Durante la semana pasada todos los equipos de LaLiga a excepción del recién ascendido Girona comenzaron los entrenamientos para preparar la que será la temporada más novedosa y atípica de los últimos años, si descontamos la Liga del Covid (2019/20). La celebración del Mundial de fútbol en Qatar entre el 21 de noviembre y el 18 de diciembre provocará un parón de 48 días en el campeonato nacional (del 10 de noviembre al 29 de diciembre) y según varios especialistas consultados condicionará el desarrollo de la temporada desde el primer día de competición.
METER LA PIERNA O NO
En una temporada regular con el Mundial disputándose en las fechas habituales de junio y julio los jugadores que van a participar en el gran evento de selecciones siempre tienen la tentación de dosificarse el mes o dos meses anteriores para evitar lesiones que les dejen fuera del gran escaparate donde muchos de ellos se juegan su futuro. Pero al coincidir con las fases decisivas de los torneos en juego (Liga, Champions, closing de Copa), regularse, jugar a medio gasoline o ‘no meter la pierna’ en abril y mayo resulta más complicado. Esta temporada esa situación se producirá en septiembre y octubre, meses en los que no hay tanto en juego (jornadas 7º a 14ª de LaLiga y fase de liguilla en la Champions).
“¿Y SI ME LESIONO?”
Jesús Pérez es preparador físico y desde 2010 entrenador ayudante de Mauricio Pochettino, con el que ha compartido banquillo durante esos años en el Southampton, Tottenham y hasta hace pocos días París Saint Germain. Según él “se trata de adivinar qué pasará en el pre Mundial y en el post Mundial. Respecto al pre Mundial, es muy difícil entrar en la cabeza de un jugador. Cada selección tiene un número alto de plazas ya definidas, así que la mayoría ya sabe que va a jugar el Mundial, pero ¿y los dudosos? Además, está la cuestión de cómo gestionan los partidos anteriores. ¿Cómo va a gestionar cada jugador ese “¿Y si me lesiono?” antes del Mundial? Las posiciones que llevan a protagonizar más acciones de evitación, como los porteros y los defensas, ¿qué hacen? ¿cómo se regulan? Un atacante puede regularse más y decidir si va o no con todo a un choque, pero un central… Ahí no puede haber regulación posible. Cada jugador es un mundo y en estas situaciones va a serlo todavía más”.
ESTRÉS Y MECANISMOS DE DEFENSA
José Carrascosa es psicólogo del deporte y socio fundador de SaberCompetir, una empresa pionera en la Psicología del deporte y Alto Rendimiento. Ha trabajado con el Athletic de Bilbao, Valencia, Sevilla, Levante, Valladolid, Rayo y otros muchos equipos del fútbol español, además de deportistas de elite en otras disciplinas. Carrascosa habla del estrés como un issue clave. “Los futbolistas no lo reconocen (que no meten la pierna), pero el miedo a una lesión que les prive de jugar el Mundial está ahí, es un mecanismo de defensa que existe. Es como los que dicen que no leen la prensa deportiva. Y eso no supone dudar de su honradez ni de su profesionalidad. Pero la incertidumbre, la novedad, el miedo a una lesión suponen un mecanismo de estrés importante, y aquel que lo sepa gestionar bien tendrá mucho ganado”.
APERTURA Y CLAUSURA
Ese estrés no sólo afectará a los jugadores, también a los técnicos. “Va a ser una Liga muy diferente, una nueva experiencia. Vamos a vivir dos Ligas en una, como el Apertura y el Clausura de Argentina. La exigencia cada vez es mayor, y en esta Liga la inmediatez va a aumentar porque los clubes van a querer un rendimiento máximo desde la pretemporada, y los futbolistas que tienen el Mundial como objetivo y son dudosos, igual. Creo que antes del Mundial se producirán movimientos en los banquillos en aquellos equipos que lleguen al parón del Mundial sin haber cumplido sus objetivos. Eso supone una urgencia de rendimiento inmediato para los entrenadores, que querrán llegar al parón de noviembre con los objetivos cubiertos. Y las urgencias y la inmediatez apuntan siempre al estrés”, señala Carrascosa.
