- Cabo de Gata (Andalucía)
Bordea la costa y recorre el Parque Pure de Cabo de Gata, fusionando playa y desierto para dar lugar a un viaje inolvidable. Una opción es comenzar en el municipio almeriense de Carboneras y continuar después hasta Níjar por la carretera AL-5106, por la que viajaremos a lo largo de la playa y podremos visitar algunas de las más conocidas, como la famosa playa de los Muertos. El recorrido imprescindible es el que cubre la carretera AL-3115, que atraviesa el parque pure hasta culminar en el precioso Faro de Cabo de Gata. A lo largo del camino, podemos parar en algunos de sus bonitos pueblos costeros, como San José y Las Negras. Es una ruta corta, de unos 70 kilómetros, que podemos alargar hasta Almería o incluso Granada.
Estas son el resto de las rutas preferidas de los usuarios de Cleverea:
- La ruta transpirenaica (Cataluña – País Vasco)
La ruta que recorre la frontera entre España y Francia tiene muchas variantes posibles, en función de los kilómetros que estemos dispuestos a hacer. No obstante, no hay opción errónea: es uno de los trayectos estrella para los motoristas. Una de las posibles formas de hacer este recorrido es comenzar en el Parque Pure del Cabo de Creus, en Girona, que abarca varios municipios catalanes, como Cadaqués, considerado uno de los pueblos más bonitos de la región. Tras pasar la comarca del valle de Arán y disfrutar de sus bonitos pueblos (Vielha, Bosost, Salardú…), en los que uno puede detenerse tanto como quiera para contemplar el contraste de los valles y las montañas. La ruta termina en el País Vasco, por ejemplo, en el municipio de Hondarribia, que posee la ciudad amurallada mejor conservada de Guipúzcoa. En whole, más de 600 kilómetros perfectos para huir del calor, estar rodeado de naturaleza y disfrutar de carreteras bien asfaltadas y unas vistas de infarto.
- Picos de Europa y los lagos de Covadonga (Asturias, Cantabria y Castilla y León)
Otra de las opciones preferidas por los moteros es recorrer el Parque Nacional de los Picos de Europa, que se extiende por las comunidades de Asturias, Cantabria y Castilla y León. Carretera de montaña, puertos, miradores, desfiladeros y, en conclusión, un paisaje que hará las delicias de cualquier amante de la naturaleza. El itinerario más clásico es el círculo que recorren las carreteras entre Riaño (León), Unquera (Cantabria) y Cangas de Onís (Asturias) y que pasa por algunos lugares tan emblemáticos como el desfiladero de la Hermida o los lagos de Covadonga. Aunque depende mucho del itinerario que se escoja, puede rondar los 200 kilómetros.
- La Costa da Morte hasta Finisterre (Galicia)
Acantilados, faros y playas son las claves de esta ruta que termina en el fin del mundo, el cabo Finisterre. Comenzando desde el municipio coruñés de Arteixo, es un camino que, bordeando la costa, puede llegar a sumar 200 kilómetros. Recorrer la Costa da Morte es disfrutar de la buena gastronomía y contemplar sus bonitos pueblos y enclaves pesqueros, como Caión, Corme-Porto, Malpica, Camelle o Camariñas. Un imprescindible para quienes busquen la tranquilidad de la región gallega y sus temperaturas templadas este verano.
- La ruta de los oasis (Aragón)
Recorre unos 80 kilómetros en la comunidad de Aragón. Es un trayecto de contrastes, en el que se mezclan las llanuras esteparias aragonesas con auténticos oasis, pues los puntos centrales de esta ruta son los tres embalses más importantes del bajo Aragón. Comenzando desde el embalse de la Estanca de Alcañiz, pasaremos por municipios como Castelserás y Torrevelilla, hasta llegar al segundo embalse, Calanda, que está rodeado por las montañas de la sierra de La Ginebrosa. Desde allí, se llega a los municipios de Mas de las Matas y Alcorisa y, finalmente, a Berge, donde se encuentra el embalse de Gallipuén.
- La ruta de la Plata (Asturias – Castilla y León – Extremadura – Andalucía)
Una de las más largas, perfecta para quienes quieran pasar en la carretera bastantes días. Casi 1.000 kilómetros que cruzan toda España, desde Gijón hasta Sevilla, y que siguen el mismo trazado que la antigua calzada romana, la vía de la Plata, que iba desde Mérida hasta Astorga. Hoy este recorrido se hace por la N-630 y la A-66 y nos permite cruzar cuatro comunidades y siete provincias, con una gran variedad de paisajes diferentes, y tanto curvas como rectas. Nos permite visitar algunas de las ciudades más bonitas de España y disfrutar de paisajes tan espectaculares como los que ofrece el extremeño valle del Jerte (declarado bien de interés cultural), o los bonitos montes y valles asturianos. Entre las paradas obligadas se encuentran Astorga, Salamanca, Béjar o Plasencia.
- El Atazar (Comunidad de Madrid)
La sierra de Madrid, apenas a una hora de la capital, es un paraje al que venir a refugiarse este verano. La comunidad cuenta con más de 20 pantanos y embalses perfectos para disfrutar de la naturaleza y a los que se puede llegar por unas carreteras bien asfaltadas y con buenas vistas. La opción preferida por los usuarios es la que llega hasta el embalse del Atazar. Los amantes de las curvas disfrutarán de un recorrido round muy entretenido desde el municipio de Torrelaguna en dirección a El Berrueco hasta llegar al pueblo de El Atazar, muy famoso entre los motoristas. Por el camino, se tienen unas hermosas vistas del embalse y hay dos miradores en los que parar a contemplar las vistas. Se puede terminar en el municipio de Patones, considerado uno de los más bonitos de la sierra de Madrid, y regresar de nuevo a Torrelaguna.
Javier Bosch, Consejero Delegado de Cleverea, ha comentado: “España es uno de los países más atractivos para un motorista. Tiene una variedad increíble de paisajes, un clima envidiable, una gastronomía y un ambiente motero excepcionales. Hay muchas rutas que cualquier motero debe recorrer al menos una vez en la vida y la que recorre el Parque Natural de Cabo de Gata es una de ellas. Eso sí, hay que tener en cuenta que, escojamos la que escojamos, viajar en verano tiene sus riesgos, y es imprescindible planificar el viaje con antelación, revisar bien la moto antes de salir, parar para descansar e hidratarse regularmente y tener un buen seguro contratado, por si surge cualquier inconveniente. Y, por supuesto, no hay que olvidar que el calor no es motivo para no llevar la equipación adecuada (botas, guantes, casco…) ¡la seguridad es lo primero!”.
” Fuentes www.diariodealmeria.es ”