Para vivir una experiencia más allá de nuestras fronteras, nos dirigimos al norte y volamos al corazón de Vancouver, donde nos sumergimos cinco días en un mundo de lujo, celebración, tradición, y lo que muchos necesitamos: descanso. ¿La sede? El Lodge Fairmont Pacific Rim con sus excepcionales vistas al Harbour y cuyo equipo nos dio la bienvenida a una experiencia inigualable.
El Pacific Rim se distingue por la modernidad de su arquitectura y una decoración contemporánea que podemos encontrar desde la fachada hasta cada uno de sus espacios más privados. Reconocido como uno de los mejores hoteles en Vancouver y en el mundo, es de esperarse que este lodge de cinco estrellas cuente con amenidades que sorprenden y superan las expectativas de sus huéspedes. Algunos ejemplos son la galería itinerante que reúne obras de diferentes artistas como Douglas Coupland y Adad Hannah, y el Willow Stream Spa, elegido como uno de los mejores del mundo. Nuestra recomendación es agendar el masaje conocido como deep tissue donde el objetivo es reducir el estrés en áreas específicas y posteriormente relajarte en el Mineral Bathtub, el cual consiste en una tina infusionada con ingredientes minerales que promueven la relajación y una mejor circulación de la sangre.
Vancouver es conocido por su gran variedad gastronómica, en la que se manifiesta la gran influencia de las diferentes culturas que integran el país. Dos de los grandes representantes de la diversidad de la cocina y la mixología de la región son Botanist y Botanist Bar, albergados en el inside del Fairmont Pacific Rim y que han sido incluidos en la guía Michelin 2022. Esta vez Botanist y su chef ejecutivo, Héctor Laguna, junto con Jeff Savage, bartender normal de Botanist Bar, le dieron la bienvenida a Gina Barbachano y David Negrete de Hanky Panky, que recientemente ocupó la posición 13 en la lista de The World’s 50 Finest Bars. Entre los cuatro planearon un homenaje a México en el cual evocaron colores, platillos, tradiciones y sabores mexicanos fusionados con ingredientes de la costa oeste del Pacífico.
La experiencia de la primera noche incluyó un platillo bautizado como Harvest, unos esquites infusionado con trufas de alioli, trufas negras y aderezado con una espuma de queso cotija; un guiño a uno de los clásicos de la comida callejera de México. Hook, un pipián verde hecho a base de semillas de calabaza acompañado de lubina negra, fue maridado con Sacramento Verde, una bebida preparada con hoja santa, vodka y vermouth blanco. Pero, sin lugar a dudas, la absoluta ganadora de la noche fue Manos en la tierra, una bebida preparada por Jeff, hecha a base de ron cubano, jerez, hojicha y limón amarillo, el cuál le aportaba un sabor cítrico muy sutíl y perfecto para una bebida refrescante.
Con “La llorona” como música de fondo dio inicio la segunda velada del programa, una fiesta en la que los cocteles fueron protagonistas y que sirvió como un recuerdo constante de la grandeza de la cultura mexicana. La música y el folclore emocionaron a los invitados, casi tanto como las creaciones de Gina y David. TNT, un trago a base de mezcal, té negro, soda de mango y menta, fue la la bebida preferrred para disfrutar un viernes por la noche.
En este interesante crisol cultural que es Vancouver, la celebración de una fiesta tan tradicional como el Día de Muertos fue un escaparate para dar a conocer a los habitantes de la ciudad algunas de las recetas que el chef Laguna heredó de su madre y de su crianza en Hidalgo. También para presumir la creatividad y efervescencia de la escena de la coctelería de la Ciudad de México. Y fue así como entre platillos y tragos, los asistentes pudieron paladear el verdadero significado de lo mexicano.
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