LAS URGENCIAS DE LOS DUDOSOS
Esa urgencia será todavía más acusada en aquellos futbolistas cuya presencia en el Mundial no está garantizada. Se calcula que alrededor de un 15-20% del whole de 832 plazas para integrar la lista de las 32 selecciones participantes en Qatar está aún por definir. La ventana de partidos oficiales de selecciones que FIFA ha abierto entre el 19 y el 27 de septiembre, en la que España juega en casa ante Suiza el 24 en la quinta jornada de la Nations League, y el 27 ante Portugal a domicilio, será la última ocasión que tendrán los futbolistas candidatos sin plaza asegurada para convencer a sus seleccionadores de que les incluyan en la lista definitiva de 26 jugadores para Qatar que cada selección deberá enviar 10 días antes de que empiece la cita mundialista.
CONFLICTO DE INTERESES
Pedro Luis Ripoll es uno de los traumatólogos más prestigiosos de España, pionero en la introducción de la artroscopia en nuestro país. Especializado en cirugía ortopédica y traumatología, dirige RipollyDePrado Sport Clinic, un centro médico de excelencia FIFA. Para Ripoll, “antes del Mundial puede darse un conflicto entre los intereses de los jugadores y los de los clubes, ya que estos querrán participar a toda costa en el campeonato y pueden anteponer sus intereses personales a los de los clubes a los que pertenecen. La cotización de un futbolista está muy ligada al rendimiento durante un Mundial, por lo que aquellos que tengan billete seguro para ir a Qatar puede que adopten precauciones para no resultar lesionados. Por el contrario, aquellos que todavía no tengan segura su participación arriesgarán. Estos hechos pueden incidir de manera importante en el número de lesiones. La afectación se dará especialmente por sobrecargas musculares, psicológicas o aspectos relacionados con la frustración, los viajes o cambios climatológicos. Y en una segunda etapa, después del Mundial, sería a la inversa, ya que los clubes tendrán la tentación de exigir a jugadores que ya llevan muchos partidos en sus piernas un rendimiento que tal vez no podrían dar sin riesgo lesional“.
MAYOR RIESGO DE LESIONES
Juanjo Jiménez, jefe de los servicios médicos del Sevilla durante las tres últimas temporadas, incide en que “el grupo de futbolistas que no tienen clara su participación en el Mundial es el que más riesgo presenta de sufrir lesiones, pero sobre todo por culpa del estrés. A nivel de preparación física no se pueden salir de las rutinas de entrenamiento de sus equipos, pero esa situación de incertidumbre y mayor presión genera estrés, y el estrés y las lesiones van unidos siempre. Para minimizar los riesgos de lesiones desde el departamento medico de cada club la herramienta principal es la comunicación. Escuchar al futbolista y saber transmitirle la información al cuerpo médico es clave. En el fútbol español hay médicos, fisioterapeutas y readaptadores muy cualificados que sabrán extremar las precauciones y administrar los esfuerzos para evitar el agotamiento”.
LA COPA DE ÁFRICA
Eso en lo que se refiere a los meses previos al Mundial de Qatar. Pero lo que vendrá después es un escenario desconocido para todos, salvo por el precedente de la Copa de África. Esta competición históricamente se ha desarrollado en enero y febrero, pero en la edición de 2019 se pasó al verano ante las presiones a FIFA de los clubes, que perdían a sus futbolistas mientras las competiciones seguían disputándose. La próxima edición iba a celebrarse en junio de 2023 en Costa de Marfil pero se ha trasladado de nuevo a enero porque el calor en esas fechas la hacía inviable.
TRES TIPOS DE JUGADORES
Tras el Mundial, que acaba el 18 de diciembre, la Liga española se reanudará el 29. Y lo hará a tope en enero: habrá jornada de Liga todos los fines de semana, tres eliminatorias de Copa y la Supercopa de España. A esa fecha llegarán tres tipos de jugadores en tres situaciones claramente diferenciadas. Jesús Pérez analiza esta fase publish Mundial que califica como “apasionante. Estarán los que se han quedado sin Mundial, que tendrán 15 días de vacaciones y luego seguirán entrenando y jugando algún partidillo, una especie de segunda pretemporada, con un ciclo de trabajo y volumen de esfuerzo aceptable. Luego están los que van a Qatar pero no juegan, que vendrán bien físicamente y podrán reincorporarse sin problema aunque necesitarán un descanso. Y por último, los que lo hayan jugado todo, que regresarán con un cansancio físico y mental muy importante“.
