Sus habitaciones combinan el diseño y encanto clásicos de la época con un servicio moderno. Todas ellas, a pesar de su larga historia, ofrecen una gran comodidad y las mejores vistas. Además, alojarte en este Parador supone también una experiencia gastronómica donde probar la comida local y regional, como las habas a la granadina o los piononos de Santa Fe. Este alojamiento cuenta con su propio restaurante, pero también podemos acudir al Almorí del Generalife, un establecimiento con una carta algo más informal.
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