del Caribe. Probablemente sea una de las islas más intactas del Caribe, una oportunidad de descubrir un estilo de vida que implica una conexión con la naturaleza y con una población que se dedica todavía a la agricultura y a la pesca. Dominica es también una isla termal. Posee nueve volcanes que han creado una gran actividad, y pese a ser pequeña presume de tener 365 ríos, el más famoso, el Indio.
PARA CONOCER CULTURAS
Al igual que los indígenas de Alaska se encargan de gestionar las experiencias turísticas que se ofrecen en su territorio, lo que ha aportado calidad y originalidad, también Sídney ha abierto nuevos circuitos para conocer la cultura indígena que le ha llevado a entrar en este listado.
La Guayana, país de jaguares, osos hormigueros gigantes y unos bosques tropicales únicos en el planeta ofrece una experiencia única a quienes lo visitan, al igual que Nuevo México (EE. UU), conocida como ‘Tierra del Encanto’, que alberga hasta 23 tribus nativas dispuestas a compartir con sus visitantes su universo musical, gastronómico y cultural.
El Salvador es el país más pequeño y poblado de Centroamérica, con salvajes playas que le han convertido en uno de los mejores destinos de surf del mundo y probablemente, el que menos turistas extranjeros recibe. En El Salvador están también algunas de las mejores zonas surfistas de Centroamérica, como Punta Roca, en la Costa del Bálsamo, donde se rodaron escenas de películas, y las playas de El Sunzal y El Tunco.
En él encontrarán un paraíso tropical casi intacto, con exuberantes parques nacionales sin aglomeraciones, lagos volcánicos y también ciudades coloniales, artesanía colorida y una buena cocina.
El Salvador es un país cómodo que puede recorrerse fácilmente combinando pueblos coloniales, bellezas naturales y yacimientos arqueológicos. Por ejemplo, Suchitoto, una apacible ciudad colonial junto al lago Suchtlán a menos de una hora de la capital. No hay que irse muy lejos para encontrar la Joya de Cerén, la “Pompeya de América”, donde gracias a las cenizas volcánicas que cubrieron la vieja ciudad maya hoy se puede disfrutar de uno de los yacimientos más interesantes de Centroamérica
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