PREPARACIÓN INDIVIDUALIZADA
Pedro Ripoll señala la individualización en la preparación física como una de las soluciones para tratar de compensar los desajustes entre los distintos estados de forma que habrá en las plantillas tras el Mundial. “A corto y medio plazo tendrán ventaja los que hayan participado en el Mundial y no hayan resultado lesionados. A largo plazo, los que no lo hayan hecho y hayan completado una preparación adecuada. El cansancio afectará a los jugadores que intervengan en el Mundial y además jueguen un elevado número de partidos, que seguramente serán bastantes menos de 300 jugadores. En el caso de aquellos que aun estando en equipos que alcancen las últimas eliminatorias no jueguen muchos minutos, la única afectación será por sobrecarga psicológica o aspectos relacionados con la frustración, los viajes o cambios climatológicos. En consecuencia, la solución es la individualización máxima de la preparación física y la recuperación. Hay que innovar, pues vamos hacia una situación desconocida.El control de la fatiga muscular mediante la electromiografía de superficie y las pruebas Go 5D (estudio en cinco dimensiones de la estructura del aparato locomotor, definición de la estructura del morfotipo para la patología del paciente y posterior comparación con los rangos de normalidad recurriendo al Big Data) va a ser clave para disminuir la tasa de lesiones musculares“.
El director de RipollyDePrado Sport Clinic incide en que “una vez más existe una contraposición entre los intereses de las selecciones nacionales, que quieren los picos de forma durante el Mundial, y los de los clubes, que preferirán tenerlo en las fechas claves de la Champions y el final de LaLiga. La solución es la coordinación entre los cuerpos técnicos de los clubes y los equipos nacionales. Difícil tarea“.
IR AL MUNDIAL Y JUGAR EL MUNDIAL
Por su experiencia en el Sevilla, Juanjo Jiménez considera que “hay que diferenciar entre el futbolista que juegue mucho en el Mundial y el que no. La UEFA en sus informes médicos se rige por el índice de número de lesiones por hora de competición, que varía notablemente respecto al índice de lesiones por hora de entrenamiento. No es lo mismo ir al Mundial que jugar el Mundial. Después de Qatar hay que individualizar mucho las cargas de trabajo, y también será muy importante la coordinación entre la preparación física que sigue el equipo y la que hacen algunos jugadores de elite a nivel privado con sus propios preparadores físicos personales“.
EL FACTOR EMOCIONAL
José Carrascosa apunta a la enorme importancia del issue emocional tras el Mundial. “Después de un gran esfuerzo a nivel emocional sucede como a nivel físico: el jugador sufre un bajón, un descenso. Esa segunda media Liga será de mucho estrés, de estar muy ‘apretados’. Por eso habrá que trabajar mucho a nivel individual en todos los aspectos, el físico y el mental. En ese sentido un Mundial en noviembre supone un arma de doble filo. Pase lo que pase con los futbolistas que vayan luego habrá que trabajar mucho a nivel individual, tanto si han sufrido una decepción grande, para que no les afecte demasiado, como si vienen de un éxito para que no se produzca el aflojamiento habitual. Pero está claro que es imposible estar al 100% todo el tiempo, durante toda la temporada, ni a nivel físico ni a nivel emocional”.
MUCHA COORDINACIÓN
Jesús Pérez pronostica un escenario desconocido y habla de su experiencia con una plantilla repleta de internacionales como la del PSG: “Es una situación nueva, como pasó con el Covid. Entonces hicimos muchas reuniones con especialistas en diversas materias, pero ahora va a depender mucho de cada jugador. Muchos tienen sus propios preparadores físicos y es una dificultad añadida, pero es una realidad y desde los clubes tienen que coordinarse con esas empresas. Además, el día a día con las selecciones es complicado de coordinar con los intereses de los clubes. No queda otra que ponerte en el lugar de los jugadores y ser flexibles. Porque, ¿pueden decir que no a su selección aunque quisieran? Así que hay que asumirlo y ayudarles, aunque vaya en detrimento de los intereses del club y del entrenador. La pasada temporada tuvimos cuatro ventanas de partidos internacionales y los sudamericanos del PSG llegaban desde Brasil o Argentina el viernes por la mañana y teníamos partido el sábado. Así es imposible que rindan, por mucha estrella que sean. Pero eso cuando pierdes un partido la gente no lo entiende“.
Todo indica que este año, con un calendario saturado y anómalo por culpa de un Mundial en mitad del curso, los aficionados van a tener que ser más condescendientes con sus ídolos a la vuelta de Qatar. Toca prepararse para las consecuencias de un fútbol desconocido hasta ahora.
” Fuentes www.marca.com ”