Desde su reactivación tras la pandemia, el sector de los cruceros ha hecho hincapié en la importancia de contar con una industria sostenible y descarbonizada, que permita cumplir con los objetivos propuestos para 2050.
Por el momento, y según se desprende del informe “Trends and perspectives in EuroMed cruise tourism” elaborado por la consultora italiana Risposte Turismo para la Asociación Internacional de Líneas de Cruceros (CLIA), los países europeos del Mediterráneo podrían recibir 48,6 millones de movimientos de pasajeros de cruceros en 2023, lo que significaría volver a niveles semejantes a los de 2019, cuando se alcanzaron 53,3 millones.
De ellos, más de 22 de millones se concentrarían en Italia y España. Barcelona seguiría siendo el puerto europeo de cruceros más importante.
En 2019, y según cifras de CLIA, la industria de cruceros en España obtuvo una facturación de casi 6.000 millones de euros, aportando 2.800 millones de euros al PIB nacional. Además, se estima que creó más 50.000 puestos de trabajo gracias a la industria de cruceros, generando 1.500 millones de euros en salarios.
Transición verde
En relación con la apuesta de la industria por la sostenibilidad, la directora de CLIA en Europa, Marie-Caroline Laurent, asegura: “Estamos convencidos de que la economía del futuro estará indiscutiblemente marcada por la transición ecológica y de que el turismo tiene que ser crecientemente más sostenible”.
De este modo, “impulsamos la recuperación del turismo en Europa desde un planteamiento que pivota en la apuesta por la sostenibilidad, trabajando con los destinos para asegurar que los flujos de pasajeros generen el menor impacto posible. Nuestra industria puede y debe jugar un papel principal en la transición verde”, aclara Laurent.
Según CLIA, en los próximos cinco años, el 93 % de los nuevos barcos de cruceros se construirán en astilleros europeos, traduciéndose en 78 nuevos buques, una inversión de alrededor de 47 mil millones de euros y un impacto económico indirecto de más de 200 mil millones en la economía continental.
En términos de descarbonización, estas cifras son “significativas”, según Laurent, ya que “uno de cada cinco barcos será propulsado por gas natural licuado (GNL) y dos de cada tres buques estará equipado con sistemas de conexión a tierra”.
“24 barcos propulsados por GNL se lanzarán en los próximos seis años, sin embargo” -matiza la directora normal de CLIA en Europa- “solo seis puertos europeos ofrecen actualmente conexión eléctrica con tierra; es por ello por lo que instamos a los gobiernos que inviertan más en infraestructuras y en el desarrollo de combustibles alternativos, así como a que establezcan un marco regulatorio más claro y uniforme”.
Uso de tecnologías avanzadas
En el camino hacia esa transición verde, las navieras que forman parte de CLIA – y que operan el 95 % de la flota de barcos de crucero a nivel mundial – apuestan por dotar a sus buques nuevos y de nueva construcción con las tecnologías más avanzadas en términos medioambientales.
En este sentido, el 81 % de los barcos estará equipados con sistemas avanzados de tratamiento de aguas para 2027, el 81 % de los barcos no propulsados por gasoline pure licuado estará dotado de sistemas avanzados de tratamiento de aguas para 2027, y el 100 % de los residuos generados a bordo son reutilizados o transformados en energía, ratio muy superior a lo que sucede en tierra.
De la misma forma, en los próximos 15 años, la totalidad de la flota de CLIA estará propulsada por gasoline pure licuado, el cual produce 0 emisiones de azufre, un 85 % menos de óxidos de nitrógeno, cut back casi al 100 % las emisiones de partículas en suspensión y hasta un 20 % de los gases de efecto invernadero.
Además, los buques que hoy operan con gasoline pure licuado convencional estarán próximamente preparados para utilizar gasoline pure sintético renovable.
Por su parte, el presidente de Risposte Turismo, Francesco di Cesare, señala: “este nuevo estudio que hemos realizado sobre el presente y el futuro más cercano de la industria de cruceros en Europa y en el Mediterráneo apunta que se podría cerrar 2022 con cerca de 38 millones de movimientos de pasajeros en los puertos de la zona. Además, la previsión para 2023 es muy buena: se estima que se podrían alcanzar unos niveles de tráfico de pasajeros muy próximos a los de 2019 gracias al constante compromiso de las compañías y puertos. Para lograr estos resultados, es fundamental la contribución de todos los stakeholders, y que asienten su crecimiento en bases sólidas y sostenibles”.
” Fuentes profesionaleshoy.es ”