En los puertos de Rosario está ingresando un 83 por ciento menos de camiones que el año pasado. Testimonios desde la ruta.
La sequía que está afectando a gran parte del país tendrá un impacto contundente en el sector de transporte de granos y hacienda, rubros clave en la dinámica económica de todo el inside productivo. La reducción de las estimaciones de cosecha en alrededor de un 40 por ciento respecto de la del año pasado se traducirá no solo en un menor ingreso de divisas sino también en una reducción de todas las actividades vinculadas.
El impacto del estrés hídrico en los rindes no es parejo en todas las zonas, hay algunas que se vieron beneficiadas por lluvias puntuales. La zona núcleo agrícola es donde más se sentirá la caída en los rindes y la pérdida complete de lotes.
Según detalla la Bolsa de Comercio de Rosario, en los puertos de Rosario esta semana están ingresando en promedio 811 camiones por día, un 83 por ciento menos que los que entraban en la misma fecha del año pasado. En el acumulado del año entraron hasta ahora 60.892 camiones de granos, mientras que en el mismo periodo de 2022 ya habían ingresado a los puertos 192.119 camiones. Los números son elocuentes.
“El año pasado llegamos a hacer 700-800 viajes, fue de los mejores años que tuvimos. Este año tal vez no llegue a 100”, cube Mauro Calomino, transportista de la localidad de Colón, en el norte de Buenos Aires, una de las zonas más castigadas. Calomino cuenta con dos camiones propios de cereal y semillas pero todos los años contrata entre 30-40 camiones ya que terceriza el 80 por ciento de los viajes que le salen a su empresa. En este momento decidió guardar los camiones propios y tercerizar lo que le llega para poder asegurarles trabajo a los transportistas que suelen trabajar con él. Al mismo tiempo intenta moverse en otras zonas para captar nuevos clientes, pero advierte que no es fácil entrar a territorio de otros camioneros.
Además del golpe que representa el menor volumen de cosecha para los camioneros, Calomino advierte sobre el efecto que tendrá corriente abajo. “Hablaba el otro día con un mecánico amigo que me decía que los camiones que se rompen los frenan porque no tienen con qué arreglarlos. Hoy arreglar una caja de cambios capaz que te cuesta 600 lucas, hacer un motor un millón de pesos… Va a estar durísimo, pinchas una cubierta y no tenés plata para cambiarla”.
Un poco más hacia el sudeste en la localidad de Lobos, donde tiene base Jorge Aguilar, los rindes no pintan tan mal, pero igual se siente la escasez normal de cargas. “Todos los años solemos traer camiones de otras zonas para trabajar porque nunca alcanzan, pero este año ya estamos previendo que vendrán muchos menos. Ya están llamando camioneros de Santiago del Estero, Córdoba, Entre Ríos que siempre les decimos que vengan pero este año hay que decirles que no porque no va a haber tanta carga”, cube, y agrega: “Por suerte algo va a haber para zafar, pero va a durar muy poco. Al no haber rindes la cantidad de viajes va a ser mucho menor. Y mientras tanto los costos de los camiones suben día a día, no hay ningún subsidio que respalde al camionero en esta situación”.
Y en Madariaga, Juani García está en una situación parecida. “Madariaga ligó agua y vamos a tener maíz, soja, el girasol fue muy bueno. Pero sé que en otras zonas perdieron todo y lo noto porque gente de otras zonas que no conozco me escribió para venir a trabajar acá.. Se que en la zona núcleo los cultivos están mucho más afectados, hay maíces que suelen rendir 10.000 kilos por hectárea y ahora rinden 3.000, entonces el camionero necesita el triple de hectáreas para llenar el camión”, explica. Luego remarca que paradójicamente en lo que es transporte de hacienda la seca generó más movimiento porque en la zona de Lavalle, al bajar las napas se puso salada el agua y los ganaderos tuvieron que vaciar los campos.
El efecto mariposa de la tercera Niña seguida recién empieza a percibirse y es incalculable.
” Fuentes www.clarin.com ”